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 -¡Ahí va!- Decían emocionadas algunas ángeles mujeres. 

Se podía ver a El gran Ángel volar con el ego mas haya del cielo.

Todas suspiraban al verle.

Tenia las mas bellas las que cualquiera podría envidiar.

Era lo mas blanco que hasta se confundía con las nubes o la nieve.

Y cuando el sol le daba a las alas, un bello brillo se hacia notar.

Todos envidiaban a ese ángel.

Aquel ángel totalmente egocéntrico de nombre Leonardo.

Se podía decir que era un ERROR de fabrica de nacimiento por darle las alas mas bellas...

-Tranquilas, hay mucho Leonardo para todas. -dijo este ángel acercándose a ellas.

Todas suspiraban y acariciaban sus alas, todas caían rendido ante el.

Algunos ángeles suspiraban molestos, a este paso las chicas olvidarían la existencia de otros ángeles que no sea Leo.

-Veo que de dedicaste a sacar la basura, Leonardo.-Dijo un ángel que se acercaba con la frente en alto hacia Leo, refiriéndose a las chicas que le rodeaban.

-Oh, Norman...¿Quieres una servilleta? 

Todas rieron al comentario de Leo.

Norman solo gruño.

-Algún día se te acabara la suerte, Maldito ángel egoísta- Este solo se alejo de el de cabellera castaña.

-Bueno chicas, me tengo que ir.-dijo Leo despidiéndose y empezar a volar  a volar por todo el lugar.

Todas se pusieron tristes al ver que el guapo ángel se iba. 

Este presumía, mostrando sus alas. 

Hasta que por un descuido se cayo entre las nubes, (este es el suelo para los ángeles(?)).

Para suerte de su ego nadie lo vio.

-¿Estas bien...?-

Una mano bondadosa fue extendida hacia Leo.

Este levanto la mirada y vio un ser de ojos avellana rasgados y cabellera azabache.

Sin alas.

Leo miro con desprecio aquella mano.

-No gracias, no necesito tu ayuda. No me toques.-Se levanto del suelo por su propia cuenta.

El de menor tamaño solo quito su mano.

-¿Estas seguro de que estas bien?...-

-¿Acaso te importa?- reclamo el castaño con molestia.

-Si.-

El mayor lo miro sorprendido...

¿Le importaba?...

Bueno ese no era el punto, Leo siguió caminando, ignorando la existencia del menor.

-Soy kubo- Dijo el menor en un hilo de voz.

-Ya se tu nombre- respondió con fastidio.

-¿En serio?-dijo emocionado y con una sonrisa.

-Si, ¿Como no saber el nombre del Ángel mas horrendo de todo el cielo?-dio una leve carcajada y salio volando de allí. 

El menos solo miraba hacia bajo.

Quizá el mayor tenia razón....



El Ángel Sin Alas. |Kuban|Where stories live. Discover now