Capítulo 10. Papá en casa.

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—¡¿Que ella hizo qué?! — cuestiona Zack y por su tono está un poco furioso.

Me analiza y de nuevo sus ojos van a mis labios.

—Ésto... Ella... ¡No puede! — termina gritando — debemos hacer algo.

Niego con mi cabeza.

—No, eso solo empeorará las cosas — respondo calmada.

—Lena, olvida todo lo que te dije, de la paz y blah blah blah. Colvie es una perra y tiene que pagarlo — miro confundida hacia Lissie.

—A ver ¿Y qué sugieres entonces? — cuestiono cruzandome de brazos.

—En mi mente tengo un plan pero no se los diré — nos sonríe a ambos.

Ruedo mis ojos.

—Lo único que tienen que hacer — continúa — es mantenerse juntos. Ya sabes, que Zack te proteja para que ella no intente algo.

— Claro, eso es muy lógico Lissie. Hacer lo que en primer lugar me llevo a obtener esto — señaló mi labio roto.

Ella rueda los ojos sonriendo y siento que se burla de mi por no entender lo cual me frustra un poco más.

—Lissie tiene razón — opina Zack — Colvie no intentará nada si estoy contigo.

Me mira y siento como que ya mi palabra no cuenta en éste debate.

—Bien, que así sea — Lissie chilla y yo ruedo mis ojos.

A veces quisiera ahorcarla.

***

—No tienes por qué llevarme a casa. Puedo caminar —me quejo.

Zack no me suelta el brazo y comienzo a desesperarme porque no pretendo llegar tarde a casa. Papá podría llegar en cualquier momento y será mejor que cuando lo haga yo esté allí.

Suspiro y quizás sea buena idea que sólo por ésta vez aceptara que me llevara. No tenía muchos deseos de caminar en el estado que me encontraba. Los golpes de Colvie aún me estaban cobrando factura aunque ya casi no dolían.

—Bien.

Es lo único que digo y camino hacia su alto. El suelta un ¡si! Que solo me hace rodar los ojos. Nos adentramos a su auto y comienza a ponerlo en marcha.

—Escucha... Yo... Ésto... —comienza a balbucear y lo miro confundida.

Suelta un gran suspiro y es como si se estuviera debatiendo en su interior. Pero al final habla.

—Hay una nueva película que se estrenará el jueves y sólo quería preguntarte si quisieras ir— dice rápidamente.

Frunzo el ceño captando todas sus palabras. ¿Yo? ¿Salir con Zack Finnegan? Simplemente una locura total.

Aunque... Pensándolo bien, el chico no es del todo molesto y a pesar de que por hablarle estoy en ésta situación dijo que se encargaría de protegerme y, sí, creo que no es una mala idea.

Claro que sería en plan de amigos. Una cita, jamás. No siento eso por Finnegan. Ni lo sentiré. Le doy el beneficio de la duda.

—No lo sé —comienzo —te diré mañana ¿está bien?

Voltea a mirarme y sonríe.

—Está más que bien, la verdad esperaba un no rotundo— ríe nerviosamente y sigo su risa.

Tomo de nuevo entre mis manos la figura en miniatura que llamó mi atención la primera vez que subí al auto. Se da cuenta, pero no dice nada.

Llegamos a la cuadra donde está mi casa y abro mis ojos de par en par al notar el auto de papá.

¡Para nada con amor!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora