Ojos arcoiris

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       >>>>>>OCEAN<<<<<<

La tía Alaska está a unas semanas de dar a luz y por eso ella vivirá en la casa de los papás del tío Scott, todo está preparado, ropa de mi tía y ropa para el pequeño Harry. Tomamos las maletas y las subimos rápidamente a la camioneta, recuerdo que la última vez que fuimos la mamá del tío Scott estaba embarazada, pero con todo lo que debíamos arreglar y la mudanza ya no la volví a ver, solo supimos que había tenido una niña a la cual llamó Astrid.
Subimos a la camioneta y mi tío comenzó a conducir con tranquilidad, tanta que empezaba a desesperarme, todo parecía muy lento a mi alrededor y las manos me sudaban un poco, pasaron los primeros kilometros y esto no cambiaba, al contrario parecía aumentar entre más nos acercáramos, era como si un alíen fuera a salir de mi panza. Baje la ventanilla y respire profundamente, vi el cielo y casi podría jurar que todas las nubes pasaban a máxima velocidad, me calme y recosté mi cuerpo en el asiento, todo volvía a ser normal.

Un movimiento sutil en mi hombro me hizo darme cuenta de que ya habíamos llegado, me levante con cuidado y baje para ayudarle a mi tío, sacamos las maletas y camine junto a Sean hasta entrar, de nuevo me sentí mal, era como de nauseas y fiebre por lo que deje la mochila en la sala y me senté para descansar.
–Estas bien cariño–pregunto mi tía mientras tocaba mi frente
–Creo que no–admití sin muchas ganas
–Tal vez te mareaste, deberías refrescarte en el baño y veras que se te pasara–asentí levemente con la cabeza  y ella me tomó de los hombros para llevarme hasta el baño.
Entre con cuidado y me moje la cara varias veces, al final el malestar paso de a poco pero me senté un rato más para tranquilizarme.
Ya habían pasado unos minutos y decidí salir para saludar a todos pero un peculiar aroma llamo mi atención, era muy suave y a la vez dulce, mi nariz olfateo como si fuera un perro y llegue a las escaleras, subí con cuidado para no perder el rastro de ese olor y una vez arriba llegue a una habitación con la puerta entre abierta, quede completamente inmóvil unos minutos sin saber que debería hacer, mire la puerta, el pasillo y las escaleras sintiéndome confuso. Sin hacer nada más que ver a todos lados decidí bajar de una vez a saludar como tenía planeado pero justo cuando estaba por dar el primer paso un llanto agudo llamo mi atención, ese llanto provenía del cuarto y no podía ignorarlo, abrí lentamente la puerta y entre sin hacer ruido, la cama estaba cubierta por una tela delgada y había un pequeño bultito justo en medio, camine más cerca y pude ver que se movía, quite la tela y me subí a la cama con cuidado, lo siguiente que escuché fue una pequeña risita y me acerqué que más deprisa. Vi que el bultito era la bebe envuelta en una cobijita y se movía animada, quite un poco la cobijita de su cara y ella me miró fijamente por unos segundos, se había quedado quieta y pensé en alejarme, tal vez la había asustado, agache la cabeza y entonces ella volvió a reír, estiro sus brasitos hacia mí y sonrío con alegría, no pude evitar acércame y tomarla con cuidado, me senté en la cama y la acomode entre mis brazos, ella tomó mi mejilla y sentí una enorme paz recorriendo todo mi cuerpo, sonreí ante el contacto de su pequeña mano y me acerqué a besar su frente, al instante sus ojos se volvieron de mil colores y sentí que debía tenerla abrazada a mí para toda la vida.

Familia Dallas StoneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora