capitulo 1

60 3 0
                                    

- que opinas, que hacemos con esos dos
- no lo sé, tendremos que decirle al jefe
- si, eso es lo más adecuado
- porque estás tan nervioso, recuerda que no es la primera vez que hacemos esto
- p-pero era diferente, está vez es alguien a quien yo...quería demasiado
- tú mismo quisiste esto, no te puedes hechar para atrás
- ¡ Ya lo sé, cállate me pones más nervioso!
- súbete de una vez, antes de que te arrepientas y a quien tengamos que desaparecer sea a otro
- ¡joder basta ya!
Se subieron a una Kawasaki VN 800 y se fueron de ese callejón

Llegaron a un lugar obscuro, era subterráneo y oculto, se abrieron unas grandes puertas donde pasaron y después una serie de luces que guiaban el camino, el pasajero de atrás estaba muy asustado, claro que se arrepentía un poco de su decisión, cualquier cosa que se haga con la cabeza caliente resulta en tragedia, pero como antes le dijeron, no se podía hechar para atrás así que no tenía opción, su destino era ser casi un asesino, el mismo se catalogaba así, casi un asesino, el no iba a hacer el trabajo sucio solo iba a dar la información y otro tipo de cosas para exterminar a esa persona, en un abrir y cerrar de ojos llegaron tenía la cara fría a pesar del casco, las manos le sudaban y los pies le hormigeaban

-listo llegamos- dijo aquel hombre de piel morena, con ojos profundos y cabello obscuro, el era fuerte y tenía la apariencia, por supuesto que era fuerte al menos más que el, además de todo tenía gracia, tenía a cientos de chicas a su alrededor, y muchas de ellas eran tan perfectas que el sabía que ni soñando podría tener algo así

- ¿no me as escuchado? Te están esperando bajate no tengo todo tu tiempo
-si, ya me bajo- decía con nerviosismo aquel miserable mientras esperaba que aquel moreno se bajará también de la moto
- bien, escucha, irás derecho y después a la izquierda, si puedes trata de no ver más porque...tú solo trata de seguir tu camino y ya
- ¡¿no me vas a acompañar?!
-no hombre, ¿acaso crees que soy tu niñera? Ya mucho hice con traerte aquí así que luego nos vemos- decía burlón mientras miraba a aquel chico
-...

Al otro lado de la ciudad se encontraba otro chico, que esperaba con ansias que llegará la hora de ver pasar a la chica de sus sueños.
Le encantaba, toda ella era perfecta, le llenaba tanto el solo esperarla del otro lado de la calle durante un par de minutos o incluso horas, solo para verla corriendo con una sonrisa en el rostro mientras cruzaba la calle y se iba directo a sus brazos, abrazarla y sentirla cerca.
Mientras más pensaba eso se le hacía una sonrisa en el rostro inconscientemente, y después de cinco minutos, ahí estaba ella saliendo de su trabajo buscándolo con la mirada, y al encontrarlo su sonrisa volvía, cruzaba la calle con rapidez y con cuidado y cuando estaba cerca se echaba en los brazos de el, era muy simple lo que hacían, aveces solo podía verla de esa manera, después del trabajo y era como una rutina, pero no le importaba, al contrario siempre esperaba que el día avanzará más rápido para poder verla.
-te extrañe demasiado- decia ella aferrándose aún a el
- yo también, ya necesitaba verte, no sabes cuánto
Solo unas cuantas palabras, tampoco hacía mucha falta hablar, era raro y único a la vez, con solo estar uno con el otro era más que suficiente para ellos, era una recarga, algo vital para que pudieran seguir y seguir hasta conseguir lo que querían, a ese punto ya no podían funcionar si no estaban juntos, pero eso era lo que más les gustaba, el hecho de sentir que podrían morir si no estaban juntos, sabían que el hecho de esperar tanto era porque la vida les tenía algo preparado, algo hermoso y único, tal vez no en las circunstancias adecuadas, vaya que no, pero eso no les importaba sabía a lo que se atenían, pero bien dicen que el amor lo puede todo, y descubrieron que si.

Otro chico, se encontraba sentado en la acera de una calle, mirando las luces de la ciudad en silencio mientras el aire frío le pegaba en la cara, pensaba el ella, eso estaba claro, aveces sus pensamientos eran de amor, después tristes y de enfado, pero se daba cuenta que en cada pensamiento que él tenía llegaba una sensación indescriptible algo que solo se puede sentir cuando estás enamorado, se lamentaba y a la vez agradecía el hecho de tener a una mujer tan maravillosa como ella, pero porque la tenía que poner en su camino, siendo como es el con los problemas que tiene, sabe que no todo es para siempre y si no es para siempre que caso tiene el estar con una persona, es muy injusto, el la quería para el en todo momento, vivir feliz al lado de ella en una vida tranquila, una vida que ella mereciera pero la vida la coloco justo en ese momento en frente de el, quizá el destino así lo quería, si no era en ese momento nunca iba a ser, y tal vez no fuera tan feliz como es ahora, o tal vez...
Trataba de no pensar en eso, siempre su chica le decía "tenemos que disfrutar el momento, el tiempo que podamos estar juntos, nada es para siempre" casi siempre era por eso las peleas, el se negaba a no estar con ella, el que ella dijera que no era para siempre, para el era como darle un fin al principio, pero era la verdad aquella chica tan miedosa, reservada y conservadora lo había dejado todo, resignado a olvidar todo lo que era ella para estar con el, por amor, también ya tenía una idea de cómo las cosas iban a acabar y que alguno de los dos no volvería a ser el mismo, pero no le importó, se arriesgo a perderlo todo incluso a ella para tenerlo a el, así fuera solo por un día o un año, el tiempo que fuera solo quería estar con el, con nadie más

Ella sabía que era muy difícil que ellos pudieran estar juntos toda la vida, casarse e incluso tener hijos, pero el destino da vueltas y cuando menos te lo esperas te da una gran sorpresa, eso lo querían los dos, lo deseaban, pero también no negaban la realidad y eso les daba una estabilidad.

-amor- una chica apareció atrás de el, pasando sus manos por su cuello y pegando su cuerpo a el, y de nuevo esa sensación de estar completo, la tranquilidad que le brindaba al chico... Se quedaron en silencio por minutos hasta que el chico le dijo algo que siempre le decía cuando estaba preocupado, o satisfecho

- ¿me prometes que será para siempre?

Casi Te AméDonde viven las historias. Descúbrelo ahora