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Era la hora del recreo, me encontraba recostada en un banco del patio con Mandy a mi lado.
-... tengo ganas de que llegue ya el día. -dijo suspirando.
-¿El que?. -dije despistada.
Últimamente sólo podía pensar en lo que podría ocurrir, cuando viese a mi padre.
-La excursión. -dijo-lo de la acampada con los hermanos.-aclaró.
Nos iríamos de acampada mañana, y en verdad estaba muy nerviosa. No por el hecho de irme de excursión a un sitio que no conocía en medio de la nada según me dijo Ben, si no por Derek. Apenas habíamos entablado conversación desde lo de mi abuelo, aunque no lo veía coherente. Cada vez que le decía algo el simplemente me daba evasivas, como si no quisiese hablar conmigo. Ben simplemente me contestaba con un "Es un idiota" o "Se le pasará el pavo".
Derrepente algo me tapó la visión, eran unas manos frías, suponía de quien se trataba por sus risillas.
-Ben... -afirmé.
El solo suspiró con desgana y quitó sus manos de mis ojos.
-No es justo.-dijo mientras se sentaba en un hueco entre Mandy y yo.
-Estoy contigo. -afirmó Mandy mirándome divertida.
Últimamente los dos estaban muy apegados.
Me extrañé al ver a Ben solo, sin compañía de Derek por lo que le busqué con la mirada.
Se encontraba detrás nuestra, observándome.
Me giré en mi sitio mirando al frente.
-Intenta hablar con el. -me susurró Ben.
Lo pensé un rato,no entendía su comportamiento, no creo haber hecho nada que le hubiera molestado, esperaba.
Me levante confiada y me dirigí hacia Derek, estábamos a pocos céntimos de distancia, podía notar su respiración.
Me encaré a él, teniendo que forzar mi vista para arriba para observar sus ojos. Me miraba extrañado.
-¿Me podrías dar alguna explicación?.-dije.
Mi voz sonó demasiado autoritaria, lo cual me impresionó a mi misma.
-¿Explicación de que?. -dijo como si no entendiera el porque de mi pregunta.
-Del porqué estás tan... Idiota. -dije.
Me miró sorprendido, y analizé mis palabras... insultarle se sentía bien.
Su mirada se oscureció derrepente, su expresión se tensó y una oscura sombra se formó bajo sus ojos.
Me agarró del brazo fuertemente y me guió hacia detrás de unos matorrales espinosos que se encontraban un tanto alejados de donde estaban Ben y Mandy.
-Sueltamé. -le ordené mientras intentaba soltarme de su agarré.
Llegamos tras los matorrales, más altos de los que creía. Me agarró de la cintura apoyándome en las barras de hierro que nos separaban del centro y el exterior.
Estaba demasiado cerca lo cual me empezó a incomodar.Puse una de mis manos en su pecho, intentando alejarlo, pero no se movía de donde se encontraba. Su respiración estaba excitada, y apoyó otra de sus manos en una barra que se encontraba a un lado mío, tapándome la visión. Le miré a los ojos finalmente,su mirada penetraba mis ojos, como si quisiera ver mis pensamientos.
Su mano se despegó de mi cintura y la apoyó en mi mejilla, acariziandola impresionantemente con demasiada delicadeza. Mi estómago se encogió provocando que chispas saltarán en el, sus ojos me miraban con ¿deseo?.
Noté como sin darme cuenta empezé a extremezerme bajo su tacto frio y suave, su cara se hacerco lentamente hacia la mía apoyando su frente junto a la mía. Oía su respiración entrecortada,y dejé de apoyar mi mano en su pecho, dejándola caer sobre mis caderas.
-No puedo hacerlo. -dijo apenas en un susurro. Como si se lo hubiera dicho para el mismo.
¿Hacer? ¿El que?
Mi cabeza no dejaba de dar vueltas, me estaba empezando a extresar.
-Creo que tu me vuelves idiota.-me susurró al oído.
Se separó de mí lentamente y se fué justo a Ben y Mandy, los cuales hablaban enérgicamente.
Creo que no se percataron de mi ausencia.
Expuse todo el aire que contenía en mis pulmones, lo que acababa de pasar había sido muy raro...
SÁBADO
Mi despertador sonó ruidosamente provocando que me quedara aturdida por un momento.
Mi maleta y una pequeña mochila se encontraban en el centro de la habitación lo que significa, que hoy nos iríamos de acampada. Apenas pude dormir la noche anterior, por ¿los nervios?, no estaba segura.
Pero estaba muy emocionada de salir de este pequeño pueblo el cual me había protegido, pero por otra parte atrapado durante gran parte de mi vida.
Me levanté y agarré la ropa que había dejado el día anterior en el escritorio, me puse unos vaqueros desgastados los cuales me gustaba utilizar siempre que mi abuelo y yo hacíamos alguna trasteria en el jardín, una sudadera blanca con una tipografía que jamás me había parado a investigar y mis botas. Me amaré el pelo en una coleta alta para evitar que me molestara y bajé junto con la mochila y la maleta.
Cuando dejé la maleta torpemente en el hueco de la escalera me dirigí a la cocina para desayunar algo.
Ben y Derek vendrían a recogerme en 10 minutos a la puerta de mi casa, luego iríamos a recoger a un amigo de Ben llamado Rex, tendriendo que hacer una parada en Fresh,y iríamos a  la acampada.Dónde se situaría en la misma zona donde recogeriamos a Rex.
Ayer estuve buscando por Internet la localización del pueblo, pero no salía nada, lo cual me sorprendió.
-Sería un pueblo muy pequeño. - pensé.
Derrepente mi móvil sonó, era Mandy, lo descolgué.
-Me acaban de recoger en mi casa, ve saliendo Ar.-dijo Mandy oyendose de fondo el ruido del coche en marcha.
-Voy.-contesté.
Guardé el móvil en el bolsillo de mi pantalón trasero y recogí el bol con leche ya vacío de la mesa del comedor y lo fregué rápidamente.
Subí nuevamente a la planta de arriba asegurandome de cerrar bien todas las puertas y ventanas, y apagando todas las luzes. Cuando me aseguré agarré mi chaquetón impermeable, ya que hacía mucho frío y el tiempo decía que lloveria, me coloque la mochila y agarré la maleta cerrando bien la puerta tras de mí.
Oí como un coche se hacercaba a la entrada, era Ben. Nunca antes había visto su coche, era un negro brillante satinado, con los cristales tintados y por su forma se notaba que era de nueva generación. Derrepente Derek salió del lado de copiloto y se hacercó hacia mi agarrando mi maleta con suma facilidad.
-Hola, ¿nerviosa? . -me dijo.
-Un poco.-admití.
Guardó la maleta en el maletero y abrí la puerta trasera entrando en el coche. Estaba bastante cálido por la calefacción.
-Ar. -me saludo Mandy dándome un abrazo, el cual correspondí.
-Hola Ar.-me dijo Ben, mirando desde en retrovisor.
-Hola Ben.-le contesté, me levanté un poco de mi asiento llegando hacia Ben para depositarle un beso en la mejilla.
Oí como una burla de parte de Derek, la cual solamente pasé.
Me quité el abrigo y lo dejé junto a mi mochila en el suelo, entre mis piernas.
Me puse el cinturón y el coche se puso en marcha. El viaje se me hizo bastante tranquilo, Mandy no dejaba de hablar de lo nerviosa que estaba por lo de la acampada, lo cual solo hacía que yo me pusiera aún más nerviosa. Ben reia ante su comportamiento, y Derek se encontraba serio. Apenas había hablado en todo lo que llevábamos de viaje.
Tras unas tres largas, aburridas y intensas horas llegamos a nuestro destino, o casi.
A lo lejos pude disipar entre la niebla un cartel con el nombre "Fresh".
Porfin, dije para mis adentros, ya me empezaba a doler las piernas por no poder estirarlas.
Las calles estaban casi vacías, apenas había actividad. Paramos derrepente en lo que viene siendo una mansión, era enorme y se notaba que quien viviese aí tenía dinero.Ben aparcó en la entrada y bajó del coche, nada más llegar a la puerta, esta se abrió y apareció un chico. Era castaño y muy pálido, sus ojos rojos eran chillones lo cual me extrañó, parece ser que Ben, Derek y el que suponía que era Rex utilizaban lentillas de vez en cuando. El chico era guapo, y sus cabellos despeinados le daban un toque juvenil, suponía que tenía más o menos nuestra edad. Derrepente Ben y ¿Rex? se abrazaron, como si hubieran estado mucho sin verse y derrepente sus labios se pegarón desesperada y salvajemente.Estubieron asín durante unos segundos.
-Venga chicos. -gritó Derek desde el coche.
Ben le miró avergonzado y volvió a entrar en el coche no sin antes decirle algo a Rex,algo que no llegué a escuchar. La puerta se abrió y Rex entró en el asiento libre que quedaba.
-Hola, mi nombre es Rex. -dijo dirigiendo una mirada a Mandy y a mí tras cerrar la puerta tras su paso.
-Yo soy Mandy. -dijo Mandy, nunca mejor dicho.
Le veía extraña, como si hubiera visto un fantasma. Hasta que me percaté que fue por Ben, le gustaba y acababa de ver besarse con otro, con Rex.
-Soy Arya, o Ar para los amigos. -le dije amistosamente.
Se le veía buena persona, y aunque me dolía pensar así, hacía buena pareja con Ben. Losiento Mandy.
Ben era una persona muy linda, jamás lo hubiera imaginado con un hombre. Me alegraba por el, se le veía feliz, estuvo todo el camino estusiasmado(por algo) y ya se porque, por reencontrarse con Rex.
Pasó como una media hora, demasiada incómoda. Mandy me lanzaba miradas extrañas a las que yo le respondía con otras aun más. Estábamos llegando, faltaban 5 minutos según el GPS del coche, el camino era extrecho y estábamos ascendiendo por una montaña, era impresionante pero lo que supuestamente ubiera parecido una zona más fría, obviamente por el clima anterior y los metros o kilómetros de altura, era una zona muy calurosa. Tanto que para cuando me di cuenta todos en el coche estaban en manga corta, yo no tenía ninguna otra camiseta debajo de la sudadera por lo que simplemente me la remange de las mangas, para evitar una muerte por axfisia.
-Hemos llegado. -alertó Ben en tono cansado mientras aparcaba apegado a un camino de piedrecillas.
Estábamos en medio de la nada, había un río bajando una inmensa cuesta de piedras.
Bajamos todos del coche cuando Ben apagó el coche. La sensación era maravillosa, el aire era limpio y caluroso, y después de casi 3 horas de camino podía estirar las piernas.
-¿No hay cabañas?. -dijo Mandy.
Yo también me percaté de lo mismo, ¿estarían más alejadas?.
Ben, Rex y Derek empezaron a reír al unísono, me quedé extrañada por su acción, ¿que daría tanta gracia?.
Mandy me miró al igual sin entender que ocurría.
-Montaremos tiendas de acampada.-dijo Ben.
-Pero no trajimos ninguna. -apunté.
-Traimos 3,una para los enamorados,para mí, y otra para vosotras. -contestó Derek.
Me miró coqueto lo cual me puso los pelos de punta.
Asentí.
Empezamos a montar las tiendas, yo me encontraba sola montando una, o eso es lo que pretendía. Habían demasiadas barras, clavos, y la tela era inmensa, no sabía por dónde empezar. Nunca antes había montado una, y lo mejor de todo es que no sabía dónde estaba a lo que se le podía llamar mi mejor amiga. No aguantaba más, el calor me mataba. Cogí una camisa rosa, de manga corta de mi maleta y me la cambié entre el bosque dónde nadie pudiese verme, o eso esperaba.
Volví de nuevo y vi a Derek, observando mi intento de juntar dos barras las cuales no se unían ni con cola.
-¿Dónde estabas?. -me preguntó.
-Cambiandome para evitar asarme.-conteste secamente.
¿Acaso le importaba donde estuviese? - ¿Dónde? ¿En el bosque?. -pregunto extrañado.
Asentí.
-Bueno, pos ya se dónde buscar la próxima vez. -me dijo guiñando un ojo.
¿Que pretendía?... O dios, me mataría a disgustos por su bipolaridad.
Estuvimos armando las tiendas casi toda la mañana, incluida la tarde. Eran las seis y media, y ya comenzaba a anochecer. Por suerte acabamos de armar las tiendas, y Mandy apareció cuando solo faltaba colocar los colchones,¿dónde se habría metido?.
Estaba agotada y sudada por lo que me senté en unos troncos de árbol gruesos caídos, formaban un cuadrado semiperfecto y en este momento Rex se dedicaba a encender un fuego. No se le veía cansado, es más a nadie se le veía cansado excepto a mí. Una de dos o todos se aprovecharon de mi para que hiciera las tiendas, que no creo ya que apenas hice la mitad de la mía, o los chicos tienen demasiada buena formación física y Mandy simplemente se dedico a dormirse la siesta en un árbol.Creo que la segunda tiene más sentido.
-¿Quieres que te ayude?. -le dije a Rex, al ver que no podía encender el fuego.
-Se te ve cansada, no importa. -dijo dedicándome una mirada rápida.
-Bobadas. -contesté a medida que me levantaba del suelo, se me escapó un quejido al flexionar las rodillas.
La verdad, no estaba cansada, estaba molida. Como si un tractor hubiera pasado libremente sobre mí. Río al ver mi expresión, a lo que le dediqué una sonrisa amistosa. Me agaché justo a él y le arrebaté el mechero de las manos, giré la rosca una, dos y a la tercera prendió llama, agarré el musgo y prendí cuidadosamente fuego en el, hasta que hechó humo. Coloqué varias ramitas de árbol secas que se encontraban alrededor de la pequeña chimenea que había fabricado Rex, y se formó el fuego.
-¿Dónde aprendiste a hacer eso?. -preguntó viendo cómo recolocaba ramitas para que el fuego se habibase.
-Mi abuelo me enseñó.
-Debe de ser un gran hombre.
-Era un gran hombre. -le corregí.
Me gustaba recordarlo así, tal y como era, con una sonrisa y no con lágrimas.
Me miró apenado.
-Lo lamento. -dijo cabizbajo.
-No lo hagas.
Me levanté del suelo y me dirigí al río que se encontraba justo en frente de donde estaban las tiendas de acampada. Me alejé un poco con mi pijama en la mano,y me agaché al río de rodillas, me lavé la cara, los brazos y la nuca. El agua estaba fresca y estaba bien refrescarse después de tan largo y intenso día.
Me cambie rápido, poniéndome un vestido por la rodilla para dormir. Esto de no tener baños lo solucionaria mañana. Era un tanto incómodo. Agarré mi ropa sucia y me levante del suelo.
-Hace buena noche, ¿verdad?. -dijo una voz a mis espaldas.
Me giré asustada, era Derek.
-¿Cuanto tiempo llevas ahí?. -contesté un tanto incómoda.
-Lo suficiente.-dijo acercándose más, quedando a apenas 1 metro de distancia.
-¿Has...-no terminé la frase.
-Ha comer chicos. -chilló Mandy a lo lejos, asomándose entre los árboles.
Derek sólo río ante mi cara, lo más probable es que estuviese roja, y con razón.
Fuí con los demás, teniendo la sensación de que Derek me seguía.
Si, creo que tendré que tener más cuidado la próxima vez.

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