Capitulo 1.

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                                     1. meet my enemy

Kendra se despertó, como todos los días, a las siete de la mañana por la ruidosa bocina que había colocado su padre en el pasillo solo con el objetivo de despertar a sus muchachos que vivían junto a ella y a su padre. 

 ¿Quien eran "los muchachos"? Nada mas ni nada menos que los mafiosos menores, de edad, que trabajaban para Jean Cousin, el mayor mafioso de Francia, él cual ahora vivía junto a Kendra, su hija, en Londres, Oxford. Su padre se dedicaba al negocio de la mafia y todo lo que eso implica, droga, trata de gente y todo eso.

 "La endemoniada bocina" era como llamaba Kendra a tal aparato que todas las mañanas la despertaba solo para prepararse para ir de nuevo al inmundo colegio al cual iba. 

 A pesar de que su padre estaba forrado en dinero no vivía con muchos lujos, mas allá de su casa todo era normal. como una persona recursos medios. El por que de esto? Por el simple echo de que su padre demostraba odiarla por no haber nacido hombre y que por "su culpa" haya muerto su madre.

—!Vamos niña despierta!—Dijo uno de los monos de su padre mientras golpeaba desenfrenadamente la puerta.—

—Cierra tu maldita boca.—Respondió Kendra mientras se levantaba de la cama.—

 Luego de prepararse para el colegio Kendra bajo a la cocina y vio a los siete chicos que vivían con ella sentados en la mesa devorando el desayuno sin dejar ni una sola miga de nada, ni siquiera quedaba nada para ella, era habitual. 

—Ve calentando el auto que en cinco estamos Ken.—Dijo Trevor, el mayor de todos.—

*

 Al llegar de la escuela Kendra fue llamada por su padre por intermedio de su socio, Tony, este le dijo que su padre quería hablar con ella en su oficina, ella sabía que eso no era bueno, el nunca tenía mucho contacto con ella y mucho menos la mandaba a llamar.

—¿Me llamaste?—Pregunto ella cuando asomo su cabeza por la habitación donde su padre se encontraba, él solo hizo una seña para que entrara y se sentara frente a él.—

—Así es.—Su gélida mirada estaba sobre ella, no trasmitía ningún tipo de sentimientos.— Necesito que me hagas un favor—Continuó sin el consentimiento de ella.—quiero que te infiltres en la pandilla de Styles.

—¿Qué?—Chilló asustada.— Eso es imposible padre.—Reclamo.—

—Claro que no Kendra.—Dijo con severidad, tanto que ella se asusto por su tono de voz.— Solo entras, matas al idiota de Styles, sales y nadie se entera de nada, es un trabajo fácil que hasta alguien como tú puede hacerlo.—Dijo de forma grosera y ella se sintió ofendida.— Solo procura ganarte su confianza, nadie tiene que sospechar de ti en lo mas mínimo.

—No se si podre hacerlo padre, es muy arriesgado.—Dijo ella entrando en pánico.— 

—Confío en ti, hija.—Y con esas simples palabras logro que ella se desarmara, y accediera.— 

—Esta bien.—Sonrió de costado, ella solo quería que su padre este orgulloso de su actitud y de ella.—

—Me alegra escucharlo, eres mi única esperanza, él tiene que pagar por haberme dejado así.—Dijo haciéndose la victima, pero claro que ella no lo notaba.—

Kendra miraba compadeciendo a su padre que la observaba desde su silla de ruedas, y si, Styles era el culpable de haberlo dejado postrado de por vida allí, cuando le había pegado tres tiros por la espalda de forma muy cobarde.

 —¿Cómo haré para que ellos no me reconozcan?—Dijo la rubia mientras se secaba el sudor de las palmas de las manos en su jean.—

—Ellos no tienen ni idea de que alguna vez tuve una hija, así que por eso no te preocupes.—La confesión de su padre dejo sin aliento a Kendra, ella ahora solo tenía un pensamiento en la cabeza ¿Acaso su padre no estaba orgulloso de ella como para mostrarla? ¿O acaso lo hacía para protegerla? Seguramente era lo primero.—

—Ah.—Dijo tratando de no quebrarse en llanto.— ¿Y como se supone que yo haré que Harry me conozca y todo eso?

—Luego lo sabrás.—Su mirada era con una pizca de maldad en ella.—

*

Martes 28 de Abril, 16:02 p.m

 Kendra se encontraba frente la casa de los The Black Wings, una casa no muy distinta a la donde ella vivía, grande y seguro que con todos los lujos dentro.

 La rubia cruzo la calle quedando frente al portón de rejas y al timbre, el cual toco luego de ensayar su discurso tres veces en su cabeza.

—¿Quien es?—Dijo una voz por el comunicador.—

—Kendra Fray.—Mintió, aunque solo con su apellido.—

—¿Qué quieres? No queremos galletas niña.—Dijo la voz y le robo una carcajada a ella.—

—No vengo a vender galletas, vengo a proporcionar una valiosa información al señor Harry Styles.—Ella sonaba muy convincente, la habilidad de mentir la había heredado del padre.—

 La voz mecanica había dejado de responder, pero minutos mas tarde un chico de piel oscura, de unos veinticinco años se le acerco por el otro lado de las rejas.

—¿Quien eres?—volvió a preguntar, y ella pudo reconocer que era la misma persona que hablaba por el comunicador.—

—Ya te lo eh dicho, y antes que me vuelvas a preguntar, vengo a darle una información sobre lo que planean los Breaking Wings.—El chico se quedo mirándola por uno rato.—

 El morocho hizo una seña con dos dedos para que abrieran las puertas, las cuales lentamente se abrieron dejándome entrar.

—Entra.—Me ordenó.— 

 *

 Luego de pasar por un par de cuestionarios por parte de la mano derecha de Harry y por una revisación para constatarse de que no traía armas dejaron a Kendra frente a la puerta que la separaba de estar con la persona que su padre le había enseñado a odiar.

Under my enemy. |Harry Styles|PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora