El día mas deseado

Día de la Boda Parte 2

No lo puedo creer.

Es que simplemente no puedo creer lo que está pasando.

En el día más esperado de toda mi vida, mi amor, mi Mario, me abandono. Me dejo tirada por otra mujer. Y sin siquiera darme la cara. Creo que eso es lo que mas rabia me da. Que me haya dejado tirada por otra mujer sin siquiera tener el valor para enfrentarse a mí y decirme en el cara que lo haría.

Quiero llorar por la situación y lo haré, pero no aquí, no en este momento, así que debo contenerme. 

Tengo que enfrentar a los invitados.

Me dirijo hacia la sala donde se celebraría la ceremonia, para encontrarme con ellos. 

Encolerizada, le hablo a todos los presentes:

Resulta que Mario, el hombre que pensé que me amaba, huyó con otra mujer, así que no habrá boda. Es un cretino— intentó decirles a los presentes — por tal razón, se pueden ir a sus casas...O más bien pueden quedarse disfrutando de todo lo que se preparó.—una lágrima escapa desde mi ojo derecho—Hagan eso. Pueden hacerlo; después de la recepción, de comer y disfrutar con las orquestas... — siento un nudo en la garganta que no me deja continuar— Me disculpan si no me quedo a celebrar, pero me es difícil estar aquí frente a ustedes... Así que disfruten...— les termino de decir. Me pego la vuelta y salgo del salón hacia el área donde se encuentran los taxis aguardando por los invitados que eventualmente necesitarían de transporte para regresar a sus hogares. 

Eso fue estúpido y vergonzoso, y las palabras coherentes no me salieron, pero debía hacerlo, debía enfrentarlos. — me digo mientras lloro y camino hacia los taxis.

Cuando llegó me siento en un banco que hay en el area y Mary, quien me seguía en silencio después de verme dar la noticia a los invitados, se sienta a mi lado.

Lo siento mucho.— me dice y me abraza consolándome por varios segundos.

Mary consígueme un taxi, necesito irme de este lugar inmediatamente. Me siento muy avergonzada... —le digo a Mary mientras lloro. Mary me sonríe con cara de todo estará bien, y llama por radio a uno de los taxistas, que en un minuto se encuentra estacionado frente a nosotras. Ella me ayuda a levantarme y me acompaña hasta el taxi.

Mary despide a los invitados y dile a mis padres que estaré bien, que resuelven todo esto. Encárgate de ayudarlos, por favor. Gracias.—le digo.

Sabes que el único que debe estar y sentirse completamente avergonzado es el cretino de Mario y sus pobres papas, no tú , ¿verdad?— me dice sonriendo Mary, mientras yo asiento. Ella dice, añadiendo, luego de darme un beso en la frente — Yo me encargaré de tus papas y de todo, todo lo que haga falta. No te preocupes, vete tranquila y trata de relajarte.

Me iré al hotel de tu papá.  Mi refugio. — le indicó a Mary, quien sonríe cuando menciono lo primero como esto último, y me subo al taxi antes de que los invitados salgan para ver o hasta preguntar sobre todo lo que esta pasando. No estaría lista para ello. Supongo que estarán bastante sorprendidos con todo esto, pero créanme que no más que yo. — No les digas a mis papas que estaré allí; quiero estar sola hoy.

Oye, ¿segura estarás bien sola?— me pregunta Mary, tornando su cara preocupada; tomándome a mi del mentón para que la mire.

No podré ponerme peor de lo que ya estoy, asi que tranquila, que estaré bien. Adiós.— me despido de ella, al ver como ya par de personas se asoman para ver que está pasando.