Mayo - primavera (19/05/2019)

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2:24 PM
-Lo recuerdas Isa? aquel día, ese maldito día en el que mis emociones se tornarían en un carrusel infinito del cual aún después de 3 años de relación no he podido salir-. Estaba pensando en voz alta mientras miraba el suelo -además de cambiar un te quiero por mil te amo, mis pensamientos comenzaron a retumbarme en las noches como dulces sueños, y ahí poco a poco fui entrelazando mi futuro con el tuyo, dejándome llevar por mi testarudo corazón, renunciando a la razón- Paro en seco a mi mente necesito concentrarme -fue sencillamente uno de mis mejores días a tu lado.- Termino
-Si, lo recuerdo como si hubiese sido apenas hace una o 2 semanas atrás pero, ¿paso hace tanto ya?- Hace una pausa -Realmente no pareciera, tengo en mi memoria ese día tan vívido, tan reciente, tan...- no termina su frase pero se que su respuesta la destrozó, un aura de dolor se asoma en su mirada y por mas que quiera ocultarla no puede.
-¿Que será de nosotros dentro de poco?-. Rompo el silencio, pero solo causo que el ambiente entre los dos empeore.
-Quisiera no averiguarlo, por ahora no quiero pensar,- corta mis esperanzas en mil pedazos, Y aunque estaba esperando una respuesta de fe en nuestra relación, se que ella no tiene cabeza para eso ahora - mas bien dime ¿te parece si almorzamos juntos?-. Pregunta con una falsa sonrisa; Su evasión al tema me duele.
-Claro, me encantaría

Estamos caminando por un largo pasillo del aeropuerto buscando la plazoleta de comidas, el silencio entre nosotros es desgarrador, estoy perdiendo toda esperanza y no quisiera pero esto me esta matando lentamente, y más sabiendo que estoy a punto de almorzar por ultima vez con ella (durante un tiempo indefinido).

Luego de un rato andando encontramos por fin una mesa desocupada, ella solo me sigue de cerca y cuando llegamos, Isa voltea una de sus maletas de mano, aquella que tenia colgada en un hombro, esa que usó durante los 2 años en los cuales estudiamos juntos, -¡agh!- grito en mi cabeza; retomo mi mirada a Isa la cual se encuentra sacando algo de la mochila, algo que parecen ser... ¡tazas de plástico llenas de comida!.
-Oye ya vengo dame unos segundos si?, no demoro-. Rompe el silencio con su dulce voz.
-Si, si ve.- respondo moviendo mi cabeza exageradamente.

Ella solo sonríe y se va con las tacitas en dirección a un restaurante al parecer a pedir que le calienten la comida. Eso me hace recordar que Isa ha tenido esa costumbre desde que la conozco y es que siempre ha preferido sus almuerzos caseros antes que comer algo de un restaurante X.

Un rato después veo que Isa comienza a pispearme y a llamarme desde la barra del restaurante, cuando me volteó empieza a decir entre labios

-^Estoy aburrida^- pone su mano en la mejilla y blanquea los ojos en señal de sonmolencia.

- ^yo igual^-
Respondo con un gran bostezo, ella solo ríe.

-^Ya casi voy, esperame^- Señala la silla a mi lado,-^No te vayas a ir^

Termina el espectaculo de señas y sonidos cuando una señora de unos 60 años aparece tras el mostrador con las tazas, Isa sonríe y da las gracias mientras le entrega un billete algo así como cuando tu abuela de daba dinero, a lo ilegal, la señora desaparece entre las cajeras mientras que Isa se acerca a nuestra mesa con rapidez, mientras camina hacia mi noto como mueve de manera exagerada los recipientes mientras los sopla con intensidad, así que me levantó de un salto y corro hacia ella.

-Deben estar calientes eh?-. Sonrío a Isa mientras le recibo la comida.
-Chistosito.

Al llegar acomodamos los recipientes sobre la mesa y nos disponemos a comer, le dirijo una gran sonrisa a Isa.

-¿Que?-. Pregunta de manera fría, ella es todo un amor.
-Nada, nada, solo huele delicioso.- alzó mis brazos al aire en señal de paz. Ella me mira y una pequeña curva en su boca me indica que esta mas tranquila.

Ya con la comida calentita y con esta hambre bestial, sin pensarlo 2 veces destapo esa vaina y mis ojos se abren como platos al ver lo que hay, mi plato favorito, ese que Isa adora hacer su especialidad. Los recuerdos me invaden y ese día vuelve a mi mente como un disparó.

El amor es un clichéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora