Xuimin caminaba con los cabellos marrones cubriendo parte de su cara, pantalones cortos blancos y camiseta del mismo color, daba saltitos de vez en cuando y sonreía ampliamente. En sus hombros cargaba una pequeña mochila negra, era ligera.
No había nadie más acompañando al pequeño Xiumin, solo él y su pequeña mochila negra. Juntos para todos lados.
Así fue por muchos años.
Pero un día la pequeña mochila negra empezó a crecer, lo que era razonable para el ahora preadolescente, si él crecía, su mochila también.
Pero no era así, la mochila se volvía más pesada cada día. Con cada paso se volvía más difícil.
Un día un niño se ofreció a ayudarlo, entonces ahora los dos cargaban la mochila negra. El peso ya no era tanto para Xiumin, porque ahora alguien estaba con él.
Eso no duro mucho, pues el niño abandono a Xiumin, dado a que la mochila ya era demasiado pesada. Sin embargo el niño ofreció al de cabellos marrones su ayuda para dejar la mochila. "¿Dejarla?" Pensó Xiumin, "¿A mi mochila?" "Claro que no, gracias" Como podía irse y dejarla sola, a su compañera, la que lo acompaño desde niño.
Siguió y siguió caminando con la pesada mochila por mucho tiempo más. Otras personas se aparecieron y ayudaron a Xiumin con ella, pero todos terminaban dejándolo, pues era muy pesada.
Pero ya no podía más, la mochila lo estaba lastimando mucho, no podía dejarla, pero tampoco seguir con ella.
El adolescente se dejo aplastar por la negra mochila. Porque al final, solo ella estuvo con el todo ese tiempo.
Fin.
