Joizar

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                                                        Joizar

                                                 Gerifaltown

                                                      210-DC

Recién terminaba de desayunar, para él los desayunos siempre eran un martirio. No tenía la mejor relación con sus primos, los hijos de Raen, acostumbraba pedir la comida en su pieza a los criados hasta que un día Naúr, su tía, decidió que la "convivencia familiar" era importante y lo obligó a hacer cada comida con ella, su tío y sus primos en el comedor principal del castillo de Gerifaltown. No le hacía mucha gracia mirar el rostro de sus primos por las mañanas, a decir verdad, en ningún momento del día. Pero hoy era un desayuno distinto, hoy era "el señor del castillo" la machista lengua de su tío lo había bautizado de esa manera pues sus primos varones no tenían edad suficiente para considerarlos lores ¿Y su prima? Para Raen era casi que un insulto comparar el mandato de un hombre con el de una mujer, Raen no se encontraría en casa hoy y Naúr ni siquiera estaba en Gerifaltown, se ubicaba en Aguasrojas muy ocupada con los preparativos del torneo.

Joizar Joray era el último Joray vivo en todo Pisiente, nunca conoció a su madre y su padre Joriel Joray, cuñado de Naúr, fue un importante lord de Oxicem que en sus mejores épocas gozó de un imponente castillo en Arydem donde Joizar gozó del trato de un padre atento y cariñoso, una niñez sin ninguna carencia y estudios en los que particularmente los números no eran sus mejores amigos. Joriel fue asesinado en Rapuen acusado de traición al rey de dicho reino cuando Joizar tenía solo seis años, es en ese momento cuando su tía lo toma para vivir con ella y su familia, para bien o para mal Joizar no tenía más opciones. Joizar guardaba un profundo odio a los Rapuenís, escuchó que la muerte de su padre fue tan horrible que el cadáver sólo tenía cuatro uñas, dos en el pie izquierdo, una en el pulgar derecho y otra en el anular izquierdo, no tenía dientes y ningún ojo. Incontables noches lloró su pérdida, tan débil, tan triste, los niños no deberían pasar por tanto dolor, un niño de una naturaleza afable pasó a convertirse en un niño retraído y déspota.

"tu padre nunca sería capaz de algo así"

Repetía frases que su tía le dijo entre llantos cuando se enteró de la noticia que daría un radical giro de 180 grados a la vida de Joizar.

"No es un traidor, es un buen hombre"

A los once años comenzó a practicar con estoque y escudo broquel, su tío le había contratado un profesor.

- No te contengas Joizar, atácame pensando en algo que te moleste, algo que te llene de rabia. –Le decía su profesor con un semblante curioso.

Joizar lo atacó pero fue detenido por el codo de su profesor y después lanzado metro y medio en el piso por una patada propinada por su adversario.

A base de golpes y patadas, con los años, Joizar creció en el arte de la espada hasta que en su cumpleaños número quince su tía le regaló "cazadora" ostentosa espada tipo estoque, larga con empuñadura escarlata, casi como del color de su cabello y adornos de oro en espirales que adornaban el mango con las alas de un halcón en la virola, para cualquier humano era un deleite mirar aquella arma, algunos decían que cuando Joizar la movía tan rápido como la velocidad de un rayo sus adversarios podían marearse al ver los espirales y hasta llegar a desmayarse. Había manejado varias espadas en sus entrenamientos pero cazadora era su favorita.

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⏰ Last updated: Nov 25, 2018 ⏰

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