Capitulo 1: La ciudad elfica de Sha'nar.

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La ciudad elfica de Sha'lar era una urbe ubicada en el centro del bosque de etherios. Aunque no se trataba de la única ciudad en él, si que era la más grande, siendo incluso del doble de tamaño en comparación con Wingerd, la capital del reino de las hadas. Sus torrecillas, creadas a partir de una piedra color azul celeste y tan altas como el árbol antiguo, Cie'lefanie, rodeaban la ciudad, protegiéndola gracias a una magia antigua, la cual repelia el ataque de las criaturas mágicas que se pudieran acercar demasiado. Aunque el mismo bosque ya contaba con una protección similar, se decía que las torres también los protegían de enemigos en tiempos de guerra, pero eso no estaba comprobado.

Dentro de la protección de las torres de encontraba la urbe en sí. Las casas se mantenían resplandecientes y de un hermosos color blanco gracias a la roca de iris de la que estaban hechas, mientras que las calles se habían empedrado de gemas slevias, las cuales se mantenían estables en un color negro durante el día, pero en la noche adquirían un ligero brillo cuyo color variaba según la cantidad de sol que recibieron en horas diurnas.

Era en una de esas casas, famosa entre los lugareños por tener a uno de los mejores pintores de la ciudad, donde se desarrollaba una discusión familiar.

—¡Mantente quieto! —gritó Zalia, quien se encontraba al lado de un viejo pintor elfo, que parecía contrariado.

—No sé porque tengo que hacer esto... —se quejó Delien por sexta vez, pero obedeció a su hermana y se colocó en el lugar que el elfo le había asignado, atrás de Marie y Kein.

—No te quejes, podría haber sido mucho peor —le susurró el joven de cabello violeta.

Ya hacía unos días que Kein había despertado, pero aun mostraba las secuelas de su largo sueño.

Aún no se podía mover bien y su peso seguía sin ser el óptimo, además de que en ese instante sufría de una leve gripe ocasionada por la pérdida de su sistema inmunológico al estar tanto tiempo sin la magia para que lo defendiera.

Gracias a la ayuda de los elfos, sobretodo de un viejo amigo de Delien, el daño no había sido más grave, de lo contrario el joven no habría sobrevivido.

—Delien, es un recuerdo —dijo Marie, tratando de calmar el ambiente—. Sólo será por unos momentos.

—¿Y por qué Zalia no tiene que hacerlo?

—Porque fue mi idea, por tanto tengo inmunidad. Ahora no te quejes y quédate quieto.

Ante la mayoría de votos, Delien tuvo que ceder.

Como bien había dicho, la idea del cuadro había sido de Zalia. Aunque había dicho que era para tener un recuerdo de que habían estado en esa ciudad, Delien estaba seguro que tenía una intensión oculta. Tal vez no mala, pero oculta.

Delien se quedó quiero para que el elfo pudiera trabajar, mientras pensaba en lo que había ocurrido esos días.

Si bien en principio tuvo la intención de quedarse solo unos días, ya casi había pasado un mes desde que se separó de Veli y cada vez estaba más cerca la fecha de su reencuentro. Bien podría marcharse en cualquier momento, el problema era...

No me quiero ir...

No solo era porque la débil relación con su hermana había mejorado un poco, también estaba el hecho de que, quitando a Veli, esos dos jóvenes eran las primeras personas en mostrar un genuino interés en él. Ya en varias ocasiones se habían quedado hasta muy tarde en la noche escuchando sus historias, tanto de su viejo mundo como de éste. Y en ninguna de esas ocasiones sintió repulsión por su parte.

Theria Volumen 0.1: El hombre que no quería ser un héroe (pausada)Where stories live. Discover now