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Disfruta de el primer capítulo.• ────── ✾ ────── •
"Ten conmigo una charla amena, podrías contarme sobre tus miedos y esperanzas."
|Deeper Conversation - Yuna|Desconsolado, lloraba un niño de no más 6 años; se hallaba parado tras la puerta de la enorme Iglesia, viendo como en el centro de esta se casaba su madre.
Su llanto no era triste, ni desesperado como un berrinche. Era un llanto feliz, estaba tan feliz que su madre decidiera volver a intentarlo después de lo doloroso que fue vivir con aquél hombre alto e imponente de gran bigote; al que una vez llamó padre.
Veía, desde el umbral de la Iglesia preciosamente decorada, como su madre le sonreía con amor a aquel hombre.
Aún con tan corta edad ya podía discernir entre las miradas de amor y de odio, vivir con aquel hombre agresivo, mínimo, le había dejado algo bueno, o eso creía.
Miro de nuevo al hombre que hoy se casaba con su madre, no era ni más joven ni más adulto que ella; aún recordaba aquel día que su progenitora lo trajo a casa a cenar: Era una gélida tarde invierno, hacía exactamente 5 mese desde que él y su madre habían abandonado a su padre, viviendo en unos departamentos los cuales a pesar de pequeño, eran perfectos para ellos. Todo era perfecto si dentro no se hallaban los gritos de ese hombre.
Su madre entró, él le esperaba en la Sala mirando un programa que lo había cautivado poco después de verlo entre comerciales; cuando corrió a recibirla se encontró con una cara nueva, temió un poco. Pero, ver a su madre tan serena, despreocupada y, hasta sonriente, le hizo tenerle solo un poco de confianza por ese momento.
Esas cenas día tras día se fueron convirtiendo en salidas ocasionales, hasta días enteros de convivencia.
Y hoy volverse una boda y una nueva vida justos. Como una familia.
Al paso de un año de relación, es que su madre decidió casarse, no sin antes pedirle permiso al menor.
Ese día lo recuerda con perfección, se sintió tan importante, pero a la vez dentro de él emergía un nuevo miedo.
¿Y si ocurría lo mismo que con su anterior padre? ¿Y si él también le pegaba? ¿O a su madre?
Debido a la repentina negación del niño, es que la madre decidió esperar otro par de meses para poder tratar ello con más delicadeza.
Y junto a esos meses, el hombre no decidió abandonar tampoco a la mujer; llevaba al niño a diferentes parques de diversiones, paseos, regalos, intentaba ganarselo así también como su confianza.
Estába enterado de todo lo que había ocurrido en su anterior relación. Pero, ella le había dado la oportunidad, así, que no iba a dejarse ganar por las malas experiencias del ayer, cuando podía darles nuevas y hermosas experiencias con su futuro.
Poco a poco el niño comenzó a ceder, no por el nuevo hombre, si no por lo mucho que amaba a su madre.
Y porque entendió esa pequeña parte, esa minúscula parte; él la aceptaba a ella y a su hijo.
- ¿Por qué lloras?
[... ]
- Izuku... Izuku, ¡Izuku!.