Capítulo 2

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¿Un tren?

¿Realmente había un tren de última generación frente a él?

Bueno, definitivamente no estaba soñando porque al instante de ver ese gran vehículo que funciona con carbón no dudó ni un segundo en pellizcarse cada dos segundos su rostro, manos o brazos.

Pero nada, no sucedía nada, es más, incluso logró dejarse ya varias marcas rojas por varias veces intentarlo.

Edd muy escéptico aceptó de una forma u otra que había un tren frente a él. De hecho, había gente a bordo y podía verlos claramente por las ventanas.

Algunos estaban dormidos, otros simplemente estaban leyendo, platicando o comiendo frente a la pequeña mesa que tenían.

Edd se preguntó del como era posible que un tren tan bonito y moderno se encontraba en esa estación, estación que desde luego estaba abandonada por el cierre de la línea.

¿Qué debía hacer o decir?

Tal vez tendría que irse e intentar olvidar eso como si fuera un mal recuerdo.

O quedarse a ver qué pasa.

Su curiosidad de saber que pasaba fue tanta que incluso si el lugar ya se encontraba algo oscuro por la falta del sol o si incluso si el frio lo estaba carcomiendo vivo decidió quedarse un poco más de tiempo.

Tal vez el destino escuchó sus clemencias o simplemente fue una coincidencia ya que en esos pocos segundos de quedarse a ver la escena, en eso salió lo que pareció ser un empleado del tren.

El sujeto que salió (y se encontraba dándole la espalda) tenía bonitas ropas como las que su padre suele usar.

Una ropa algo cara pero que mantiene el estilo y seriedad por su trabajo.

La única diferencia era que esas ropas eran de color azul.

El sujeto era algo alto, tal vez tenía una edad de treinta años por la altura al ser sumamente similar al de su padre.

Ese saco azul, esos pantalones del mismo color junto con esos zapatos sumamente brillantes de color negro dejaron un tanto sorprendido a Edd, pero, eso al final no fue nada en cuanto ese sujeto volteó a verlo con un rostro desinteresado.

El aire se escapó inmediatamente de sus pulmones, su cuerpo comenzó a temblar y sus pupilas simplemente comenzaron a temblar.

Ese sujeto, ¡ese sujeto con ropa de oficina no tenía ojos!

Era eso o simplemente eran totalmente negros.

Fuese lo que fuese, Edd simplemente retrocedió con pasos lentos y temerosos al ver como ese sujeto se le quedó viendo.

El chico de prendas verdes estaba tan asustado que, por accidente, en su retroceso para poder alejarse del sujeto, se tropezó con las bancas, lo que obligó a que cayera bruscamente al suelo en un fuerte golpe.

Claro, su miedo opacó por completo el dolor y lo único que hizo fue sentir sus ojos picar del miedo al creer que ese extraño sujeto iría tras él, pero... nada.

El sujeto de ojos totalmente negros y con rostro desinteresado dejó de verlo y lo único que hizo fue girar hacia otra dirección, específicamente hacia la dirección que guiaba al pueblo sumamente activo por un festival.

Edd sin pensarlo mucho agarró sus cosas de la banca y estaba dispuesto a irse hasta que el sujeto de ojos totalmente negros sacó de su bolsillo un hermoso y elegante reloj de bolsillo. Lo que más llamaba la atención es que era uno de esos relojes sumamente antiguos y estaba en excelentes condiciones.

El gran tren de la niebla- EddsworldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora