Extra

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El Amor y el Tiempo

—Acaso ¿sientes algo por la Muerte? —preguntó mientras le arrinconaba contra la pared y colocaba su brazo para que no escapara.

El castaño alzó una ceja. Acaso él estaba molesto por ello. No.... Posiblemente había otra razón.

—Eso no te incumbe —contestó.

El mayor frunció el ceño por tal contestación. Y sus claros ojos azules se volvieron rojos carmesí.

—Temo decirte que si me incumbe. Puesto que, Rido mí querido Tiempo. Tú me perteneces.

No espero a que hablara ya que se apodero de esos labios. Esos que solo podían ser devorados por la celosa personificación del Amor.

Ellos no se habían vistos desde que el castaño decidió cumplir el deseo de la Bella Muerte. Por lo Rido correspondió el beso con la misma pasión y ansiedad. Pero no pudo evitar reír para sus adentros. Era tan divertido verle celoso. Debería escapar más seguido.

***

Zero quien observaba esa escena se giro para irse. Luego ellos se darían cuenta del regalo que les concedió.

La Vida y la MuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora