¿Dónde me había metido? ¿Iba a estar todo este tiempo viviendo con ese tal Harry? Ni siquiera sabía quién era él. Ni él sabía quien era yo. ¿Por qué estaba tan tranquilo? ¿Quién no le dice a ese chico que yo vendría a robarle? Su extrema tranquilidad me desquició hasta el extremo de no saber si había hecho bien en venir a Londres a encontrar trabajo, pero me paré a pensar intentando tranquilizarme y recapacité. Debía quedarme aquí al menos un par de meses. Mis padres se gastaron mucho dinero en este viaje, y en este apartamento.
Fui hacia mi cuarto. Sería lo mejor. Acomodar mis cosas para hacerme a la idea de que esta sería mi nueva vida. Deshice mis maletas, colocando la ropa en ese gran armario, el cual quedó medio vacío aún con toda mi ropa dentro. Me senté en la cama y saqué una de las fotos que me traje de Uruguay, junto a la lista de cosas por hacer que había escrito antes de venir a Londres. La foto era importante para mi. La de mi novio .