Capítulo 8.

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Pasó una semana y yo ya me había recuperado.

Todo el tiempo en el que estuve enferma me sentí mal. No podía cantar y, para evitar contagiarlo, me prohibieron besar a Adam.

- Adam..., hay que comprar las cosas para hacer el proyecto.- Dije a Adam mientras se comía un helado de chocolate.

- Pero..., estamos muy a gusto aquí comiendo helado.- Dijo él haciendo un puchero, lo que iba lograr que cayera en su truco.

- Oh, vamos Adam. Son sólo cinco minutos, ahorita volvemos.

- Te voy a besar en contra de tu voluntad eh.- Dijo Adam tratando de besarme. Pero fui más rápida y embarré todo el helado en su cara.

Quitó sus manos de mi rostro y comenzó a limpiarse sin lograr gran cosa. El helado aún estaba por todo su rostro. Solté una carcajada al ver lo gracioso que se veía de esa manera.

- ¡No te rías!- Dijo levantando la ceja.- Eres una chica mala.

- Voy a comprar las cosas, al parecer tú no quieres ir.- Dije levantándome de su pierna.

- Okay, okay, vamos.- Se levantó.

Caminamos hacia la tienda en la que íbamos a comprar las cosas para el proyecto de Ciencia(Biología). Adam iba muy callado, pero no hice caso. Cuando se enoja hace eso para que le cumpla su capricho, pero no lo haré.

- ¿No lo lograré, verdad?- Preguntó Adam mientras entrelazaba su mano con la mía.

- ¿Qué?- Pregunté haciéndome mensa.

- Nada, no lo haré.- Dijo él bajando la mirada.

- Adam, siempre hago lo que tú quieres. Ésta vez me toca... Vamos a mi casa, hacemos el trabajo y ya salimos a pasear.

- Okay... Pero, no, nada.- Bajó la mirada.

- Algo tienes.- Dije abrazándolo.- Puedes decirme lo que quieras, amor.

(Que cursi se escuchó eso ^)

- Es que..., ¿recuerdas la persona que murió hace poco..., mi tía?- Asentí sin comprender qué estaba pasando.- Ella es mi madre, mi verdadera madre. La que me cuida es mi tía, intercambiaron papeles.- Dijo él bajando la mirada. ¿Por eso lloró tanto? Oh Dios, pobre Adam.

- Adam, ¿por qué no lo dijiste desde el principio?- Pregunté mientras tomaba su mano. Levantó la mirada y luego la volvió a bajar.- Adam, háblame.- Tomé su mentón y levanté su rostro. Por sus mejillas corrían pequeñas lágrimas.

- La extraño.- Dijo por fin.- La extraño mucho, quiero que esté aquí..., conmigo.- Se recargó en mi hombro  y siguió llorando.

Oh Dios, ¿qué hago? No soy buena en ésto.

- Ella, está en un lugar mejor y sé que está muy orgullosa de ti.- Dije mientras lo abrazaba fuerte.

- Eso espero.- Habló suspirando

Seguimos caminando. Intenté no tocar el tema de su mamá, pero él lloraba sin parar. Cuando llegamos, vi que allí se encontraba la madre de Adam.

- Hola, M...mamá.- Dijo Adam con dificultad y pude ver como se ponía a llorar de nuevo.

- Hola A... ¿Qué te pasó Adam? ¿Por qué lloras?- Me miró.- ¿Qué le hiciste, ______?- Preguntó levantando la ceja.

- Yo no hice nada.- Respondí firme. ¿Cómo le haría algo a mi novio?- ¿Cómo le haría algo a Adam, eh?

- Pues no lo sé.- Respondió levantando la ceja de nuevo.- Todas son completamente iguales.- Dijo abrazando a Adam. ¿Todas iguales? ¿Cree que soy igual de pu** que la mayoría, por que no todas son así? ¡En ésto si se pasó!

My Dream.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora