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Las risas no faltaban, Roger contaba uno de sus tantos malos chistes. Estábamos en camino hacia la estación, Kurt quería ir a Seattle, quería enseñarme su casa allí, tendríamos que viajar en tren, llegaríamos allí en la mañana, pero podríamos dormir en el tren.

Roger paro enfrente de una señal de no estacionar. Nos despedimos de los gemelos, Ruby nos dio el numero y dirección de la casa de sus tíos, y Roger algo de dinero para el ticket de tren. No quería dejarlos, pero sus tíos se preocuparían demasiado si no llegaban a casa, además, Kurt tenía demasiada emoción en llegar a Seattle

El tren estaba a punto de partir, abordamos por el andén 9, el vagón en el que íbamos estaba vacío para nuestra suerte, Kurt iba sentando junto a la ventana, estaba a punto de dormirse, me acerque hacia su costado y apoye mi cabeza sobre su hombro.

Kurt me cubrió con sus brazos hasta llegar a la estación.

La estación de Seattle estaba llena de gente, mantenía mi mano junto a la de K, el no había hablado en todo el camino, sus manos estaban frías, las trenzas se habían desecho y su alborotado cabello volvió a su estado natural, la gorra lo aplastaba un poco. Habíamos conseguido compartir un taxi con una anciana que iba muy cerca del lugar donde nos dirigíamos.

La señora muy amable se ofreció a pagar el taxi completo, la casa era hermosa, era una mansión

-Podemos hacer un picnic aquí Kurt, puedo preparar unos emparedados, eso es un lago, podemos ir al lago

Las palabras no paraban, estaba extasiada con la belleza de la casa y el paisaje, no le preste demasiada atención a lo que Kurt hacia, me quede un momento parada en el césped, verde y suave debajo de mis pies descalzos, al girarme la puerta ya estaba abierta y K ya estaba dentro de la casa, no quería perderme nada de nada y corrí dentro.

Me tomo del brazo tirándome hacía dentro del armario .--¿Que haces?

-El hombre de mantenimiento esta aquí, no hagas ruido, no quieres que nos vea y nos devuelva al hospital

-No, lo que quiero es hacer un picnic

Kurt me tomó del rostro, sus ojos azules parecían dos grandes pozos, caías en ellos y te perdías para siempre.

Fue casto y rápido, la barba de unos cuantos días pico en mis mejillas, completamente rojas, mi corazón parecía salirse de mi pecho. Abrí mis ojos para verlo, él sonreía, por completo, podía ver todos sus dientes, y sus ojos chinos. Me abrazo contra su pecho, cálido y pacífico. Por un momento sus brazos se ajustaron a mi espalda y el abrazo se convirtió en completo frío, susurro sobre mi cabello un "lo siento". El ruido de la puerta cerrarse hizo que me soltara, la casa estaba vacía, K dijo que haríamos el picnic en el lago, el sol recién estaba apareciendo.

Prepare unas tortitas de banana y waffles, Kurt había traído unas naranjas del árbol del jardín, sus pantalones se habías roto otra vez.

El sol se estaba poniendo en su punto mas alto, el pasto picaba en mis tobillos K estaba acostado sobre su estomago, se había comido todos los waffles y ahora iba por las tortitas, sus mejillas infladas, le dimos pan de sésamo a una familia de patos y volvimos dentro, me tire sobre la alfombra de la sala. No se oía mas que los pájaros cantar, K se acostó a mi lado, me abrazo, olía a waffles y rocío, cruce mis brazos por su delgado cuerpo y cerré mis ojos

-Promete que no me soltaras nunca
-Lo prometo

Susurré antes de quedarme dormida.

El fuerte y sórdido ruido hizo que despertará, me removí sobre la alfombra y estire mis piernas, el ambiente olía a cigarro, estire mi mano en busca de K, pero él no estaba junto a mí, la pequeña mesa de centro estaba llena de papeles, unos cuantos de ellos estaba escritos con bolígrafo rojo, me envolví con la camisa de Kurt y tome los papeles

"Prometiste no soltarme"

"No subas"

"Gracias"

-Kurt, Kurt donde estas
Recorrí la casa, él no estaba por ningún lugar, subí las escaleras, no estaba en ningún cuarto.

La puerta al final del pasillo estaba abierta, la empuje con mi pie, podía ver el charco rojo, su mano estirada hacia el costado, abrí por completo la puerta. Mi corazón se rompió en mil pedazos, el aire salió por completo de mi cuerpo, tire de la puerta cerrándola, corrí, corrí todo lo que mi cuerpo me lo permitió, me dolía, me dolía el alma, corrí aún más.



Molly. -Terminada-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora