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Esa noche, volvió a tener ese impulso que tuvo cuando tenían diez años, el querer mover los labios mientras besaba a Joshua. No recordaba bien el porqué, pero sabía que ese impulso de aquella vez había sido frustrado por algo.

Movió con lentitud sus labios mientras se acariciaban con los contrarios, recibiendo a cambio una mordida en su labio inferior que le hizo soltar un bufido y alejarse - ¡¿Pero qué te pasa, animal?! – Se alejó Jeonghan mientras acercaba la mano a la zona mordida para comprobar si había alcanzado a sangrar, pues le había mordido muy fuerte.

En cambio, Joshua estaba sosteniéndose el estómago por la risa que le provocó la reacción del castaño, recibiendo luego unos golpes provenientes de este que solo le causaban mayor risa. Para parar todos esos golpes que ya estaban doliendo, lo tomo de las muñecas y le jalo de forma en que quedo sobre Jeonghan, restringiendo sus movimientos.

Se quedaron callados mirándose, hasta que el pelinegro volvió a soltar una ligera risita - ¿Qué te causa tanta gracia? – Bufo molesto, ya que todo eso le provoco recordar que la primera vez también fue interrumpida por esa risa.

- Es que esta es la razón por la que mi mamá me obligo a volver a Estados Unidos – Susurro, provocando que naciera la curiosidad en un Jeonghan que se quedó callado para que continuara – Ella nos vio besándonos, creyó que tú eras gay y que me lo contagiarías o algo por el estilo – A cada palabra se acercaba más a la cara del coreano que levantaba una ceja ante la razón detrás de todo eso.

- Que estupidez – Alcanzo a decir antes de que fuera besado por Jisoo, quien movía sus labios provocándole un cálido cosquilleo en estos, para luego sentir nuevamente como le mordía, y aunque fuera más suave, abrió los labios para quejarse, sintiendo de inmediato como eso solo provoco que se intensificara el beso al sentir una lengua ajena entrar a su boca. Era todo tan húmedo, pero a la vez caliente, en donde sonidos sucios salían debido al constante toque de sus labios y lenguas. Poso sus manos en los hombros del americano para mantenerlo cerca, en cambio este le acariciaba la mejilla.

Pasaron un buen rato así, pues en cuanto recuperaban el aire al separarse unos segundos, volvían a fundir sus labios en ese profundo beso. Se quedaron degustando los labios del otro hasta que sintieron como el viento golpeaba fuertemente la ventana, sacándolos un poco de su mundo y percatándose ya de la hora que era.

- Mañana trabajo temprano – Recordó con lastima Jeonghan, asi que de forma inmediata Joshua salió de encima suyo para quedarse recostado a un lado – Buenas noches, Shua – Le dio un beso corto para luego abrazarlo para dormir de la misma forma en que lo estaban haciendo todas las noches. O así era, pero ambos se quedaron despiertos más tiempo de lo normal al tratar de calmar sus alteradas respiraciones además de sus ganas de querer más.

Ya habían pasado un par de días desde que logro conseguir el trabajo en esa cafetería, en donde sus horarios variaban un poco, siendo algunos en la mañana y otros en la tarde. Joshua estaba orgulloso de que su amigo se animara a eso, pues además podía mejorar su ingles, pero le daba tristeza llegar a casa y que este no estuviera debido a su trabajo, asi que disfrutaban más del tiempo juntos, en donde esos besos buscaban calmar al otro, aunque el de esta vez definitivamente hizo lo contrario a relajarles.


El siguiente día paso con normalidad hasta que caía la noche, en donde Jeonghan dio una simple excusa de porque había "llorado" el día anterior, aprovechando aquello para al fin contarles de su situación a los universitarios, reforzando de esa forma las ganas de ellos por ayudarle. Llego el momento en que ya estaban acostados en la cama, en donde tras el acostumbrado beso de buenas noches, empezaron a besarse más y con mayor intensidad.

Era un beso lento pero que estaba derritiéndolos por dentro, en donde sentían la necesidad de tocarse más por lo que sin demora, el coreano se acostó sobre el cuerpo del otro, sin separar sus labios.

- J-Jeonghan – Jadeo un acalorado pelinegro, en donde con gentileza paso sus manos por las hebras castañas para atraerlo finalmente y volver más intenso el beso. Se quedaron así un buen rato hasta que volvió a ser uno lento y suave. Tranquilos, se separaron y miraron unos segundos hasta que finalmente Jeonghan se acomodó para dormir sobre el otro, quien solo soltó una ligera risita para terminar abrazándolo a la altura de la cintura.

- Buenas noches, Joshuji – Susurro con pereza mientras pegaba su mejilla al pecho de su amigo, quedándose dormido de inmediato por las cálidas caricias en su espalda; a los pocos minutos, el americano también cayó al mundo de los sueños.


Otro día llego, en donde esta vez hicieron ciertos papeleos para el tema del pasaporte, pero aparte de eso fue bastante tranquilo y lleno de trabajo. Muy a la noche llego Joshua, agradeciendo que todos ya estuvieran en sus habitaciones y que le dejaran un plato en la nevera para que calentara y cenara, pero se preocupo al ver que habían dos platos. Apurado fue a su habitacion y noto que Yoon no estaba, asi que algo preocupado se fijo en la hora y pensaba enviar un mensaje hasta que noto un ruido en la entrada y luego ver a ese aparecerse con una cara de zombie.

- Shua, ¿Por qué sigues despierto? – Se acerco lentamente para apretar las mejillas del nombrado, recriminándolo por no estar durmiendo. Fue ahí donde se acordó que este dia a Jeonghan le tocaba el turno que empezaba a la tarde y le hacia llegar a casa cuando Joshua ya dormia.

- Llegue hace poco, ya sabes, trabajo – Se encogio de hombros mientras tomaba entre sus manos las que estaban en sus mejillas - ¿Vamos a cenar? –

Rapidamente ambos se quedaron en la cocina a calentar lo que Wonwoo había preparado para luego llenar sus estómagos e ir a dormir. Los dos parecían moverse en cámara lenta mientras iban al baño, se cambiaban al pijama y se acurrucaban bajo las mantas.

Si bien estaban cansados, empezaron a repartirse dulces besos en la cara. Jeonghan tomo las mejillas del americano mientras se encargaba de lentamente besarle los parpados cerrados, la frente, la nariz, las mejillas y sus labios, algo que luego imito Joshua en la cara de su amigo. Finalmente cayeron dormidos mientras los labios de Jisoo se quedaron tocando la frente de Han.


Con el paso de los días, cada vez que llegaban muy agotados al menos uno de ellos, los besos que se daban antes de dormir se limitaban a dulces y lentos besos que los relajaban al punto de quedar dormidos en medio de estar besándose. Por otra parte, si tuvieron un día tranquilo sin mucho estrés de por medio, la habitación parecía un caldero por el calor que emanaban sus cuerpos mientras sus bocas y lenguas se fundían de forma hambrienta, obligándose a separarse un momento agitados para tratar de recuperar el aire de sus pulmones para luego volver a esa caliente e intensa contienda.

Ambos sabían qué hace tiempo habían pasado la línea de la amistad, pero no les importaba y sabían que no eran necesarias las palabras o tener que darle un nombre a su relación. Ellos tan solo disfrutaban de estar juntos de esa forma y que se necesitaban, ya no volverían a perder contacto.

¿Cómo es que habían logrado vivir todos esos años sin el otro?

Save by Jisoos (JIHAN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora