80 Pesos

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Lunes 19 Nov 2018

Entonces salí de una casa, no pude recordar de quien era o con quien estaba en ella pero sé que estaba con una mujer, rubia. Le pregunté a esta mujer que donde podía ir a comer o algo así, no se, solo se que le pregunté por comida. Ella señaló con el dedo un lugar cerca de su casa, a unas cuantas esquinas y me decidí a dirigirme allí.

Cuando salí de su casa iba caminando hacia un vehículo, un Nissan Sentra negro, era mi vehículo. Era, porque hace años que en la vida real lo he vendido pero en el sueño aparentemente aún lo tenía. Me monté en mi carro y aunque no recuerdo del todo, todo lo que hice allí dentro, hay una cosa que si recuerdo y es el porro de marihuana que estaba en la ranura que se encuentra debajo de la palanca del freno de mano.

La noche anterior había pensado en fumar un poco para relajarme y aliviar el estrés, seguro por eso apareció maría en el sueño.

Así que mire el porro, el cual era mas bien una chicha un poco grande y sin pensarlo ni una sola vez lo encendí para darle un par de caladas. le dí unas cuantas y me dirigí al sitio para comer. No recuerdo mucho el trayecto y ni siquiera haberme bajado del auto solo me recuerdo a mi mismo hablando con una simpática y hermosa chica de pelo negro que me estaba atendiendo, tomando mi orden.

No recuerdo haber pedido nada, pero se que pedí 2 empanadas de pollo, lo sé, lo siento. Eso fue lo que pedí.

Recuerdo haber hecho unos comentarios muy graciosos con la chica, pues me simpatizaba mucho y además, soy así con todo el mundo y más cuando estoy bajo los efectos de la marihuana... ¿quien no? ahahahah.

Luego de eso, recuerdo que termine de comer y le pedí a la chicha la cuenta para poder irme. No se muy bien lo que pasó después pero cuando ella me dio la cuenta le pregunté cuanto era y ella me explicó algo que ahora no recuerdo. El punto es que me dio 2 facturas que sumadas hacían el total de lo que debía pagar.

Por alguna razón extraña o por los efectos de la droga no podía, para nada, lograr sumar los 2 montos. Recuerdo que tomé las 2 facturas y empece a sumar en la calculadora de mi smartphone pero de alguna manera los números, se mezclaban o la calculadora los mezclaba y nunca podía tener el resultado final. No recuerdo bien lo sucedido con exactitud pero el punto es que no podía sumar las dos facturas.

En eso duré un buen rato, par de horas largas, tratando de sumar las dos facturas para poder pagarle a la chica. Luego de un rato noté como del otro lado de la vitrina, ya se empezaban a burlar de mi pues me veían y era gracioso como ya llevaba horas tratando de sumar. No se porque pero no quería preguntarle a ella que cuanto hacia la cuenta para dejar ya de perder tanto tiempo ni tampoco pensé en sumar todo con mi mente. Así que ahí esta yo, dando vueltas por todo el lugar, con dos facturas en las manos que no podía, bajo ningunas circunstancias, sumar del todo.

Luego de ya muchas horas, cuando la noche empezó a caer me dije a mi mismo 'wao, estoy perdiendo demasiado tiempo en esto, porque esta mierda no se quiere sumar' o algo así. Lo importante es que tuve una conversación interna en cuanto al tema dándome cuenta de lo estúpido que me veía haciendo esto y decidí entonces tomar mi otro celular, para hacer lo mismo.

Pasaron horas y no logré tampoco sumar las dos facturas con el otro celular.

Luego, cuando ya el establecimiento empieza a recoger todo para cerrar por ese día, tomo la decisión entonces de preguntarle al gerente general que cuanto hace la cuenta ya que por alguna razón a ninguno de mis celulares les funciona la calculadora. Al parecer la chica ya le había contado de la situación a el y a todos en el establecimiento pues todos se reían de eso. El señor, de apariencia muy seria y color de piel blanco, me parece que con corbata, una camisa blanca o clara y un peinado bien hecho con gelatina toma las dos facturas y me dice cuando hace la cuenta.

No recuerdo el monto de la cuenta pero si recuerdo que dijo que me iba a dejar todo en 80 pesos.

Luego de eso recuerdo haber pagado con unas monedas que tenia en el pantalón. Fueron 2 monedas de 25 y 3 de 10. Le pagué a la chica simpática y me quede ahí hablando algo con ella que ahora no recuerdo.

Al cabo de unos minutos empezaron a entrar personas, la mayoría de ellas con un T-Shirt de color naranja con lo que creo que era el logo de la empresa de comida grabado en la parte superior derecha.

Eran muchas personas y parece que se preparaban para algo, supongo que para cerrar el negocio pues ya era bastante tarde, ya era de noche, debían de ser como las 10:pm pensé.

Recuerdo haber hablado con unos cuantos empleados del lugar y luego decidí salir para irme.

Cuando salí no veía mi vehículo por ningún lado, me puse las manos en la cabeza y pensé.

'Mierda, me robaron el carro, que maldita vaina'

Mire hacia los 2 lados de la calle y nada, no lo veía en ninguna parte. Luego algo dentro de mi me dijo: 'no puede ser, no se pudieron haber robado el carro, búscalo bien y cálmate'. Así que lo busque mejor y caminé un poco hacia mi derecha.

Allí estaba mi hermoso carro negro y al instante un sentimiento de alivio invadió mi ser. Luego de esto pensé 'Wao, pero no recuerdo haber dejado el carro tan lejos'. Pero claro, es que cuando llegue era bien temprano y el lugar estaba lleno de vehículos aparcados por todos lados pero cuando salí ya era tarde y no había nadie, mi vehículo estaba bastante lejos del lugar y no había recordado haberlo aparcado tan lejos.

Luego de esto recuerdo que el vehículo estaba estacionado en la acera izquierda de la calle con la parte delantera en vía contraria. La puerta del pasajero me quedaba de frente así que fui a abrirla y mis intenciones inmediatamente fueron las de buscar el poco de marihuana que quedó para poder fumar un poco antes de irme a casa, o a donde fuera que iba luego de ahí.

Antes de abrir la puerta escuché una voz que gritaba con mucha desesperación mi nombre, estaba gritando muy fuerte y se parecía mucho a la voz de mi madre, estoy seguro de que era ella. De inmediato pensé que seguro me estaba buscando por lo mucho que duré en el sitio en el que estaba y seguro pensó que me perdí o algo así, me estaba buscando desesperada. Lo primero que me llegó a la mente fue que debía buscar la marihuana que tenía guardada para esconderla y que ella no la viera. Así que abrí la puerta, busqué la marihuana debajo del freno de mano pero no estaba allí, no entendía a donde se había ido, de seguro no fue allí que la había dejado y no recordaba donde estaba. Así que me propuse a buscarla desesperado.

Escuche otra vez el grito desesperado de mi madre:

¡Jorge!

La alarma sonó y desperté. La cuenta hacía 80 pesos.

Dándole Lucidez a mis sueñosWhere stories live. Discover now