Baby [Jikook]

VI

Capítulo 6, otra oportunidad.

— ¿De verdad? —Jungkook abrió sus lindos ojitos con mucha sorpresa—. ¡Podremos estar juntos mucho tiempo sin que te alejes después!

Jimin sonrió y asintió para luego abrazar a su pequeño.

— Será por un par de días Jungkookie —dijo el pelirubio con dulzura—. Pero sí, durante ese tiempo prometo no dejar de seguirte, pequeño.

— Estoy muy contento Jiminnie —dijo el más pequeño de la habitación con emoción.

— Chicos —Taehyung carraspeó levantándose del asiento—. Ya tengo que irme, dejé algunas cosas pendientes de la universidad en casa.

— Adiós Tae, suerte —dijo Jungkook agitando su mano en modo de despedida.

— Gracias nene —el moreno sonrió levemente y giró sobre sus talones para abrir la puerta—. Jimin, hay algo que quiero decirte ¿Me acompañas un segundo, por favor?

Jimin, distraído y aún emocionado por la propuesta del encargado, asintió y salió de la habitación después de guiñar su ojo derecho para Jungkook.

— ¿Ocurre algo? —preguntó ni bien salió y se aseguró de cerrar la habitación del paciente que visitaban.

— No sé si escuchaste hace un momento que recalqué la palabra "universidad" —Taehyung hizo comillas con sus dedos en la última palabra—. ¿Qué piensas hacer esos días? Faltarte a clases no es una buena idea, pronto serán tus pruebas.

— Taehyung, calma —el pelirubio interrumpió—. Puedo estudiar, practicar y hacer mis deberes mientras estoy en esa casa hogar. No descuidaré nada de la universidad, y tú sabes mejor que nadie que no lo haría.

Taehyung suspiró y asintió. Jimin era responsable, no era necesario que se preocupara tanto.

— Está bien —dijo el moreno—. Tienes razón, tú eres el que debe pensar esto, no yo.

— Tae —Jimin suspiró y se acercó al susodicho para poner una mano en su hombro—. No te enfades ¿Si? No es necesario que te preocupes.

El moreno asintió y quitó la mano de Jimin de su hombro.

— Tengo que irme —sonrió y acarició la mejilla del pelirubio—. Avisame si necesitas algo.

Jimin sacudió levemente su mano para despedirse de su mejor amigo.

[...]

— ¿Te falta algo más? —preguntó el pelirubio mientras revisaba la habitación con la mirada.

— No Jiminnie —negó el pequeño moviendo su cabeza de izquierda a derecha—. La enfermera guardó todo en ese bolso.