"Estaba sentada en el fondo de aquel pozo, observando la luz que se reflejaba en un lado de este. Cuando apareció una mano para ayudarme a salir de ahí, y entonces lo mire, él, un ángel caído del cielo para ayudar a una alma que estaba enterrada en la inmensa oscuridad, él, con sus bellos ojos color miel, ayudándome a subir a la cima del pozo, para volver a ver la luz directamente. Estaba perdida en aquella mirada, a punto de llegar a la cima, cuando miró hacia otro lado, soltando mi mano, dejándome caer de nuevo al fondo de aquel pozo gigante, que se hundió más con el golpe de mi caída, dejadome otra vez, atrapada en ese hoyo sin salida."
Desperté sobresaltada. Eran las 4:00 de la madrugada, y todo estaba oscuro. Ese sueño se estaba volviendo muy recurrente. Tenía la esperanza de esta noche descansar después de algunos días que no lo hacia. Pero por lo visto, iba a ser otra noche de sueños a medias. Me mataba pensar que pronto terminarían las vacaciones y tendría que volver a verle.
Tendría que ver al ángel que me hundió más en el pozo en el que estaba.
Me llamo Amber Suzack, y vivo en Monterrey Nuevo León. Mi madre y yo nos mudamos aquí hace algunos años, cuando ella y mi padre se divorciaron. Al principio todo iba excelente, hasta que entre a la preparatoria. Ahí fue cuando lo conocí, el creador de mis problemas: Christian Blake. Después de un tiempo me rompió el corazón en mil pedazos. Pero no mal interpreten. No por el hecho de tener el corazón roto, me la paso encerrada en mi habitación llorando como marica. Al contrario, la mejor manera de olvidar es vivir, vivir al máximo y encontrar la manera de no pensar en él.
Me levanté a las 11:00 de la mañana. Baje a desayunar con mi madre, que como de costumbre tenía que ir a trabajar, desde que llegamos a Monterrey se había vuelto una exitosa empresaria. Tenía su propia línea de ropa. Aunque eso implicara que tuviera mucho trabajo, ella era feliz, y si ella lo era, yo también. Teníamos una excelente relación Madre-hija. Era mi persona favorita del mundo.
-Recuerda que tienes que ir a comprar las cosas que te faltan para la escuela. - dijo mi madre
-Claro, iré con Dinna por la tarde.
-Bueno, me tengo que ir nena, cuídate, te quiero.
-Yo también mamá.
Dicho esto, me besó la frente y se fue. Dinna Marriel era mi mejor amiga. Desde qué habíamos llegado ella me había demostrado su amistad incondicional. Y yo le estaba muy agradecida por eso.
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El fin de semana pasó muy rápido. Era domingo por la noche, y mi madre aún no llegaba. Había tenido una cita de negocios improvisada y se tuvo que ir. Por lo visto, llegaría muy tarde. Así qué decidí preparar mis cosas para el día siguiente, e irme a dormir.
Me dormí pensando en su mirada, esperaba no encontrármelo. Porque sabía que aunque su mirada fuera la más bella de este mundo, esta vez ya no sería para mi. Esta vez su mirada ignoraría a la mía, y eso me dolía. Le extrañaba, le extrañaba mucho, lo había evitado todas las vacaciones, pero no lo podía evitar para siempre. Pero ya nada sería igual. Y eso me dolía más. Tendría que tratar de ser indiferente cuando lo viera. Y no sabía si eso me iba a resultar...
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N/A: Hola, este es el primer capítulo de mi novela. Espero que le gusté, me gustaría que dejarán sus comentarios. Y si les gustó un voto no vendría nada mal ;D
No tengo mucho que decir, sólo que soy nueva en esto y supongo que tengo algunos errores, pero se mejorarán con el tiempo.
Gracias por leer. Besoooos:*
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Corazón de un cuento roto.
RomanceEsta es una historia que me enseñó, que la persona que más feliz te puede hacer, se va, y se lleva esa felicidad, sin preguntarse como estarás, ni como te sentirás después de que se vaya. Una historia que me también me enseñó, que no es fácil olvid...