Buscando aliados

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Balthazar no se sentía preparado, en esos seis meses, avanzaron mucho, pero no tenían los suficientes recursos mágicos para destruir a un demonio del calibre de Abbadon. Sabía que podían echarle, pero eso era una solución temporal y su padre debía ser liquidado de inmediato.

Encontraron un ritual para abrir las puertas del infierno, en un principio parecía una buena idea, pero eso también era temporal, además, el demonio podía ser invocado de nuevo por brujas, sin mencionar que si ellos podían abrir el portal, otros también podrían hacerlo, no... era demasiado arriesgado

Atraparlo estaba bien... por un tiempo... ¿y luego?

Abrió otro libro que explicaba sobre ángeles u sus armas sagradas, bufó, en el dado caso que esas criaturas celestiales existieran, dudaba que les ayudase en su causa. Cerró el libro furioso.

Existía sólo un lugar donde encontraría la información necesaria para destruir a un demonio tan fuerte como su padre, pero ir ahí era una locura, sobre todo en su estado actual.

- No. –se negó Satomi esa misma noche, mientras el pelirrojo explicaba su plan.

- No tenemos más opciones, ha pasado medio año, a este paso no le derrotaremos nunca.

- Debe existir otra manera. –murmuró ella.

- Ya buscamos por todos lados. –dijo él, desesperado, paseando por la habitación de un lado a otro- En cualquier momento nos encontrará ¿y entonces qué? ¿Qué pasará con Dahaka? –preguntó, deteniéndose frente a ella.

- Dahaka está a salvo por ahora. Bal... –la bruja se acercó a él para tomarle de las manos e intentar tranquilizarlo- Si vas al consejo... ¿qué crees que pasará? Ni siquiera sabemos el lugar exacto y aunque lo supiéramos... eres un vampiro. Un vampiro brujo. –recalcó- Van a matarte una vez te sientan llegar.

- Satomi tiene razón. –dijo al fin Semih, con los brazos cruzados.

- ¿A quién sugerís que pidamos ayuda entonces? –murmuró, inconforme.

- No lo sé, pero ir al consejo es demasiado arriesgado. No voy a perderte de nuevo. –añadió ella, acariciando el rostro de su esposo.

El vampiro se calmó un poco y besó su mano, Semih no dijo nada, al poco tiempo se levantó y estiró los brazos.

- Hablando del consejo... –comenzó- he escuchado rumores, unos vampiros que encontré el otro día me comentaron algo interesante. Al parecer el elegido no anda muy lejos, dicen que en una misión especial.

La pareja le miró con interés.

- Talvez sea una mejor opción para pedir ayuda, dicen que es comprensivo. Incluso parece que ayudó a unos licántropos que tenían problemas con demonios, hace un par de años.

- ¿Crees que acepte ayudarnos? –preguntó Balthazar.

- No lo sé. –contestó el mayor- Sólo hay una manera de averiguarlo. –sonrió, divertido.

- Talvez yo podría ir a hablar con él. –sugirió Satomi.

- ¿Sola? –preguntó el pelirrojo.

- ¿Porqué no?

- Porque es un elegido, no es un cazador normal. –le recordó.

- Si de verdad es como dicen, estaré a salvo.

- Sato, pueden ser sólo rumores, no quiero que te arriesgues...

- Aún así me parece una mejor que ir directo al consejo.

Balthazar suspiró cansado, Semih observaba divertido cómo ambos debatían.

- Si vamos, vamos todos. –murmuró- ¿Cómo se llama este elegido? –preguntó al otro vampiro.

- Urieth. –contestó, con una extraña sonrisa en su rostro.

Rituales de Sangre -Wordvember 2018-Where stories live. Discover now