La Locura De Mi Pensamiento

Una noche perturbada por la locura de mis ideas

           

El amanecer encantado, el mar que me deja maravillado y ese relámpago que en la lluvia es mágico, están en esa mirada en la que me pierdo, que tiene una hermosa fosa recubierta de un color sin igual, un tono detallado que me deja callado, que como ruleta me deja embobado, esos ojos que con el arco de sus labios me  llevan a un mundo imaginario, donde la belleza se produce en cada zona sin prisa, simplemente ver ese rostro radiante de alegría, llega a cambiar mi día, porque con la más poca pizca de tristeza o aburrimiento me convierte en el más intenso, preocupado y dando todo para hacer florecer sus mejores sentimientos; para un hombre no existe peor cosa que ver a una mujer llorando, no importa la razón, siempre destroza el corazón, es algo que nos inculcan desde pequeños, cuando nos dicen que ver a nuestras madres llorar es de lo peor, pero no siempre debe ser la mamá, también es el caso de esas mujeres y padres que hacen una labor que no era suya, se conviertan en esa parte fundamental, indispensables, lo suficiente para que cada sufrimiento sea transmitido, aunque para algunos sea vergonzoso... yo... amo ser así, ser sensible y querer entender no solo como es la otra persona sino sentir lo que le pasa para brindarle la mejor ayuda; eso quiero hacer con ella, poder servirle como un caballero, ser quien la acompañe y no solo la cuide, también el que cuida sus sueños, da fortaleza ante sus miedos, sacar sonrisas donde domina sus tristes pensamientos, ser ese alguien especial, no de quien se dependa, sino ese alguien que hace bien en la vida y con su compañía anima, poder ser ese que se emociona con su risa y molesta cada vez que de algo duda, quien quiere dar lo mejor para ayudar a mejorar, ser un empujón que a veces son necesarios, ser quien la mime y con confianza pueda molestarla, quien ofrezca la mano para siempre levantarla y llevarla a lo más alto, ser ese fiel oso que aunque sea grande y feo, su interior es sincero. Los tiempos van cambiando, casi nunca para bien, ya nadie sabe quién es sincero, solo se relacionan por apariencia y deseo, nadie quiere conocer al otro, saber de su interior que puede llegar a ser lo más hermoso que se pudo llegar a creer, algo que se pierde en cada quien porque no interesa, se olvida uno mismo de lo que es por al mundo complacer, que tristeza, jóvenes y adultos ya no le dan ejemplo a los niños, ya las palabras no tienen valor, lo que más sufre es el corazón, pero varios dirán que son fríos y despiadados, pero te aseguro que todos son humanos, sienten y piensan, también reflexionan, cada quien sufre y soluciona su dolor de forma distinta, algunos de buena manera como otros perdiéndose en esa triste ladera. Te invito lector, no solo a pensar lo que te digo, sino caer en cuenta de cómo está tu vida, si es lo suficientemente buena o correcta, si puede mejorar, recuerda que no solo eres tú, también influye el aporte de tu actitud ante la sociedad, piensa en como quisieras que te trataran y a donde te gustaría llegar.