Capítulo 9

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Narra Megan

El médico me dejó luego de terminar de curarme, yo fui al armario y agarré una de las camisas de Alex para estar más cómoda, fui al baño para cambiarme y al estar lista y salir, vi a Alex sentado en el borde de la cama con la cabeza agachada y pensando.

Yo me acerqué a él y apoyé mi mano en su hombro para llamar su atención.

- Hola - Salude, él me mira y me sonrió.

- Hola - Dice y se levanta, me mira de pies a cabeza y sonríe de lado - ¿Esa es mi camisa? - Pregunta divertido y agarrándome por la cintura, yo me sonrojé y aparté la mirada.

- Si, lo siento... es que me dolía al tener mi... - Él me interrumpe agarrándome la barbilla y besándome sorpresivamente.

Yo me sorprendí pero le correspondí el beso sonriendo un poco sobre sus labios, nos mantuvimos así un buen tiempo hasta que se nos acaba el aire y nos separamos.

- Te ves hermosa - Dice y yo sonreí apenada y sonrojada.

Me separé de Alex y entré en la cama bajo las mantas, pero hice un espacio para él y lo miré. Él entiende mi propósito y sonríe.

Pero primero va a cambiarse, y con cambiarse me refiero a que solo se cambia el pantalón y queda sin camisa, dejándome ver completamente su abdomen...

¿Ha..hace calor... o solo soy yo?

Se acuesta a mi lado, nos cubre con las mantas y yo, tímidamente, lo abrazo rodeando su cuerpo con mis brazos y entrelazando nuestras piernas. Él pasa una mano por mi cuerpo y la deja reposado en mi cintura, mientras que usé su otro brazo de almohada y cierro mis ojos.

Antes de quedarme dormida dejé escapar un casi inaudible "Gracias". Pero sé que él lo ha escuchado...

***

***

Abro mis ojos con pereza, parpadeo un par de veces para acostumbrarme a la luz de la habitación. Miro a mi al rededor y me encuentro con el rostro dormido de Alex, duerme plácidamente mientras me abraza por la cintura... yo me quedo mirando todas sus facciones, pero me topo con sus labios.

No me doy cuenta que me los había quedado mirando tanto tiempo hasta que sonríe de lado y su voz gruesa y ronca se hace presente.

- Si quieres puedes probarlos, a mi no me molesta... - Dice, yo me sonrojé y desvíé la mirada.

O lee mis pensamientos o soy muy obvia.

- Las dos opciones - Dice él abriendo los ojos.

Yo me quedé reiniciando el Windows, pero al entender me sonrojé más aún.

¡Dios mío! ¿Puede leer mis pensamientos?

- Si puedo - Dice.

- No lo hagas, da miedo - Dije, su cuerpo vibra cuando él ríe, lo golpeo en el brazo para que dejara de reír pero no lo hace y yo lo miré mal mientras que él me sonríe para empezar a dejar de reírse.

- Esta bien, está bien - Dice y yo asiento mientras agradezco con la mirada.

Nos quedamos en un silencio el cual era cómodo hasta que Alex empezó a mirarme fijamente y eso me puso nerviosa y con ganas de querer cubrirme e intentar escapar de su mirada.

- Deja de mirarme así - Dije y él suspira.

- No puedo - Dice, yo fruncí el ceño.

- ¿Se puede saber por qué? - Pregunté.

- Porque eres hermosa - Dijo y sentí mi mis mejillas arder nuevamente, intenté cubrirme pero él me detiene y levanta mi cabeza - No te cubras, por favor... - Suplica - Quiero adorarte... -

Yo volví a ponerme roja, pero él se va acercando más a mi, estábamos a escasos centímetros de juntar nuestros labios.

- Alex tenemos que irnos - Dice Lionel entrando a la habitación con la cabeza agachada mirando el teléfono, pero al levantar la mirada se sobresalta y se sonroja - L..Lo s..siento, sigan con lo suyo - Dice y sale de la habitación, pero vuelve a entrar asomándose por la puerta - Pero enserio tenemos que irnos - Dice y Alex gruñe - Ya, ahora si, me voy - Cierra la puerta y se escucha un "Lo siento" de su parte, yo me río por aquello y Alex sonríe y se sube sobre mi.

- ¿Dónde estábamos? - Pregunta y yo interrumpo lo que iba a pasar.

- ¿A dónde van? - Pregunté curiosa y él suspira y se acuesta de nuevo a mi lado.

- Una manada vecina quiere aliarse con la nuestra - Responde, yo asentí lentamente comprendiendo en el proceso de asentir con la cabeza.

- ¿Cuándo volverás? - Pregunté.

- En cuatro días, la manada queda muy lejos de aquí, pero sigue siendo la manada más cercana a la nuestra - Dice, yo vuelvo a asentir.

Pero... saber que se ira por algunos días me da un sentimiento extraño hacia su persona, creo que lo extrañaré...

- ¿Puedo ir contigo? - Esas preguntas salen sin permiso de mi boca, pero ya las había dicho.

- No lo sé, el viaje no creo que te vendría bien ahora con tu estado - Dice, pero yo fruncí el ceño.

- Pero es solo un viaje, y quiero acompañarte - Dije sincera y él suspira.

- No creo que sea lo mejor, Megan... ¿Y por qué quieres acompañarme? - Pregunta con una mirada pícara.

- E..Es... q..que... em... - Balbuceé y él alza una ceja. Yo terminé suspirando y bajando la mirada - Te extrañaré... - Dije sin mirarlo y apenada, pero sincera.

El silencio reina en la habitación, pero siento como el peso de a lado desaparece y es el doble en mi lugar, levanté la mirada y me encuentro con Alex sobre mi mirándome sonriendo.

Tiene sus brazos a los costados de mi cabeza y poniéndome nerviosa.

- Yo también te extrañaré mi princesa... pero no quiero arriesgarme a que te suceda algo estando así - Dice sincero.

- Alex, por favor... - Dije haciendo una expresión de súplica.

- No - Dice y yo hago un puchero.

***

***

- ¿Ya estamos cerca? - Pregunté sonriente a Alex.

- No - Dice y yo me acomodo en mi asiento.

El que conduce es Lionel, a su lado está Raquel y atrás estamos Alex y yo, pero en otra camioneta están Marco y Sofi.

Suspiro cansada y me acuesto apoyando mi cabeza en el regazo de Alex, él empieza a acariciarme el cabello, eso hace que me relaje tanto y que cierre los ojos disfrutando de sus caricias y al poco tiempo termino en un profundo sueño.

MY POSSESSIVE ALPHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora