Había pasado un mes desde que ya había vuelto a Corea, en donde cada día se enviaban mensajes, hablaban por la portátil o hacía videollamada con Joshua, quien a veces se veía demasiado agotado, como si no hubiera dormido, pero que al otro día estaba renovado. Le preocupaba que estuviera haciendo, pero no le explicaba nada. Por otra parte, se había juntado con Wonwoo en cuanto este se acomodó bien en su hogar, pasando un tiempo juntos y hablando de variadas cosas en un par de ocasiones.
- Han, ¿No vas a contestar? – Seungcheol paso la mano frente a su cara para sacarlo de sus pensamientos – A veces eres tan distraído, toma – Le acerco el móvil que contesto de inmediato.
- Buenas tardes... si, habla con él – No conocía el número, pero tras la conversación fluir, una euforia le hizo estar con una irremovible sonrisa – Por supuesto, muchas gracias señor, estaré ahí el lunes – Colgó la llamada y miro a su amigo pelinegro con emoción.
- ¿Qué paso? ¿Por qué tan feliz? – Choi contenía las ganas de reírse de la estúpida cara que hacia su amigo.
- ¡Conseguí el trabajo! – Salto feliz, abrazando con fuerza al otro, que medio ahogado le correspondió la muestra de cariño - ¡En esa empresa china que hace poco se expandió a Corea y dios, que ganas! Debo contarle a Shua – Volvió a centrar la atención en el móvil para informarle de la noticia.
Desde que ya estaba instalado, de forma incansable busco distintas ofertas de trabajo, comprobando la veracidad y confianza de esta para luego enviar su información y asistir a una entrevista de trabajo. Habia ido a varias en donde pedían experiencia en el área o sentían que su titulo y conocimientos eran muy superiores para ese tipo de labor, asi que seguía sin conseguir algo hasta que llego a esta empresa.
Su celular vibro y vio un mensaje lleno de emoticonos y felicitaciones en inglés, junto a una adorable foto de Joshua que hacia un corazón con sus dedos. Se moría de amor con ese hombre.
Luego de informarle a su familia y resto de amigos, tuvo una noche de celebración en donde se la paso muy bien con todos. Extrañaba lo torpe pero amable que era Mingyu, lo absurdo y único que era Jun y la confianza y amistad que le entregaba Seungcheol, así que nunca se aburría de esos chicos.
Por correo le llego que en recepción le esperaría otro trabajador que le daría un tour por el edificio y le explicaría todo, asi que debía esperar en aquel lugar.
Vestido con una camisa blanca, una corbata gris y pantalones de tela negros afirmados por un cinturón marron, entro al edificio algo nervioso. Miro a su alrededor y aparte del señor que habia como conserje, no habia nadie más asi que tomo asiento en uno de los sofás, preocupado. Saco su movil y con los nervios al limite empezó a mensajear a su pareja, en donde luego se arrepintió al no saber si este estaba ocupado o algo.
Se pasaba la mano por su cabello con ansias cuando de repente vibro su movil, en donde relucia el chat privado con el americano junto al mensaje "Amor, ¿Sucede algo?", a lo que más relajado le explico su situación y le envio una foto suya del momento, preguntando si estaba muy formal, a lo que rio divertido por la respuesta de su pareja: "Pero que caliente te vez, espero que nadie se enamore de ti y esos pantalones hagan destacar el poco trasero que tienes". Era tan estúpido y sincero cuando se enviaban mensajes, pero agradeció eso enormemente porque se habia relajado. Contesto fingiendo molestia y con un te amo además de una despedida, pues habia visto a alguien aparecer por un ascensor y caminar en su dirección.
- ¿Yoon Jeonghan? – Se puso de pie de inmediato para luego analizar atentamente al joven hombre frente a él – Un gusto, mi nombre es Boo Seungkwan – Ambos hicieron una leve reverencia.
- El gusto es mio,espero que podamos trabajar bien juntos – Le regalo una amable sonrisa al joven rubio medio cacheton, quien se quedo en silencio un buen rato, para finalmente desanudarse la corbata, dejándole algo confuso.
- Ya nos presentamos así que ya termino la parte formal, así que ¡Vamos! Hannie, te daré un tour por este fabuloso edificio y déjame decirte algo, en las colaciones dan unos pastelitos que te mueres, ósea, si yo lo digo es por algo – Le tomo desprevenido que de repente ese joven se pusiera a hablar y tomara toda la confianza del mundo mientras lo arrastraba al interior del ascensor.
- Oh, emm, ¿Qué edad tienes? – Pregunto un poco confuso Jeonghan ante la relajada actitud del contrario.
- ¿Acaso eso importa? Bueno, es cierto que en Corea somos mucho de fijarnos en aquello para decidir ciertas cosas y formas de tratarnos, pero esto es una empresa china, en donde créeme, el jefe de todo es demasiado relajado y despreocupado con estas cosas así que todos somos amigos. Pero si tanto te preocupa, tengo 22 años - ¿Cómo podía decir tantas palabras en un momento? Le aturdía un poco aquello, pero acabo riendo por lo animada que era su personalidad.
- Eres menor que yo... - Dijo pensativo, pero ¿Qué importaba? – Me alegra trabajar con alguien como tu, Seungkwan – Se encontraba realmente alegre de compartir trabajo con ese tipo de persona.
- Oh my god, ¿Eres un angel? Todos dicen que soy muy ruidoso – Exagero y fingio llorar de felicidad hasta que el ascensor se abrió, en donde habían pocas personas – Pero lo lamento, yo trabajo en otro departamento, pero aun asi podemos ser super amigos. En la parte de Economia y Estadisticas hay poca gente aun, pues ya sabes, hace poco esta empresa se expandio a Corea. El jefe de este departamento es un idiota feo, pero te agradara – Seguia hablando animadamente mientras arrastraba a Jeonghan por los pasillos de aquel piso.
- ¡¿A quién llamas "idiota feo", nalgón?! – Un ruidoso grito les hizo pegar un salto, en donde al girarse vieron a otro hombre bastante joven, quien corría en dirección a Seungkwan, tacleándolo en un brusco abrazo - ¡Por culpa tuya nadie me respeta a pesar de que soy jefe! – Se quejó el de cabello rojo y ojos bastante rasgados.
- ¡¿Cómo que nalgon?! Bueno, yo feliz por eso – Empujo al jefe de aquel departamento para que saliera de encima suyo y ponerse de pie - ¿Cómo quieres que te respeten si atacas a la gente de esta forma y tienes tu cabello teñido de ese chillon tono, Hoshi? – Bufo molesto el rubio, quien le pego sin real fuerza en el pecho al pelirojo.
Siguieron discutiendo un rato hasta que volvieron a hacerse conscientes de la silenciosa presencia de Jeonghan.
- ¡Lamento mis modales! Soy Kwon Soonyoung, pero puedes llamarme Hoshi, un gusto trabajar contigo – Hizo una exagerada reverencia.
- Yoon Jeonghan, e-el gusto es mío – Hizo una reverencia igualmente para luego ser aturdido por la ruidosa risa del que seria su nuevo jefe.
- ¡The8! ¡Ven a presentarte al nuevo! – Grito animado a alguna de las oficinas, de la que salio un alto joven delgado con ojeras y el cabello revuelto, quien al verle pareció como si viera a un héroe o un ángel.
- ¡Un gusto! Soy Xu MingHao – Con euforia tomo ambas manos de Jeonghan y las agito – Al fin alguien me ayudara en este trabajo – Lloriqueo feliz para luego abrazarlo sin timidez alguna.
Yoon se encontraba confuso, pues no esperaba para nada ese ambiente de trabajo y compañeros.
- ¿De nuevo le dejaste todo el trabajo al pobre Minghao? Eres un tirano – Boo le pego en el hombro al pelirrojo que puso una divertida sonrisa.
- Es que me entretuve mucho practicando ciertos bailes, lo siento – Se encogio de hombros el jefe de ese departamento, recibiendo tres pares de ojos que le miraban con odio – Bueno, pongámonos ya los tres a trabajar. Espero que con el paso del tiempo, este trabajo sea el que estabas buscando y te quedes para ayudarnos a seguir creciendo – De repente se habia puesto serio y habia dicho unas palabras que le llenaron de ganas de demostrar que era perfecto para aquel papel.
- Disculpa, pero aun no acabamos el tour, bai bai – Seungkwan de repente tiro del brazo del castaño hacia el ascensor, dejando a los otros con la palabra en la boca.
"Joshua... siento que estoy rodeado de locos pero a la vez, es un lugar que me ayudara a volver junto a ti"
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Save by Jisoos (JIHAN)
FanfictionEl pánico y la rabia empezó a recorrer su cuerpo al percatarse de su situación tras despertar en aquel sucio y solitario callejón en quien sabe donde. Lagrimas empezaron a caer de sus ojos y lastimeros gritos se escapaban de su garganta, ya que no p...