Suave y reconfortante contacto

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Las caras demacradas y cansadas de tanto llorar junto con ojeras negruzcas cayendo de tan abismales y vacios ojos conducian de regreso a un hogar que de ahora en mas no sería el mismo, una ausencia era evidente y "vivía" ironicamente entre ellos, en poco llegaron a la vieja casa a las afueras de el pueblo, un espeso panorama verde inundaba los alrededores, pinos de olores frescos y algunas ramas secas y con hojas titubeantes a caer era el pan de cada día, y ahí justo en esa de tantas colinas y abajo de el pino mas grande y abarrotado de espeso follaje, dieron descanso a el primogenito, casi dandose por vencidos debido a el dolor tan intenso que experimentaban, pero lo mejor, era mantenerlo cerca, así en cualquier momento podrían ir a visitar a su pequeño de ojos azules, Laura; la madre del ya fallecido Craig, tomaba en ambas manos, estrujando con fuerza ese chullo azul tejido que en algun día de invierno, donde el frío era insoportable, tejió con sus calidas manos, impregnandolo de todo el amor que sentía por su hijo varón, pronto el niño le tomó un cariño y valor impresionante, no iba a ningun lugar sin su chullo azul, el cual ahora volvía a las mismas manos que lo había creado, al igual que Craig, que se reuníría con su creador, Dios.

-Hermanito... Craig -empezó a sollozár la pequeña Tricia- te extraño mucho, también pensé que podrías sentirte solo, y vine a hacerte compañía -la pelirroja pronunciaba cabizbaja, sentada en el frio pasto a un costado de lo que fungía como tumba de su fallecido hermano mayor- madre y padre no pueden con tanto dolor, yo tambien siento que en cualquier momento me derrumbaré, es dificil, es muy dificil Craig, me siento tan vacía.

Era un lunes a las 3 de la madrugada de 1945, cuando Tricia Tucker había escapado de su habitación a pesar de la helada brisa y el cielo tempestuoso para visitar a su hermano y hacerle compañia, en su corazón le gustaba pensár que este la escuchaba.

-Sé que la tempestad no es eterna, pronto el sol renacerá -terminó por decír la pequeña de nariz helada, pasando su mano lentamente por la sencilla lapida.

 
Craig Tucker
Agosto 1933 - Noviembre 1945
Amado hijo
y hermano
Descance en paz

Ojala ella hubiera podido verlo,  abrazandola y tratando de consolar su quebrado corazón, pero Craig no entendía nada, solo sabía que Tricia no podía escucharlo.

                      《...》

-Es hora del estudio joven Tweek ¿está listo?

-Claro Rebecca, pasa.

Tweek dejó entrar a su habitación a la joven pelirroja, esta cargaba con algunos cuantos libros entre su pecho y brazos, tomó asiento en una silla de madera que se encontraba en la esquina de la habitación y dejó los libros sobre una mesita que tenía a el costado, todo esto era vigilado por aquél fantasma que recorría sin descanso el area, nervioso, limitado solo a observar de cerca y escuchar.

-Traiga consigo el libro de historia y geografía, hoy los estudiaremos -resonó la armoniosa voz en la silenciosa habitación, Tweek obedeció las ordenes y se acercó con rapidez hasta la pelirroja- ¿recuerda en que pagina nos quedamos?

-Si, pagina 83.

-Bien, iniciamos desde ahí -Rebecca tomó las gafas que le colgaban del cuello y se dispusó a colocarselas.

-Rebecca...

-¿Pasa algo? -la joven dirijió su atención en aquella voz apenada.

-Solo quería pedirte un favor -agregó el rubio evidenciando que estaba sumamente nervioso.

-Digame -respondió con curiosidad y una pequeña sonrisa.

-Bueno, sé que padre y madre han regresado de su viaje -señaló- y quería pedirte si pudieras arreglar una breve reunión con alguno de ellos, necesito consultarles algo.

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⏰ Última actualización: Nov 29, 2018 ⏰

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Entre el fantasma y la vida misma [PAUSADA] [♡Creek♡]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora