All For You {Jimin x BTS}

~5~

-Entonces… le abrazó. Sí, así sin más. Estaba en el pasillo de la bollería cuando me di cuenta de que no me seguían, entonces cuando di la vuelta…- silenció, observando como su amigo estaba más pendiente de su móvil que de su propia charla. –Hobi Hyung, te estoy hablando a ti-

-¿Eh? Sí, sí, entonces te diste la vuelta… ¿qué? Perdona, estoy pendiente de un trabajo- mintió, guardándose el móvil ante el tierno puchero que puso Taehyung.

-Cuando me di la vuelta estaban tan abrazados que casi podría jurar que iban a fusionarse… ¡Jimin estaba llorando!- exclamó, removiendo a regañadientes una masa de atún, huevo, tomate y algunas especias más. -¿Qué le habrá dicho Hyung para hacerle llorar? ¡¿Y por qué le abrazó?!- preguntó, moviendo la mano más rápido y logrando salpicar con la masa a Hoseok, quien a pesar de no aparentarlo, estaba mucho más frustrado que él.

Desde que cenaron la última vez todos juntos, y a pesar de no ser realmente consciente del todo, aquella tierna sonrisa que Jimin les lanzó provocó miles de emociones en su interior, su lobo reclamando al omega como suyo como si se tratase de su predestinado.

Era imposible, Hoseok lo sabía perfectamente y a pesar de eso ahí estaban esos extraños sentimientos que revoloteaban en su interior. Sus cosquilleos cuando observaba al menor de aquí para allá por la casa, o los celos que sintió cuando Taehyung le contó lo ocurrido en el centro comercial, cuando YoonGi le abrazó.

En realidad, nada estaba bien ni con su Alfa ni con él, pues sus sentimientos se oponían tanto que podría jurar que no estaban vinculados para nada. Hoseok no amaba a Jimin, no a él.

Desde que su corazón fue roto por su ex pareja, Kayun, Hobi decidió no volver a creer en el amor, su Alfa totalmente dolido y su corazón echo añicos. Se negaba a creer que podría querer a alguien más de aquella forma en la que amó al omega, entregándole todo su ser, toda su vida y felicidad.

Le respetó durante todo el tiempo en el que estuvieron juntos, e incluso no le marcó ya que así lo quiso el menor, así que el impacto fue enorme cuando vio una marca en el cuello de su novio, acompañado por un intenso olor a menta y ceniza, claro estaba de otro Alfa.

Tal fue el dolor que sintió que no le pidió ningún tipo de explicación, marchándose de su manada, su hogar, su ciudad… Necesitaba olvidarse de todo lo que había vivido durante quince años en las afueras de Seoul, así que se mudó a Daegu para iniciar una nueva vida. La traición fue demasiada, así  que no podía simplemente perdonar y olvidar.

Una nueva oportunidad apareció ante sus ojos en cuanto un joven de tierna sonrisa cuadrada se plantó en el supermercado donde trabajaba de lunes a viernes, pidiéndole ayuda para no ser regañado por lo que Hoseok pensó que era su padre.

Necesitaba una coartada, así que divertido por la situación, él le brindó su mano, presentándose como “llámame Hobi, o Hope, como gustes”.

Después de aquello, Ambos Alfas compartieron tardes enteras de charlas intensas, chocolatinas y bebidas energéticas de por medio durante mucho tiempo, explicándose todos sus secretos más íntimos.

Hoseok confió en él y le contó sobre su ruptura, así como su abandono de la manada y lo bien que le había ido en cierta medida, aunque no fue fácil iniciar solo una nueva vida.
Solo, sin trabajo y sin nadie a quien acudir, tuvo mucha suerte cuando vio la oferta de trabajo en  aquel supermercado, así que no dudó ni un segundo en dejar su currículum y lo cogieron a los dos días por falta de personal.