INESPERADO

Donde todo ¿Empezo? Parte II

      Al día siguiente asiste con normalidad al colegio, por alguna razón estaba más animada... Se me había cruzado por la cabeza presentarme con el grupo de Naomi pero había descartado esa idea inmediatamente, no quería involucrarme más.  El día transcurrió, las mismas clases, los mismos maestros, la misma sensación de estar haciendo algo mal todo el tiempo, hasta que toco timbre para el receso, al salir al patio me dirigía a donde estaban mis amigas y escuche una tierna risa, era Naomi y me sentí feliz de verla tan alegre con sus amigas. Como algo involuntario me acerque y no se exactamente porque mi vista se posó en sus ojos cafés brillando por el sol...

—Hola soy Yamile... nos... nos conocimos ayer, solo viene a saludar un rato —balbuceé y sentí como sus amigas me miraban algo extrañadas.

—Si, te recuerdo muy bien Yam, ellas son mis amigas... Paola —dijo señalando a la chica que estaba a su lado, tenía el cabello rubio y largo, usaba gafas al igual que ella, era menos delgada que Naomi pero igual tenía un buen cuerpo, tenía la piel muy blanca, mucho más blanca que Naomi lo que hacía resaltar sus labios rosados... —Ella es Belén aunque aquí le llamamos Bel —continuó Naomi señalando a una chica muy sonriente y a la vez chiquita, su enorme sonrisa dejaba en evidencia que usaba braquets y no se le veía nada mal, no era tan delgada como las anteriores sin embargo su rostro llamaba la atención de muchos, era hermosa y su físico la ayudaba ya que era muestra de que la pubertad si cambia el cuerpo —Este poste andante es Claudia y está un poco loca, así que no le hagas mucho caso...—dijo Naomi mientras señalaba a una chica altísima, morena, vestía unos colores un poco escandalosos pero que le quedaban muy bien, tenía un lunar justo al lado del labio...

—Hola... —dije mirando a todas —me llamo Yamile pero pueden decirme Yam. Cumplí 15 la semana pasada y me gusta mucho la soda —dije de golpe como si estuviera dando una entrevista de empleo o algún test de personalidad.

—Pues creo que te faltaron algunos datos como, ¿donde vives y con quién?  —dijo Paola

—¿Tienes hermanos? —exclamó Belén.

—Pero que sean guapos —agregó Paola.
—O hermanas... -dijo Claudia con una mirada juguetona.

—Tranquila no tienes que contestar a todas sus preguntas —dijo Naomi mirandolas –Como ya te había dicho, son un poco locas —continuó con una sonrisa.

—No importa creo que puedo acostumbrarme a la locura —dije mirando a Naomi.

—Puedes sentarte si quieres, bienvenida a nuestra humilde familia —dijo Naomi.

      Procedí a sentarme al lado de Claudia y estaba interesada en conocer, aunque sea un poco, sobre cada una de ellas, sentía que cada una ocultaba un mundo que aún no había conocido pero que estaba dispuesta a explorar, por alguna razón más de Naomi, estaba tan interesada en saber el porqué de su herida en el brazo, el porqué de las miradas algo extrañas que me lanzaba y el porque entre tantas chicas y chicos me fijaba más en ella... Claudia rompió el hielo haciendo una curiosa pregunta...

—Entonces... Yam, cierto?...¿cuántos chicos has besado hasta ahora? —dijo mirándome con una expresión un poco chistosa.

—Bueno es que yo... no eh besado a ningún chico... —dije mirándola, nosé porque me sentía avergonzada al decir eso.

—Ahhh, entiendo... entonces a cuántas chicas besaste —dijo sin retraimiento alguno, yo miré a Naomi como por instinto sin saber que contestar exactamente.

—jajajajajaja. No me refería a eso, es que... yo no eh besado a nadie de nadie —dije cuidando a detalle mis palabras para que entendiera que literalmente a mis 15 años no había sentido lo que es besar a una persona, ni el amor en si.

—Tranquila no eres la única... —dijo Paola mirando a Belén –Bel tú podrías contarle tus experiencias a nuestra nueva amiga jajajaja... —continuó con tono sarcástico.

—Calla Paola... no me avergüenza decir que yo tampoco eh besado a nadie, así que tranquila no eres la única Yam —dijo Belén mirándome.

—Chicas no queremos que Yam se vea obligada a irse... disculpa aveces a Claudia se le da por preguntar cosas así —dijo Naomi con una sonrisa en el rostro —Claudia es un poco más liberal que todas con respecto a esos temas porque aunque no me creas su lista de novios es enorme —prosiguió entre risas, mirando a Claudia.

—Ay Naomi, no le creas Yam, solo eh tenido 5 novios, el resto no cuenta porque solo fueron besos, así que no exageres delante de nuestra nueva amiga —dijo Claudia mientras sus mejillas se coloreaban de rosado.

      Luego de unos 5 min después de esa extraña conversación sonó el timbre y tuvimos que ir cada una a nuestras aulas, vi como Naomi avanzaba junto con Paola al aula 1c, Claudia y Belén estaban en 1a y yo en 1b, desde que empezó el año era el primer receso que de verdad me entristecía que haya terminado ya que en serio la pasé genial con Naomi y su grupo de amigas, a pesar de habernos conocido recién ese día, sentí que había confianza y quería que esa charla se vuelva a repetir, pero no estaba segura de que eso querían ellas, y justo antes de entrar a mi aula, vi a Naomi de lejos...

—Espero verte en el receso de mañana Yam —dijo mientras se despedía con una mano.

—Yo igual Naomi —dije mientras notaba otra vez esa extraña pero a la vez cautivadora mirada combinada con una tierna sonrisa en el rostro de Naomi.

      No me había puesto a pensar, en todo el día, en mis amigas... decidí que era hora de probar nuevas cosas y cambiar de grupo, sobre todo porque estás nuevas e increíbles personas que había conocido me habían dejado con ganas de saber más sobre su pasado y sobre todo, de hacer cosas nuevas en compañía suya y eso era lo que más quería, que ellas se convirtieran en mi grupo de amigas perfecto, que hiciéramos todo juntas, me encantaba la idea de tener alfin amigas que de verdad me entendieran, me sentía más cómoda con ellas y sobre todo más libre para ser yo misma, aquella chica que parece la mas fría del mundo pero en realidad guarda muchos sentimientos, aún inmadura y sin experiencia en el amor, aquella adolescente dispuesta a probar cosas nuevas y que aún le quedaban miles de aventuras por vivir y quería que quienes me acompañaran en esas locas y divertidas aventuras fueran esas chicas que no se parecían en nada pero estaban unidas por un fuerte lazo que aún desconocía.

      Pasó un mes entre risas y bromas, de recreos interminables en los que me sumergía a un mundo nuevo inexplorado en el que podía ser libre de dar mi opinión respecto a varios temas interesantes y a la vez podía reír a carcajadas como si nadie observara, sentía que alfín estaba encajando y no me arrepentía de haber dejado atrás viejas y ya perdidas amistades. Pero aún quería investigar a mis nuevas amigas a fondo, así que tome la decisión de hacer una pijamada. En una revista adolescentes había leído que las pijamada a nuestra edad estaban llenas de hormonas y alcohol, entre otras cosas, pero que también era una oportunidad para revelar sin querer secretos muy bien guardados. Pedí permiso a mis padres, quienes primero se negaron pero de tanta insistencia aceptaron y mi hermano era el más descontento ya que odiaba la idea de escuchar risas y cosas de "chicas" toda una noche, le dije que no se preocupara, que no lo íbamos a molestar para nada, estaba muy emocionada, era nuestra primera pijamada y tenían que venir todas, no eh tenido muchas pijamadas en mi vida pero creía que está iba a fortalecer los lazos entre amigas porque como suelen decir, "la noche te vuelve más romántico, más poeta, más sincero".

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Muchas gracias por continuar leyendo, cuento con tu apoyo para que está historia llegue lejos...

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