Letras de amor

Espuma de mar.

Los abrazos,
se conectan y se desconectan.
Se unen y se separan.
a fin de cuentas,
no son para siempre.

¿Y quién dijo
que con un abrazo
no puedes estar unido
a alguien de por vida?

Cuando me abrazaste,
o tal vez yo te abracé,
mi corazón se unió al tuyo.
El universo dejó de girar
y las estrellas bajaron a mirar.

Todo se detuvo.

Fue el momento más bello,
más lindo y,
por mucho,
el más increíble
de toda mi vida.

Fue como si las constelaciones,
la Luna,
las estrellas,
y hasta el mismísimo Sol,
nos rodearan.

Como si el mar
Dejara de moverse.
Como si las estrellas se esfumaran,
y como si el viento
cesara de pronto.

Como si la espuma de las olas
Y el polvo de las miles de planetas,
Nos rodeara.

Un apretón.
Luego dos.
Un par de almas
que no deseaban separarse,
pero que tenían que hacerlo.

Porque siempre,
Sin importar cómo,
los cuerpos se sueltan.

Pero las almas,
No.
No se separan ni con huracanes,
y ni siquiera con una advertencia
cargada de envidia.
Una vez unidas, las almas...
Jamás se separarán.

Como si ambos corazones,
probablemente rotos,
débiles,
y sin ganas de seguir amando,
se entendieran.

Sentí que tu corazón se aferraba al mío,
aunque quizás solo fueran
ilusiones de papel
de una muñeca de porcelana rota.

Porque estaba desesperada,
Desesperada y esperanzada,
A pesar de que no son sinónimos,
Por volver a verte.
Por mirar esa sonrisa tan bonita,
Por escuchar la voz más melodiosa
Y por perder un poco más de mí,
En esos ojos.

Y aunque tus ojos no sean azules,
ni verdes,
ni de algún color popular entre estrellas que no son del cielo,
te juro que son los ojos más bonitos
en los que me podría haber perdido alguna vez.

Y no, no necesito ni un solo beso.
Ni quiero flores cortadas,
ni chocolates hechos en fábricas,
ni, mucho menos, ropa de marca.

Lo único que de verdad necesito,
Y deseo con toda mi alma,
es un abrazo de esos
en los que hasta las estrellas bajan a mirar,
y en el que la espuma del mar,
nos empieza a rodear.