Casados por conveniencia -MaelxMeliodas -

Cap 6: Nuevo hogar

Ya habia pasado una semana desde la boda que habia puesto fin a la gran guerra santa, todos los clanes parecian irse recuperando en ese corto lapso de tiempo al ya no tener que luchar todos los días.

El sol recien asomaba el septimo día en la casa en la que que los recien casados habian pasado su luna de miel, sus leves pero luminosos rayos encontraron por donde colarse entre las cortinas, iluminando la cara de cierto arcangel que dormia tan placidamente junto a su pareja, tal parecia que al sol le gustaba joderle, pues apesar de que su lado de la cama era el que daba contra la pared y no contra la ventana, los benditos rayos siempre le atinaban unicamente a su cara todas las mañanas.

Con su sueño interrumpido, no tuvo más remedio que levantarse de la cama, al hacerlo noto como Meliodas se encontraba todavia en los brazos de morfeo, acurrucado en la cama mientras abrazaba una almohada.

Una sonrisa aparecio en su rostro y revolvio un poco los cabellos del demonio, indicandole que era hora de levantarse.

Hoy debian volver al reino de las diosas, y por ende debian empacar sus cosas para volver.

El principe del clan de los demonios abrio sus ojos con pereza, y lo primero que hizo fue buscar a Mael con la mirada, quien le devolvia esta con una calida sonrisa, lo que provoco que el rubio sonriera un poco y se levantara.

En los siete días que habian estado ahi, el y el arcangel se habian vuelto más cercanos, lo que llevo a una clara mejora en su relacion.

Mientras ambos se alistaban, el arcangel noto como apesar de ya haber pasado siete días, la herida de la mordida seguia ahi.

- meliodas...¿que es esto?

Pregunto confundio mientras señalaba su herida en el cuello, a lo que el mencionado no pudo hacer nada más que bajar la cabeza, avergonzado.

- cuando un demonio lo hace con su pareja... es normal que se le escape una mordida que indique propiedad... solo desaparece cuando los dos deciden separarse por voluntad propia... perdon...

La verguenza era clara en el rubio, pues el no habia tenido la intencion de morder al más alto en aquella ocasion, simplemente no se pudo controlar.

Contrario a la reaccion irritada o molesta que esperaba por parte de su esposo, este solto una risita y despeinar el cabello del más bajo, no se encontraba enojado, habia sido un instinto que no pudo detener y ya esta.

- tranquilo... no estoy molesto, vamos a terminar de empacar ¿sí?

El demonio asintio con la cabeza y empezaron a alistar todo para volver al territorio de las diosas.

Ya cuando habian terminado, el oji-esmeralda noto que el carruaje ya estaba ahi, indicando que era hora de irse.

El camino fue silencioso, pero no tenia el aire tenso de la ultima vez, de hecho de vez en cuando el arcangel hacia reir al más pequeño, o le acariciaba los cabellos para relajarlo.

Cuando alfin llegaron, Mael le dio las gracias al conductor y bajo su equipaje igual que Meliodas.

Lo primero que vieron ambos fue a dos  jovenes diosas que corrian hacia ellos con un rostro de felicidad, seguidas por un arcangel de cabellos negros que parecia estar irritado, por obvias razones.

- ¡ Mael, me alegra que ya estes devuelta! Oh y, un gusto conocerlo, Meliodas

- Tambien me alegra volver elizabeth.

- El gusto es mio.

- ¿Como les fue? ¿ les gusto la casa?

- sí.... y tu y yo tenemos que hablar sobre "esa nota" nerobasta

-....*gulp*

El demonio pudo notar como esas chicas parecian ser cercanas al chico, pero no le molestaba, dudaba de que fuera a pasar algo, y la presencia de las dos era comoda.

No se puede decir lo mismo del arcangel que las seguia.

- ¡Mael! Te extrañe hermanito

- ¡Ludociel! Y yo a ti

- ¿hum? Oh.. hola, meliodas.

- hola ludociel.

El ambiente tranquilo que el pelinegro desprendia al ver a su hermanito, se desvanecio apenas vio al demonio, volviendo el aire tenso.

- eh... ¿necesitan ayuda para llevar eso a la casa ?

- Tranquila elizabeth, nosotros lo haremos.

El arcangel de mayor poder del lugar, en un intento de calmar las tensiones, toco el hombro de su esposo y le dedico una sonrisa, la cual fue devuelta y que parecio indignar a su hermano mayor, a quien tambien le sonrio, pero aunque era una sonrisa amable tenia una mirada de "te calmas o te calmo" lo cual sorprendio al pelinegro, pues su hermano nunca fulminaba a nadie con la mirada.

- " demonio mala influencia"

Penso.

Tras ese encuentro algo tenso, la pareja se dirigio a la habitacion del arcangel, la cual era bastante grande, ya que era practicamente una casa.

Tras acomodarse en la habitacion meliodas noto algo, habia olvidado su ropa en el lugar donde se bajaron del carruaje.

- ya vuelvo, deje una maleta.

- ¿necesitas que te acompañe?

- tranquilo no me perdere.

Y adivinen quien se perdio buscando la salida.

- me cago en todo.

- ¿necesitas ayuda?

Cuando volteo su mirada hacia la voz, vio a la hija de la deidad suprema que lo miraba con una sonrisa amable.

- emm si... necesito ir a recoger una maleta.

- ¿esta?

La chica levanto una maleta que traia en la mano, ella habia notado que se le habia quedado una maleta y fue a buscar al rubio.

- sí, gracias.

- no hay de que, y.. lo siento por lo de lord ludociel, el tiene algo de rencor hacia los demonios.

- no lo culpo.

Tras intercambiar unas palabras, la joven diosa guio a demonio devuelta a la habitacion de mael que ahora era su casa, para evitar que se perdiera de vuelta.

Al llegar, se despidieron y el chico entro analizando cosas, aparentemente la estancia no seria molesta, siempre y cuando no se topara con Ludociel muy seguido.

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