capítulo 44

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Empecé a planear lo que iba a hacer, no quería que ocurriera lo mismo, sabía que podía matar a Tobías ahí mismo pero tenía a alguien a quien podría lastimar, me hizo recordar lo que hice hace unos años

Estaba entrando al pequeño cuarto donde dormíamos Alex y yo, lo Vi en su cama llorando y me preocupe mucho
- Alex ¿Que pasa?- me senté a su lado poniendo mi mano en su hombro
- Tobías, quiere que mate a alguien y yo no quiero hacerlo
- ¿Y qué vas a hacer?
- no lo sé, Tobías ya me amenazó con matar a mi padre si no lo hacía
- tranquilo, verás que todo se arregla
- no lo creo matt, no se como arreglar esto

Esa misma noche fui con Tobías y pedí el trabajo de Álex, tuve que asesinar a alguien y así ocurrieron más veces, Alex no lo podía hacer y yo me  manchaba las manos por ayudar a mi mejor amigo, a mi única familia, lo acepte hasta que Tobías quiso que Alex lo hiciera, y ya no pude hacer nada, nunca me gustaba la sensación y los sueños eran horribles pero todo por mi familia.

Crecimos y nos unimos a Ricardo, y paso exactamente lo mismo, la novia que tenía en ese entonces, Tobías la secuestro y la asesinó...
No quería que pasara lo mismo con Vanessa, porque aunque amara mucho a mi antigua novia, con Vanessa sentí algo indescriptible, y sabía que cuando llega la persona adecuada no importa el tiempo y ni la edad, la cuidaba como mi tesoro más preciado, y esque en realidad Vanessa es mi todo, si ella ya no está ya no tendría sentido vivir, podría sonar muy tonto pero cuando se enamoren o encuentren a la persona adecuada van a sentir algo que los llevará a que esa persona siempre este feliz que tenga bienestar, que no haya un solo día donde su sonrisa no aparezca cuando te mira sabiendo que comparten el mismo sentimiento.
Me iba a arrepentir de lo que estaba apunto de hacer, pero era todo por llevar a mi Vane a casa, y eso era todo lo que me importaba en ese momento

-hola matt ¿vienes a buscar a Ricardo?
- no, te vengo a buscar a ti- le sonreí mientras la tomaba de la mano

(...)

No había podido dormir mucho, tenía que estar atenta a lo que pasaba, me dolía todo el cuerpo por los golpes que me habían dado, mi cuerpo estaba lleno de moretones, jamás olvidaría ese momento, y no sabía porque lo hacían, pero siempre pensaba en matt que me estaba buscando para salvarme, y si no lo lograba y yo moría en este lugar, que recordara que siempre lo ame mucho, ese era mi deseo pero algo me decía que tenía que ser fuerte y soportar un poco más, que llegaría el momento de ser libre, sinceramente no sabía si mis amigas estaban bien o también estaban encerradas, esperaba que no pero podía ser que también lo estuvieran.
No me movía de el lugar en donde estaba, me dolía solo mover un dedo, no podía llorar no lo lograba, tenía frío y hasta los huesos me dolían sentía que eran como cristal que se iba a romper con un solo movimiento, realmente lo que podía ver de mi cuerpo sabía que era horrible lo que me habían hecho, los moretones no eran algo pequeño, era grotesco, mis padres probablemente no sabían que estaba aquí, tal vez estábamos aquí por unas horas o un día, pero eso bastaba para conocer el infierno, al pensar en ellos recordé que mi papá siempre me dijo que cuando estuviera en una situación mala siempre pensará en el futuro, que me imaginara haciendo lo que más me gustaba, y así era siempre imaginaba estar con matt haciendo lo que más nos gustaba o queríamos hacer, el estar con mis amigas divirtiéndonos, matt y yo siempre hablábamos de tatuarnos, no importaba que fuéramos jóvenes o tuviéramos poco tiempo juntos, no me iba a arrepentir de esa elección

(...)

-aqui está Tobías, ahora dame a venessa
- muy bien matt, hasta esta dormida
- quedamos que yo no me iba a ser responsable de esto
- no no te preocupes, yo seré el que la mate, ahora le comunico a mis guardias que puedes pasar por ella

Casi Te AméDonde viven las historias. Descúbrelo ahora