—Aún no entiendo cómo quieres ser mi amigo... Solo doy molestias...—
—¡No digas eso Jin.! Los demás niños no saben lo que hacen... Se pierden de alguien tan genial como tú.—
No hubo respuesta... Al contrario, solo pude escuchar a mi pequeño amigo sollozar...
—¿J-Jin..? ¿Qué pasa? ¿D-dije algo malo?—
Nuevamente no hubo palabras, como respuesta sus pequeños brazos rodearon mi torso y su cabezita escondida en mi cuello.
—Gracias NamJonnie... Gracias...—
Y desde ese momento supe que no debía separarme de ti jamás...
