Tokyo (R)

134 12 26
                                    

Estoy apunto de agarrar el maldito teléfono y marcarle. No hemos hablado en semanas y ni siquiera se ha molestado en mandarme un mensaje dando noticias de la operación y no puede poner la escusa de "estoy en el hospital" por el tiempo que ha pasado desde que le pedí el favor a Makoto.

Aaargh, ¡Qué frustración! Pensé golpeando los casilleros del gimnasio.

- tranquilo, ¿No querrás dejarlo sin puerta o si?- se burló uno de mis compañeros.

- Tsk, ya me voy- avisé poniendo la mochila en mi hombro para salir directamente hacia mi apartamento.

- ¡Recuerda que mañana volamos a Tokyo!- me paré en seco- ¿Dije algo malo?- cuestionó confundido al ver que me aproximaba a él.

Palmé su hombro con una gran sonrisa en mi rostro.

- Es verdad, gracias.- volví a alejarme- tengo que llamarle...- murmuré cerrando la puerta.

-¡¿QUE DEMONIOS TIENES EN LA CABEZA?!- gritó en tono burlón para asegurarse que lo escuchará.

No pude evitar soltar una carcajada ante su comentario. Pasan demasiadas cosas por mi cabeza en este momento.

Mañana podré ver a Sousuke y preguntarle por su hombro. Por fin lo veré después de tanto tiempo, me pregunto si aún sentiré la misma electricidad recorrer por mi cuerpo que la última vez en que lo abracé para despedirme de él en el aeropuerto. ¿Me esperara allí? ¿Responderá mi llamada? ¿Aún le importo? Simplemente mi cabeza está llena de preguntas por resolver.

Corri hasta mi apartamento, entré rápidamente dejando caer mis tenis donde quisieran y me tiré en la cama.

Voy a llamarle, tiene que saber que voy. Pensé sacando el teléfono de mi bolsillo, marqué el número y llamé. Tardó sólo un par de tonos en responder.

- hola, Rin.- saludó sin más.

Mi corazón dio un pequeño salto al escuchar nuevamente su voz.

- Hola, ¿Recuerdas la competencia?- recordé un poco ansioso.

Sé que no lo olvidaría, sólo quiero divagar un poco para sorprenderlo soltando la noticia de golpe.

- si, la recuerdo- sonreí inconcienteme. - ¿No me digas que no entraste?- cuestionó sarcástico.

Este es el momento perfecto para jugarle una broma, tengo que aprovechar.

- a decir verdad... Fue por centésimas...- murmuré fingiendo estar decaído.

Dudo mucho que me crea después de haber sonado tan entusiasta al inicio, igual no pierdo nada con intentarlo.

-¿Así que pasaste por los pelos?-. Soltó una pequeña risa.

-mmm- tragué saliva pesado con la esperanza de que escuchase- ... No exactamente...- murmuré.

Pasaron unos segundos de silencio que me parecieron eternos.

- no te preocupes... Ya habrá otra oportunidad-  sonreí al escuchar sus palabras de apoyo.

Mi corazón se aceleró ligeramente por ese pequeño gesto. Es increíble cómo puede mover mis emociones de esa manera.

- está bien... - suspiré- pero me gustaría más si... Me lo dijeras en persona- tapé mi boca para evitar reír.

Sólo espero que no se lo tome mal.

- ahora no puedo ir, estoy en rehabilitación-  explicó un poco desanimado.

No puedo creer que pensará en venir, sería maravilloso. Si no fuera yo para allá, claro.

- no es necesario que vengas... Sólo espérame en el aereopuerto a las 3- indiqué colgando rápidamente.

Caminos diferentes (SouRin) D2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora