"La otra cara de la moneda"

19 5 3
                                    


      Siempre eh sido una chica muy alegre, a pesar de vestir de negro mi cabeza está llena de colores, tengo un arcoiris de sentimientos dispuestos a salir en cualquier momento por aquella persona que verdaderamente valga la pena y encontrar esa persona es más difícil de lo que pensé.
Mi padre, al cual amo a pesar de todo, eligió mi nombre, 'Naomi' según el, está relacionado con la belleza, nunca me eh considerado realmente "bella", a mis 16 años mi cuerpo es relativamente formado, soy delgada y alta o eso dicen. Los chicos si me atraen, y mucho, tal vez esa sea la razón de que a los 16 ya no era virgen pero no me arrepiento de nada, siempre eh sacado buenas notas y me va bien en el colegio. Lo que más atesoro son mis amigas, las amo enserio, son el mejor regalo que me dio el destino, conocerlas me ayudó mucho en todos los aspectos.

      Lamentablemente en mi vida no es todo "color rosa", en mi primer año de primaria mi madre nos abandono por otra vida, una con un hombre que le podía dar todas las comodidades que ella quería, nunca pensó en mi, no me sorprendí cuando me llegó la noticia de que se iría, la verdad es que siempre me insultaba y me trataba mal a pesar de mi corta edad, mi padre y yo quedamos solos en casa y empezamos a cuidar uno de otro, éramos felices a nuestro modo, crecí como su princesita, hasta que llegó Roxanne, mi madrastra, ella fue la que le dió inicio a mi infierno.
Cuando mi padre la conoció yo estaba en tercero de primaria, aún soñaba con unicornios y varitas mágicas, y ella me arrebato todo eso. Roxanne quería a mi padre, o eso decía, y el la amaba, pero yo sabía que él solo deseaba llenar el vacío que había dejado mi madre.

      Roxanne me enseñó lo cruel que puede llegar a ser el mundo, me decía que estaba obesa y que nadie me iba a querer así lo que me llevo a sufrir un cuadro de anorexia a los 10 años, no comía, y mi padre no hizo nada al respecto, el y Rox, cómo le gusta que la llamen, salían todas las noches y regresaban hasta muy tarde, mi infancia se volvió una etapa gris en las que apenas dormía. Rox empezó a comprar mi ropa, se deshizo de toda los colores llamativos, de mía vestidos y mis diademas, y los reemplazo por ropa negra y tonos oscuros, echo a la basura todos mis pósters y juguetes, y todo lo que en ese momento me hacía feliz.

      Mi padre cayó en depresión a causa de ella, lo engaño, para cuando mi padre se enteró yo ya llevaba un buen tiempo de saberlo. Había visto a Rox y a su amante en casa cuando mi padre trabajaba, yo tenía 12 años y los sorprendí desnudos en el mueble de mi sala, no dije nada pero ella se dió cuenta y me pegó, lo hacía muy seguido, realmente quería deshacerse de mí, unas semanas después fue mi padre quien los soprendió en su propia habitación. Los echo a ambos de casa, quise correr a abrazarlo pero algo se había roto en el, saco una bebida y se tiró al sofá, estuvo allí tomando toda la noche. A mis 13 años ya no supe nada más de Rox, había vuelto un par de veces después de que mi padre la descubriera, pero solo para tratar de disculparse y que el la echase a gritos de casa. Mi padre tomaba todos los días, ya no hablábamos, no tenía tiempo para mí todo estaba mal, en el colegio me empezaron a molestar por ser tan delgada y alta, eran chicos mayores y no sabía que hacer al respecto, empecé a bajar mis notas y mi padre no se enteraba de nada, estaba muy distinto y yo lo extrañaba demasiado.

      En octavo grado empecé a cortarme, sentía alivio, prefería sentir dolor físico para despejar un poco el emocional, no tenía ganas de hablar con nadie y la ropa que Rox me había enseñado a usar era ahora mi favorita, estamos hablando de pantalones muy ajustados y croptops que no me llegaban a cubrir el ombligo. A un año de pasar a la secundaria me di cuenta de que ya no era la misma, y no me molestó en lo absoluto, me sentía tan rota por dentro y creía que cortándome las heridas internas iban a sanar más rápido, pero no fue así.
Lo que verdaderamente me ayudó fue conocer a mi mejores amigas, todas son tan diferente, pero nos une el sentimiento de considerarnos nuestra única familia, todas teníamos problemas en casa y necesitábamos a alguien para que nos ayudará a salir del pozo oscuro en el que habíamos caído.

      Primero conocí a Belén, o Bel como me gusta llamarle, es una chica extrovertida, hablaba con todo el mundo y por consiguiente conocía a una gran cantidad de personas, desde la más popular del salón, hasta la chica rara con la que nadie hablaba y esa era yo. Belén iba siempre con una sonrisa en el rostro y contagiaba su alegría, hasta ahora es un misterio para mí el porque decidió hablarme aquel día de noveno grado en el patio de la escuela. Era el tercer día de la primera semana de clases y estaba sentada en las bancas del patio, sola, como siempre, recuerdo que estaba concentrada en un libro que recién había empezado a leer...

—¿Sabes que es lo que más me gusta de ese libro? —dijo ella sentándose a mi lado.

—Ehh... Que el protagonista no se va a enamorar perdidamente de una mujer inalcanzable? —dije con tono sarcástico ya que era exactamente lo que pasaba.

—Eso sí me causo gracia —dijo ella sonriendo ampliamente —Soy Belén por cierto, pero puedes llamarme Bel, un gustó...

—Naomi, y puedes llamarme Naomi, me gusta así —dije yo sonriendole inconcientemente.

—Eres muy divertida —dijo ella claramente sorprendida, no estaba acostumbrada a hablar con nadie, y mucho menos a ser chistosa —Claro que no te lo dicen muy seguido porque tú sentido del humor esta oculto debajo de tu apariencia misteriosa Naomi, y muy atractiva por cierto —dijo guiñando un ojo.

—No suelo ser sarcástica, en realidad no suelo hablar con muchas personas, nosé porque estoy hablando de esto contigo —dije pensando que ya me había abierto demasiado con una chica que apenas conocía... —De echo creo que mejor voy a continuar leyendo si no te importa —dije en un tono muy frío para que se diera cuenta que no tenía ganas de hacer amigas en ese momento.

—Esta bien, no te preocupes, me puedo quedar sentada aquí solo mirando como lees, no es que tenga algo más interesante que hacer —dijo ella acomodándose en su sitio —Yo creo que todo el mundo necesita de un amigo, aunque sea solo para discutir sobre libros o maquillaje gótico —dijo y no pude evitar reír después de escuchar ese comentario.

—Maquillaje gótico, es así como me ve el resto, ¿De verdad? —dije mientras reía como hace ya tiempo no lo hacía.

—Toda esa mascara de pestañas no pasa desapercibida créeme, no es que te quede mal, de echo a los chicos le gusta tu apariencia —dijo Bel con una de sus mejores sonrisas —me gusta tu risa Naomi, deberías hacerlo más seguido.

—Creo que tienes razón —dije cerrando el libro en el había estado concentrada.

—¿Ah sí? —dijo ella con aire triunfante —Y, ¿en qué tengo razón exactamente de todo lo que dije?

—En que todos necesitamos un amigo, al menos para consejos de maquillaje, ¿no? —dije yo sonriendo.

      Ese día Belén se quedó conmigo hasta que termino el recreo, empecé a abrirme un poco más a la oferta que ella me había echo de pasar todos los descansos viéndome leer, me hacían gracia sus comentarios divertidos y me gustaba su forma de ser, tenía una personalidad muy atrayente.

      Pensé que Bel podría alegrar mi día aunque sea solo en los descansos de la escuela, podría ser ella lo que me estaba faltando, podría ser que de verdad necesitará una amiga en quien confiar, decidí darle una oportunidad y fue la mejor decisión que tome ese año.



——————————————————
************************************
Solo para agradecer el apoyo de los pocos lectores que tengo hasta ahora y disculparme por la tardanza en subir nuevo capítulo :3

‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡

Quiero saber qué les está pareciendo la historia y que cree que pasará después...

~ForYou~

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 11, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

INESPERADO  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora