Camino con mi mochila al hombro,por el camino que va dirigido al poso.
E decidido irme unos días,estoy demasiado agotada como para quedarme.
De mi sale un suspiro.
Pero por alguna extraña razón no me encuentro cansada por Inuaya.
Esta ves es por alguien diferente, el me tiene tan confundida,el actúa de una manera que me vuelve loca.
Y me enoja no saber porque.
Tal ves es solo algo temporal,algo que pasará.
Pero debo dejar de pensar,ahora lo único en que debo pensar es en mi cómoda cama,y en una caliente tina,esperándome.
Camino unos metro hasta que me topo con el hombre que me atormenta.
El esta recostado en el tronco de un árbol.
Sus ojos están será dos.
El parece dormido.
Me pongo a su altura y miro su rostro.
Es como si hubiera sido tallado por los mismos dioses.
Estiro mi mano para tocar una de sus marcas.
Siempre me llamo la atención sus marcas.
Al tacto era suave,como la piel de un bebe.
Me inclino mas contra el.
Quedando a unos metros.
Con mi dedo toco su marca y ajo todo un camino hacia la otra.
Es adictivo tocarlo.
Pero de repente mi mirada se posa en su frente,mas especifico en la luna menguante.
Estaba a punto de tocarla cuando,una voz fría me interrumpe.
-Miko se te esta haciendo costumbre tocarme.
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Mi compañera.
De TodoAome se encuentra a Sasshomaru en el bosque herido. Pero había algo diferente en el. Su pelo platiado se vuelve negro y sus marcas desaparecieron. ¿Que demonios esta pasando?