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[Este capítulo es largo perdón, no sabía dónde cortarlo]

Son las 03:00 A.M.

No puedo dormir, le extraño.

La sensación de soledad me aterra, me remuevo entre las sábanas esperando que amanezca.

Luego de aquella vez, luego de ver lo feliz que era, no me atrevo a desear ser yo él que este a su lado.

Sin darme cuenta ya estoy corriendo, mi cuerpo no siente el frío, mi corazón se agita con la idea de verle.

"El edificio más alto junto al hospital, las ventanas de SeokJin son tan cuadradas, a comparación de las otras, él usa unas cortinas con cuadritos porque dice les dan un toque hogareño".

Recordé a JungKook con una sonrisa en su rostro narrando con emoción las noches que pasó, mientras dormía.

"SeokJin dijo que no le molestaría vivir juntos. NamJoon, SeokJin y Jungkook. Su departamento es realmente grande, tiene tres habitaciones".

Estaba simplemente caminando, observando a detalle los edificios en toda la calle. Ninguno me sabía a SeokJin, empezaba a desesperarme, el cielo seguia igual de oscuro, mi mente estaba en él y solo en él. Tanto así que no sentía el frío en mi piel.

Encontré aquellas cortinas y sonreí como un tonto. Empecé a correr con desesperación "SeokJin, SeokJin, SeokJin" Nadie tendría aquellas cortinas, nadie que no fuera SeokJin. "escalones, escalones, y más escalones para llegar a ti" Pensé que tal vez, solo tal vez...

Todo mi cuerpo se congeló en aquella puerta. Tuve tanto miedo, que no la toqué, me recosté en ella y esperé hasta sentirme valiente. 

En cuanto lo hice, solo fueron golpecitos.

La puerta se abrió y SeokJin me miró, mis pensamientos se nublaron, no permitiéndome formular palabra alguna. Fue entonces que tomé su rostro brindando caricias, como si fuera la más delicada rosa, acerqué mi frente a la suya y me moví suavemente, las lágrimas brotaron entonces.

SeokJin apretó el borde de la puerta. Esperé entonces que me hechara de su vida, como tenía bien merecido.

- Es tarde.

Su voz temblaba debido a mi toque.

- Hay mucho que aún no te he dicho.

Nos separamos, él me miró a los ojos parpadeando lentamente. Como si no creyera que fuera real.

- Primero - suspiré pesadamente, enserio quería decirlo todo - Perdón - intentó hablar, pero yo seguí - y gracias - Tomé sus manos, tan suaves como lo recordaba - Fui yo todo el tiempo. Hechandote la culpa, cuándo fui yo el que te besó, fui yo todo el tiempo.

Acaricié su mejilla, sus ojos me miraban llenos de dudas que me encargaría de resolver.

- Ese día... Yo...no recuerdo.

- Te llevé a mi casa, te acosté en mi cama, estábamos tan ebrios - Me reí ante el recuerdo fresco en mi memoria - Dijiste que te gustaba no de la manera más romántica, pero si de la manera más poética que había escuchado jamás. Fue entonces que te besé y estuve apunto de más.

- Solo recuerdo que me hechaste -dijo herido ante el recuerdo- siempre pensé que había algo mal conmigo.

- Eres perfecto -suspiré acariciándolo- yo no mentí, JungKook estaba en casa.

- ¿Porqué estás diciendo esto? -sus ojos se llenaron de lágrimas que evitaba soltar.

- Te extraño- le dije rogando que me escuchara, solo eso. SeokJin guardó silencio una vez más comprendiendo -Fui tras de ti.

- No es cierto.

- Lo hice... Te vi mientras te alejabas. Tenías esos audífonos rosa que tanto te gustan. Apuesto que escuchabas a Ludwig van.

SeokJin río bajito.

- Pero te ibas alejando más... Tocaste tus labios ¿Sonreíste por mí? -SeokJin no me miró- Porque yo iba mandar todo a la mierda. Yo iba dejar esa imagen perfecta, iba dejar los estereotipos y las altas expectativas que todos habían puesto en mi, iba ser feliz al fin... 

Pero la vida se encargó de mostrarme que estaba equivocado, que el éxito no estaba destinado para mí. Ya no soy el mismo, ya no soy el mejor, todo por lo que me esforce alguna vez ya no está. No seré nunca más tu mejor opción.

SeokJin casi me golpea por decir aquello, ambos reímos, el cielo comenzó a aclararse de a pocos.

- Gracias por estar ahí... aquel día -SeokJin volvió a estar serio mostrando duda- Estoy seguro que viví porque fuiste tú el que me encontró.

Le sonreí, pero él comenzó a llorar.

- No entiendes- sollozó - ¿Fue ese día?

- Lo fue.

- Yo no sabía. Lo juró - Comenzó a llorar tan fuerte que mi corazón se encogió y dolía, dolía verle así- Fue mi culpa, mi culpa, mi culpa - Se golpeó el pecho, le abracé para que se detuviera.

- Nada de esto es tú culpa.

- Fue mi culpa... Si yo hubiera volteado. No voy a perdonarme nunca. Yo le hice daño. 

- ¿Qué dices? 

Él estaba teniendo espasmo, lloraba y enserio estaba preocupándome. Tomé sus mejillas, las acaricié e hice que me mirará.

- Al día siguiente teníamos clases de literatura. No me llamaste, no enviaste mensajes. Creí, yo creí que me querías lejos. Te vería en clases entonces estaba bien -Él me abrazó y no pude ver su carita, mientras se calmaba- Yo lo escuché, NamJoon. No lo vi, ni te salvé, no soy ningún ángel, tampoco cumplí con mi promesa. Yo... No protegí a JungKook -Él se apretó a mi, su cabecita en mi pecho mientras se impedía el llanto, pero no pudo. Le di caricias suaves en su espalda dejando que llorará y pronunciara con dificultad...- Él estaba ahí. No se movió de ahí. Tenía su uniforme... ¡Mi niño estaba llorando! -Le abracé con todas mis fuerzas- Sus manos tenían sangre. Él-Él estaba llorando. Fue mi culpa. Yo le hice daño. ¡Mi culpa!.

Ambos lloramos, mientras el sol se ponía, seguimos abrazados, besando nuestras almas con ese simple gesto, nuestros corazones sanarían "Pero al final, la primavera vendrá algún día. El hielo se derretirá y fluirá"

[Sé que prometí ser constante, pero últimamente estaba dudando mucho (He estado muy sensible) y así quedó. Desde ahora espero se entenderá un poco más de la historia y lamento si hay errores ^^]

Open your eyes // NAMJINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora