Nuevo comienzo II

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¿Podrían creer el hecho de que 2 mundos tan distintos se unieran y crearán algo mágico?

El hecho que dentro de un círculo de pocas personas, dos de las descendientes de familias poderosas y amigables se unieran y se enamorarán como si el mañana no existiese.

El hecho de que un ángel y una sirena se encontrarán, dos mundos totalmente diferentes, solamente unidos por un pasados y el anhelo de corazones jóvenes e inexpertos en aquello llamado amor.

Para ser sincera...todavía no puedo creer esto, es algo que deseaste toda tu vida y ahora dices ¿esto es cierto? O ¿acaso será la vida volviendo a jugar conmigo? Porque es cierto...La vida da tantas vueltas que no sabes donde terminarás. Así me paso, así nos paso...Mi princesa.

Haruka POV

-¡No!- su grito fue lo ultimo que escuche. Después todo estaba negro...¿que paso conmigo?

-Michiru, si te dejo ¿me perdonas?

No sé en que momento sucedió, todo me parecía tan extraño y conocido a la vez. Tal vez simplemente morí y volví a nacer ¿creen en las reencarnaciones? Yo si, y creí ver aquello...La luz al final del camino, estaba caminado directamente a la luz ¿por que no podía parar? Michiru estaba del otro lado.

-¡Pies paren!-

-Alto...- un simple susurró, la voz de una mujer mayor hizo que me detuviera y tuviera algo de control sobre mi cuerpo.

-¿Quién eres?- pregunté al vacío, no sabia de donde provenía aquella voz, para ser sincera lo único que quería saber era quien era.

-Se que me fui de su lado, pero nunca espere que te olvidarás de mi, hija- ¿qué? De mis ojos comenzaron a brotar lágrimas, caían lentamente por mi mejillas.

-¿Mamá?- dolor y felicidad, eso mostraba mi voz.

-Así es- escuche que se rió un poco, segundos después me vi rodeada por sus brazos, algo blanquecinos y delgados.

Su aroma era increíble, una combinación de primavera con vainilla, raro ¿no? Pero aquello lograba calmar mi alma.

-¿Que haces aquí, mamá?

-Yo soy quien debería preguntar eso ¿no lo crees, pequeña?- medito un poco -aunque creo que "pequeña" no es un título muy conveniente, estás enorme ¿como esta, Hotaru?- su voz se quebró, ella quería evitar llorar.

-Gigante, ya tiene 8 años...¿sabes? Extraña a su mamá aún sin conocerla. Papá y yo siempre le hemos hablado de ti, siempre te amaremos- le dije con un dejo de melancolía.

-Lo lamento tanto, Haruka- suspiró -nunca los quise dejar, nunca estuvo en mis planes, ustedes siempre iluminaron mi vida y siempre me hacían feliz en especial tu padre, Kenji Tenoh es y siempre será el mejor hombre del mundo, él me salvo, tu padre es el mejor- la tristeza en su voz y la gotas que recorrían mi espalda me decían exactamente lo que quería saber.

Mamá no se fue con "otro" ni mucho menos, mamá no quiso dejarnos...

-¿Por qué te fuiste, mamá? Nos dejaste a papá y a mi el cuidado de Hotaru. Ella siempre te necesito, y admito que igual yo- suspire pesadamente .

-Lo lamento, Haruka...Yo realmente tuve que hacerlo. Hija mía, perdóname por todo, pero te aseguro que fue lo mejor- su voz rota...

-¿Por qué te fuiste?- volví a preguntar, necesitaba la respuesta.

-Tenía cáncer- eso me dejo sin palabras.

Un momento...

-¿Tenías?- pregunté dudosa.

-Si, hija...Yo ahora no estoy en el mundo de los vivos- me voltee y la mire.

-Moriste...- ella dio un asentamiento de cabeza -no querías que te viéramos en las últimas- reflexioné.

-Así es, mi cáncer era tan avanzado que sin importar todo el dinero que tuviéramos no hubiéramos podido hacer nada, Hikari Tenoh con una hija adolescente, una recién nacida y un esposo amoroso, no podía dejar que mi familia sufriera- me miró directamente a los ojos.

-Tu tampoco dejarás que tu familia sufra- sus palabras se clavaron en lo profundo de mi corazón. Ella tenía razón, no me podía rendir.

-Ve con mi nuera- sonrió y no pude evitar las lágrimas, tristeza y felicidad mezclada.

-Gracias, mamá. Siempre te recordaremos, porque fuiste la mejor mamá, le hablaré más de ti a Hotaru, tiene que saber todo sobre Hikari Tenoh- sonreí con ternura, y deje un beso casto en su frente.

-Te amo, mamá- aquello nunca más podría decirlo, este era el momento.

-Yo también te amo, hija. No olvides visitarme- movía su mano de un lado a otro en forma de despedida.

-¡¿Dónde estás, mamá?!- necesitaba visitarla, pero también necesitaba saber a dónde ir.

-Dile a tu padre que te lleve a la cuidad de nuestra primera cita- sonrió y eso fue lo último.

Después de aquello abrí mis ojos, todo era borroso, otra vez el blanco.

Estaba en el hospital.

Por inercia sonreí, segundos después entró una Michiru hecha un desastre.

-¡Haruka!- sus ojos se encontraban rojos, sus labios resecos y lo más importante de todo, sus hermoso ojos tenían pequeñas perlas que bajaban en forma de cascada por sus mejillas levemente sonrojadas.

Ella estaba llorando.

Me abrazo fuertemente -mi amor- susurró en mi oído, me estremecí -no me dejes, te amo. Eres todo para mi y sin ti no sería nada, mi príncipe no me abandones- hablaba rápidamente.

Ella estaba preocupada y aún así no dejaba de verse hermosa.

-Calma, princesa- la abrace con la toda la fuerza que tenía, pues me encontraba adolorida -no te dejaré, siempre lucharé por ti. Viviré por ti- le sonreí y ella sigo mi acto, segundos después nuestros labios estaban unidos.

Sus labios ¡Dios! Me llevaban al mismísimo cielo, tan delicados aunque algo salados, seguramente por las veces en que lloro y los cubrió de lágrimas.

¿Algo que destacar de Michiru Kaioh? Muchas cosas, su belleza, su inteligencia, su carisma, su actitud de niña pequeña, lo despistada que podía llegar a ser, pero más que nada el corazón tan puro y hermoso que tenía, en resumen para mi, Michiru Kaioh era perfecta.

Nos separamos, después de todo éramos simples humanas y necesitábamos respirar sino fuera por eso, nos besaríamos por toda la eternidad.

-Te amo, Haruka.

-Yo también te amo, Michiru.

Sonreímos con los ojos llenos de un brillo intenso y los corazones latiendo a un solo y rápido ritmo.

Para que estuviera completamente bien necesitaba algunos meses de recuperación, pues sin darme cuenta había estado semanas en aquella cama. Con Michiru acordamos casarnos cuando saliera del hospital, nuestros padres estaban más que complacidos.

Hoy, este día nunca lo olvidaré, pues hoy empieza mi nuevo comienzo, nuestro nuevo comienzo...

Nuestro casamiento.

¡Hola! *c va corriendo antes de que le maten* perdón D':

Gracias por seguir la historia, por llenarme de comentarios que me anima a seguir. No se cuantos capítulos más tendré esta historia, pero creo que 1 o 2 y el prólogo :3

¡Gracias por leer! Hasta la próxima.

-Kaze

Un matrimonio arreglado no es tan maloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora