EVE
Subíamos por el ascensor y ya nos íbamos preparando para lo peor, no sabía en qué parte del aeropuerto nos esperarían, pero podría ser en cualquier lado.
Las puertas se abrieron y cinco caras conocidas se posaron delante de nosotros, eran todos miembros de la comunidad pero solo pude fijarme en una, James.
- James – dije casi gritando y saltando a abrazarle.
James era mi entrenador de lucha, tenerle en estos momentos a mi lado, me hacía sentirme más segura y preparada. Él era espectacular en la lucha y con un elemento y Ralph, que aunque estaba raro, era el mejor, no había quien nos parase.
Los otros cuatro los conocía de cursos superiores, cuando nosotros estábamos en segundo y ellos en último curso. Ya llevaban varios años en grupos de calle, ellos eran auténticos luchadores, en estos años habían ganado todas las batallas contra los sombras.
Vale, solo éramos diez, pero teníamos a los diez mejores de la comunidad, bueno nueve, Kai no contaba de la comunidad.
- Pequeña, veo que me has echado de menos. – dijo James devolviéndome el abrazo. – Aunque me ha dicho un pajarito que has estado muy ocupada, dicen las malas lenguas que te has echado novio. Yo les decía, mi Eve, imposible.
- James, te presento a Kai, mi novio y el elemento del agua. Kai, él es James, mi entrenador de lucha. – dije mientras le guiñaba un ojo.
- Vaya, me vendrían muy bien una de sus lecciones ahora mismo. – dijo Kai recordándome lo que por un segundo se me había olvidado, estábamos a punto de una batalla.
- Lección más importante, no dejes que te peguen. – dijo James mientras le estrechaba la mano.
El resto del grupo se presentó también y él los saludó a todos con mucho respeto, sabía que nuestras vidas dependían de cada uno de ellos.
- Lo mejor sería actuar con normalidad, iremos a por los billetes y luego a la zona de seguridad. – dijo Ralph y nadie vio nada en contra.
Así que eso fue lo que hicimos, fuimos a la zona de los billetes y nos preguntaron si queríamos facturar maletas y lo hicimos solo por quitárnosla de en medio, así no nos estorbarían.
- Solo espero que lleguemos a coger el avión. – dijo Kai entre chistoso y algo preocupado.
Y tenía motivos, todo el dinero de su padre iba repartido en esas dos maletas, si no llegábamos a coger el avión, todo ese dinero se perdería por algún punto de Estados Unidos. Por no mencionar la ropa y mí libro de Albert Frut.
Tras hacer eso, que no tardamos ni diez minutos, nos fuimos a la zona de seguridad. Meison se pegó a mí como una lapa y Kai iba hablando con James sobre que técnicas eran mejor para pelear.
- ¿A dónde va vuestro vuelo? – dijo Meison intentando sacar algún tema de conversación.
- A Montana. – dije de manera seca.
Solo quería concentrarme, este era un punto débil, la zona de seguridad era por donde pasaban todas las personas que querían volar y de haber sido yo, este sería el sitio que yo hubiese elegido para esperar.
Meison dijo algo sobre montañas en Montana, pero la verdad es que ni le escuché. Acaba de notar un rastro de sombras y miraba de un lado hacia otro en busca de alguno. Vi en mis compañeros que ellos también lo habían notado.
Entonces la vi, llevaba el pelo suelto que le caía hasta la mitad de la espalda como pequeñas olas negras. Vestía toda de negro pero su escote era excesivamente pronunciado, seguro que de un golpe soy capaz de sacarle algún pecho. Era condenadamente sexy, pero eso no era lo que más me enfurecía de ella, era su mirada, era lasciva y se dirigía a Kai.
ESTÁS LEYENDO
Saga Elementos III: Agua
FantasíaEl chico agua nos sorprenderá por su carácter y por su fuerza. Un rebelde sin causa que se ve en medio de un destino que nunca buscó pero que lo aceptará con los brazos abiertos solo porque eso le hará escapar de su penosa vida. Pero como en todas m...