cinco.

8.3K 1.5K 200
                                    

¿Por qué esa mirada puesta sobre su príncipe? Jungkook odiaba como el hermano del rey miraba a su ángel. Lo miraba lujurioso, con pensamientos sucios y de mal gusto. Lo sabía, lo sentía.

Se preocupaba, ese hombre podría ser peligroso. Aunque sabía que si hacía algo probablemente sería mandado a decapitar o al calabozo, era contraproducente.

Su mirada se dirigió hasta el Príncipe, el hermoso chico que se inclinaba al recibir en la ceremonia de bienvenida a su padre, anunciando su victoria junto a sus soldados.

Todo se calmó después de unas horas, aunque algunos gritos permanecían y la merienda seguía siendo repartida. El azabache vio como el rubio era llevado sin tacto por su tío, a un lugar alejado de la ceremonia.

Frunció el ceño y cuidadosamente los siguió. Tuvo que tener excesiva precaución, lo llevó a uno de los pasillos fuera de las instalaciones del palacio. Algunos guardias que estaban allí rápidamente despojar el área.

—Y dime, Príncipe. ¿Es cierto que anduvo husmeando en mi habitación? Porque créame que estoy casi seguro de ello.—El rubio tragó saliva, y negó casi instantáneamente.

—N-no sé de qué habla, tío. Esas son falacias de algún súbdito rencoroso o de quién sea que inventó calumnias innecesarias sobre mí.— El hombre sonrió, regalándole una bofetada al rubio. Jungkook sintió su corazón doler, ¿Qué mierda hacía?

—Que quede claro que me las pagarás de la forma que más te gusta, ¿no es así?— El rubio negó rápidamente, el hombre sólo se fue sin decir palabra más. Dejando al Príncipe tocando su pecho y tratando de contener su llanto.

Jungkook vio como Taehyung comenzaba a entrar en un estado de repentina conmoción, sin poder moverse. Fue hasta allí.

Lo miró, sintiéndose una mierda al no poder evitar que ese estúpido le gritara.

—No llores, mi Luna.—pronunció con tristeza, tomando entre sus manos las suaves mejillas del contrario.— Hoy no pude pero le prometo que ese hombre jamás le volverá a gritar o a tocar, a nada. Ni siquiera contará con una lengua para intentarlo, lo juro.— Taehyung hundió su cabeza en el pecho ajeno.

—Taehyung.— El nombrado lo volteó a ver, sintiendo un poco más fuerte el olor a pasto fresco y a noche de noviembre. Las estrellas le permitían ver un poco más lejos de su cielo, era hermoso y más cuando sabía que tenía esos ojos oscuros puestos en él.

—¿Sí?— contestó.

—¿Qué fue lo que viste en la habitación  de ese hombre?— La mirada celeste del contrario se entristeció al oírlo.

—Él... Yo sospecho que mi madre no murió por mi parto. Yo sospecho que ella fue asesinada, tengo la incertidumbre de saber que fue lo que realmente pasó y también estoy casi seguro que fue él.— Jungkook suspiró, entrelazando cada vez más la mano contrario.

—¿Sabes? No me importa si es que me cueste un poco más que mi vida pero, haré todo lo posible para que ese estúpido no vuelva a mirar el Sol.— Taehyung se sorprendió por sus palabras.

—Debes calmarte, cariño. Yo estoy bien, lo estaremos los dos. No debemos aplicar venganza contra una persona que no vale la pena.

—Tengo en cuenta que es tu familia pero, Ángel. Date cuenta que te ha lastimado mucho y tal vez después de hacer eso tenga que pedirte una petición, algo muy importante, Príncipe.

—Dime.

—Tú... Taehyung, ¿estarías dispuesto a alejarte de aquí? Tal vez formar una nueva vida, con nuevos nombres. En alguna colina alejada del reino, del Palacio, de tu padre, de tu tío. Imagínate, podríamos adoptar alguno de los niños sin hogar de las calles del reino, plantar flores del mismo color de tus ojos. Flores hermosas. — Taehyung comenzó a reír, con algunas lágrimas asomándose por sus ojos.

—Claro que sí, cariño. Estaría dispuesto a cualquier cosa por ti, sería hermoso escapar de aquí, juntos.—

—Exactamente, precioso. Juntos, como siempre estaremos.

・✦▭▭▭✧◦✦◦✧▭▭▭✦・


 

lágrimas de luna *ೃ༄ kvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora