Casero: oigan señoritas, ya les e dicho muchas veces que aquí no se permiten las mascotas.
Wendy: y eso a nosotras que nos importa?
Casero: ese gato y ese perro no pueden estar aquí -apunta hacia los animales-.
Penny: que grosero, nos está diciendo que nuestros hermosos hijos son mascotas?, eso es inaceptable, exijo una disculpa -se pone firme y se para de puntitas por que está bien pinches enana-.
Casero: no tengo tiempo para sus juegos, se van a un lugar donde permitan animales o se deshacen de ellos -se retira el señor muy molesto-.
Wendy: ya valimos verga.
Penny: podemos ir con la señorita Stark.
Wendy: señora de Potts -la corrige-.
Penny: de hecho está soltera y va tras la doctora Stephanie Strange.
Wendy: que puta.
Penny: no solo, su corazón es demasiado grande como para compartirlo con una sola persona.
Wendy: como sea, tenemos que ir a una lugar en el que acepten a nuestros bebés.
Penny: sii, que no sea muy caro, acogedor, lindo, también necesitaremos de alguien que cuide a nuestros bebés mientras estamos trabajando.
Wendy: ¡ya sé!, hay que ir con Al.
Penny: la anciana ciega buena onda?
Wendy: ¡siii!.
Penny: no se si ella pueda cuidar de nuestros bebés.
Wendy: no te preocupes amor, además ella es muy visitada por Dopinder y la comadreja, ellos la podrían ayudar a cuidar a nuestras criaturas.
Penny: como sea, pero de una vez te digo que su casa no me agrada del todo, necesita una remo delación urgente.
Ya en casa de Al.
Al: qué quieren?
Wendy: vivir contigo.
Al: largo -cierra la puerta-.
Wendy: ¡no lo hagas por mi, hazlo por nuestros hijos!.
Al: -abre la puerta- tienen hijos?
Penny: si, dos bebés hermosos que necesitan de un lindo y agradable hogar.
Al: está bien, pasen.