No es una enfermedad

Prólogo

Hola soy Jazmín, tengo 17 años y soy hombre. Mi nombre fue elegido por mi madre la cual se llama Christian, ella quería una especie de venganza contra mis abuelos al ponerme ese nombre.

Christian es escritora y mi padre Luis es su editor, ambos son muy buenos padres y muy comprensivos con casi todo exceptuando que no pensaron en el posible bullying que me daban con el nombre.

Dicen que los nombres definen lo que somos pero... si lo hacen, yo soy Jazmín y a pesar de lo que diga la sociedad yo soy abiertamente gay.

Lo único malo en mi vida son mi nombre y Charlie. Es un chico de mi instituto, es muy religioso y muy ignorante.

Charlie ha acosado a mi novio desde que se entero que era gay, porque al parecer lo único que motiva su existencia y la de su familia es tratar de eliminar a las personas liberales y felices como nosotros. Sin mencionar el hecho de que cada que me ve se pone a murmurar cosas como "engendro de lucifer" y "vergüenza de la humanidad" cosas que me parecen totalmente ridículas.

Hola soy Charlie tengo 17 años, mi vida es básicamente normal a excepción de todos los seres repudiables de mi instituto especialmente Jazmín y Daniel.

Según las leyes del creador los hombres deben estar con las mujeres, y estas con los hombres, no es muy difícil de entender. Pero ambos lo excusan con que es amor, lo cual es básicamente ridículo.

He tratado de ayudar a Daniel a salir de esas cosas estúpidas pero lo único que hace es asentir y luego llega Jazmín, ese sólo lo abraza y le susurra unas cosas al oído y logra que las hormonas de Daniel vuelen.

Los padres de Jazmín son incoherentes e irresponsables, como para dejar que su hijo ande por todos lados diciendo cosas que me parecen totalmente ridículas.