MiriTama Week 2018

Día 5: Butterfly / Mariposa

Siento que no sea el mejor, pero cuando llevas 5 días pensando en historias tu sistema se sobrecalienta x////x Aunque debo decir que 7 días me es más sencillo que todo el mes del año pasado x'D Dios, eso sí que fue extremo 

Un inesperado rumor comenzó a pasarse de boca en boca en la primaria de Mirio y Tamaki. Primero comenzó con los de octavo grado y se esparció hacia los grados menores, entre ellos, sexto año de primaria, donde los chicos ya mencionados cursaban. Habían estado ya tres años juntos en la misma clase, cosa que los había estado acercando significativamente.

Volviendo al tema del rumor, este quizás era sólo una fantasía creada por las chicas, como muchas otras supersticiones, sin embargo, muchas muchachas creían esta historia, por lo que salían rápido de clases en dirección a lugares con bastas flores para encontrar mariposas. Así es, mariposas. Supuestamente, si hallas una mariposa con alas de colores de distintos, uno que te represente a ti y otro que represente a la persona que más te guste, puedes pedirle un deseo a esa mariposa: Volverte alguien importante para aquel que tanto amas. Demás decir emparejarte. Básicamente es ser feliz junto tu mayor amor.

De una u otra forma, el rumor terminó llegándole a Tamaki, quien inocentemente pensó en Mirio cuando se trataba de buscar a esa persona especial que él tiene. Entonces, ¿Qué colores podrían representarlos a ambos? La respuesta del azabache fue simple: Amarillo para Mirio y azul para él. ¡Una mariposa con un ala azul y otra amarilla es todo lo que buscaba! Además, a Tamaki le gustan las mariposas, encontrar una no se le hace tan difícil, sobre todo porque teniendo el temple tan calmado que posee, la mayoría de las veces las mariposas no escapan volando cuando él se acerca a observarlas.

- ¡Tamaki! – Un alegre Mirio se acercó a su amigo antes de que comenzaran las clases de la tarde. - ¿Hoy vendrás a jugar a mi casa? Mamá dijo que traería pastelillos para merendar. ¿Qué dices?

- Lo-Lo siento, Mirio... – Una respuesta inesperada. – No podré i-ir hoy a jugar. – Aunque pueda pensar en una excusa, Tamaki sería incapaz de mentirle a su amigo, así que no le quedó más opción que decirle sus razones. – Voy a... Buscar mariposas.

Mirio se le quedó viendo unos segundos, sabe lo mucho que a Tamaki le gustan las mariposas, pero siempre salen los dos juntos a buscarlas, es primera vez que el azabache pretende ir sólo.

- Está bien, Tamaki. – A pesar de su afirmación, se ve que Mirio también quiere acompañarlo, pero no quiere agobiar a su compañero, debido a que en ningún momento Tamaki le ha pedido acompañarlo. Invitarse solo en este momento no es el correcto. – Otro día será.

Suena la campana y las clases de la tarde dan comienzo. Estas se vuelven sorpresivamente cortas, el tiempo voló rápido y sin percatarse, las clases ya habían finalizado.

El pequeño azabache toma sus cosas y sale rápido, sin si quiera despedirse del rubio, quien no pudo evitar seguir desde lejos a su amigo. Sí, Mirio terminó siguiendo a Tamaki a escondidas. Viendo que no paraba de buscar y buscar aun cuando tenía un montón de mariposas cerca, parecía que ninguna era la que Tamaki quería.

- ¿Será posible que...? – Mirio sale de su escondite, acción que medio asusta a Tamaki.

- ¿Mi-Mirio? ¿Po-Por qué? – Tiembla un poco de la impresión dada.

- Estás buscando la mariposa del rumor, ¿Cierto? – No le es complicado deducir lo que el azabache hacía. – Yo puedo ayudarte, Tamaki. Sólo dime los colores que buscas.

- ¡Mi-Mirio no puede ayudarme! – Vociferó por verse en esta situación. Si le decía los colores, el rubio reconocería fácilmente lo que sucede, sabría esos sentimientos que Tamaki siente por él.

- No me voy a ir. Quiero ayudar a mi mejor amigo. Si te gusta una chica, estaré feliz de apoyarte.

"Estaré feliz de apoyarte". ¿Tan fácil es aceptarlo? Ni si quiera es una chica, pero que un chico le diga a otro "me gustas" sería impensable para Tamaki. Teme alejar a Mirio si le dice la verdad.

Mientras los chicos se quedaban en silencio, una mariposa salió de entre un tumulto de flores... Es justamente la mariposa que Tamaki buscaba: Un ala de color amarillo y otra de color azul.

En un acto de reflejo, Tamaki junto sus manos y pidió con todas sus fuerzas.

- Quiero estar siempre con Mirio, por favor.

La mariposa dio varias vueltas por su alrededor, primero rodeando a Tamaki y luego haciendo lo mismo con Mirio, la mariposa era definitivamente muy extraña, su comportamiento no parecía igual al de otras de su especie. Al final, el insecto terminó posándose en la cabeza del azabache.

- ¿Eh?

Mirio se acercó a Tamaki y le tomó ambas manos con las suyas.

- Nunca te dejaría solo, Tamaki. – La mariposa se cambió de lugar para posarse sobre la cabeza del rubio. – De verdad, que rara es. Va saltando entre nosotros dos.

- Sí... - El calor de las manos de Mirio hizo sonrojar a Tamaki. Es como si gracias a la mariposa parte de su deseo se haya cumplido. – Pero... El rumor es cierto.

- ¿En serio? ¿Quién te gusta? – Sin pelos en la lengua, se ve que a Mirio le falta tacto a veces.

Tamaki comenzó a balbucear en un idioma incomprensible para todo ser humano.

- ¿Yo te gusto? – Al azabache le sale humo de las orejas. - ¡Tamaki también me gusta! Realmente me hubiese dolido tener que verte con alguna chica, pensé: "Van a alejar a Tamaki de mí". ¡Qué bueno que me equivoqué!

Volvieron a casa muy felices los dos.

Gracias a la mariposa pudieron reconocer sus sentimientos. El rumor resultó ser cierto.

¡Sólo dos días más! ¡Ganbare, Azuma!