Durante siete días, he de publicar algo para ustedes. Algo que ni el mismo Ares soportaría leer. ¿Y saben por que? Porque el azúcar en estas historias, forman algodones que te puedes comer a lágrimas.
#BNHAWeek2018
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Como primer grado ellos siempre debían mostrar una actitud responsable y madura, leyes que se establecían y se recordaban cada que se les era posible; sin embargo eso era casi imposible de cumplir, todo y por la estúpida razón de que nunca iban a faltar los tarados que se tomaran todo a juego, como en ese momento, donde Todoroki intentaba leer una de las páginas de Filtros y pociones mágicas, pero no podía lograr su cometido como quería, ya que tenía a dos compañeros a su lado que no dejaban de interrumpir su lectura. Podría fácilmente ir con su profesor y pedir un cambio, pero no quería moverse a otra mesa donde hubiesen más estúpidos, como aquellos de la casa Hufflepuf, quienes llevaban alrededor de diez malditos minutos riendose por las palabras que venían en el libro.
Tomó una larga respiración e intento hablar con uno de sus compañeros designados.— Bakugou, sólo es una pequeña porción de moco de gusano, harás que se vuelve de un color diferente —y aunque intento con todas sus fuerzas no sonar rudo o de alguna manera que ofendiera a su compañero, no pudo. Ese idiota era un terco.
—¡Yo se como mierda hacerlo, estúpido mitad-mitad! —Todoroki suspiró y siguió leyendo las instrucciones.
Estaban tres de las casas más destacadas con un profesor que por más que gritaran no despertaba, era algo sorprendete que con ese tipo de clases Aizawa decidiera permanecer dormido, pero bueno, tenían a un Ravenclaw que no dejaba de dar ordenes como loco, regañando a diestra a siniestra a aquellos que no mantenían el orden.
Entre ellos, su compañero, su novio: Bakugou, obvio— ¡CIERREN EL PICO! —gritó exasperado.
—¡Bakugou! ¡Esta contra del reglamento alzar la voz! Por lo tanto te pido que guardes silencio para aquellos que necesitan concentrarse —Y como era costumbre de aquel Ravenclaw, agitaba las manos al hablar.
—¡¿PERO POR QUE A MI?! ¡ESAS MIERDAS NO HAN DEJADO DE REÍRSE, CARAJO!
La clase quedo en completo silencio después de esos gritos, era incómodo y un poco vergonzoso que a veces hacían el ridículo. Pero bueno, no faltaba quien empezara la guerra de nuevo—Hey, viejo —susurró Kaminari a su compañero pelirrojo, quien ahora intentaba leer la poción.
—¿Que sucede?
—Te reto a que pruebes lo del caldero —sonrió con malicia, era una muy mala idea, muy mala.
—Viejo, acabas de escuchar a Bakugou. No quiero mas problemas.
—O si no, dejas de ser un hombre —¡Pum! punto débil de Kirishima. Pero aunque su subconciente le dijera que no, que terminaría en un completo desastre y con un castigo de limpiar los asqueroso baños, además de que no llevaban ni la mitad de lo que debian preparar, aun le faltaban las púas de cuerpo espín, pero, bah, ¿que más daba?
Miro dolido a Kaminari y sin antes asegurarse de que alguien los estuviera viendo, metió un dedo en el caldero rápidamente y se lo metió a la boca.
