Entre el fantasma y la vida misma [PAUSADA] [♡Creek♡]

Calidez

Se había acostumbrado de cierto modo a la soledad, al sonido blanco que era ya casi inaudible, al zumbido que es casi hasta normal percibir cuando te encuentras en completo silencio, para el no eran mas que detalles del pasado, tomarle cariño a esa situación era mas una obligación que algo instintivo, no había otra opción, y estaba conciente de ello.

Los libros que sus padres en cierta ocación le habían regalado como un detalle de su "infinita misericordia" habían sido abiertos y releídos decenas de veces, tal vez Tweek ya hasta podía recitar de memoria algunos versos de sus favoritos, porque leerlos en voz alta le causaba una curiosa y tal vez extraña comodidad, no había que esconderlo, no existia quien lo juzgara de todas formas.

Pero a pesar de que hasta esos días la única compañia diaria que tenía era la de su sirvienta (y educadora) favorita; Rebecca, estár acompañado de aquel chico que hasta el momento lo identificaba como un fantasma, no era tan malo a como lo había creído, y es que claro, Tweek no tenía amigos, mucho menos amigos de su misma edad, no entendía mucho lo que era socializar y ni pensar en una amistad, pero, inconcientemente llevarse bien con Craig no le resultaba tan dificil como lo pensó en un inicio, las platicas al principio eran casi inaudibles, por supuesto existía el temor eterno e inamovible de que sus padres llegaran a escuchar sus conversaciones cuando se suponía el estaba en completa soledad, pero el miedo se fue disipando cuando se enteró, gracias a Rebecca, que sus padres se encontraban de viaje, entonces ignoró el poco tapujo que aun le quedaba y las palabras le salían hasta por los codos, imposible hacerlo callar, eran tantas palabras que Craig pensaba no podría soportar por mucho al rubio, pero estaba bien, de cierta manera, le recordaba a su pequeña y parlanchina hermana menor.
                      
                       《...》

-¿Ella te gusta?

El sonido seco de la voz espectral hizo un breve eco en la habitación después de la salida de Rebecca tras las clases diarias con duración de una hora que le impartía a Tweek.

-¿Hu? -un giro de la cabeza rubia acompañó a la expresión acongojada, una de las cejas permanecía arriba denotando la curiosidad ante la espontanea pregunta.

-Si te gusta, Rebecca.

El pecoso chasqueo la lengua, a sus ojos era una pregunta tonta, Rebecca había sido su mentora, y unica acompañante durante años, una chica de cabellos rojizos, orbes lilas y brillantes, tan enormes como su corazón, Rebecca era singularmente amorosa y educada, una dama en el contexto romantico de la palabra, solía ser la unica que le prestaba atención, y aunque fuera por breves momentos, demostraba su cariño de formas especiales, como dejando recados entre las hojas de los libros que estudiarian o haciendo con su comida figuras graciosas, Rebecca tal vez si era su primer amor ¡Por supuesto que era amor! pero mas que un enamoramiento, Tweek palpaba un amor fraternal, un calido amor de madre.

-Vamos Craig, ella me dobla la edad, ademas, es como una madre para mi, la haz visto, y viste como nos hablamos.

-Lo sé, pero, noté un lindo brillo en tus ojos cuando estabas cerca de ella, en realidad es muy linda, y tiene una voz dulce -declaró el fantasma acercandose cautelosamente hacia la figura de Tweek que se encontraba limpiando los estantes que pulcramente conservaba ordenados.

-Si, es que en realidad -el rubio hizo una especie de pausa cuando sintio la presencia ajena- ella si me gusta, pero no del modo que tu crees, ella me gusta y mucho, pero su persona y todo lo que representa, en ocaciones, tengo sueños muy raros, en ellos veo a un niño muy parecido a mi, tal vez sea yo, y Rebecca en esos sueños es mi madre, y cuida de mi como lo hace ahora, me toma entre sus brazos y me canta una canción, una linda canción mientras me mece hasta que duermo profundamente -los ojos de Tweek se cierran, aun con el pañuelo en una mano y sosteniendo uno de los libros que estaba a punto de acomodar, intentando acordarse de aquella canción- pero es curioso, solo recuerdo la tonada cuando acabo de despertar, y la olvido rapido, diría que en menos de 2 minutos, y es horrible porque en verdad es hermosa, y una paz indescriptible invade mi cuerpo, es la misma paz que siento cuando tengo cerca a Rebecca.