Confusión

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No entendía muy bien lo que había ocurrido la noche anterior, solo podía pensar en las punzadas de dolor en distintas zonas de su cuerpo y que a pesar de ello se sentía sorprendentemente bien. No solía gustarle ser el pasivo, y encima ese cabrón había usado las esposas que siempre llevaba consigo contra el.

Abrió la puerta de su apartamento sin saber muy bien cómo había llegado hasta allí. Era como si su cuerpo se moviera por voluntad propia mientras su mente seguía ausente.

Quitandose la ropa por el camino la fue dejando caer al suelo en su camino al baño. Abrió el grifo de la bañera y dejo que esta se llenase. Se plantó enfrente del espejo y observo su cuerpo desnudo. Tenía tantas marcas que no merecía la pena contarlas, cuello, torso, piernas... Y menos mal que no podía ver su parte trasera.

Sin pensarlo mucho se sumergió en el agua de la bañera dejando que esta le cubriera todo el cuerpo, con la esperanza de que el agua caliente aclararse un poco la confusión en sus pensamientos.

..............................

-Joder quien llama a estas horas?- el ruido de un teléfono no dejaba de resonar en las paredes del apartamento.

Zoro entreabrió los ojos sin ver nada. Tanteo la mesita y cogió el teléfono.

-Quien coñ..- no pudo acabar la frase.

-Que cojones haces Roronoa? Estás en la quinta vez que llamo, tenemos una alerta roja, te queiro vestido y aquí en 5 minutos, te mando la direccion por mensaje.

-Pero que...- ya habían colgado.

Miro el reloj, 3 de la mañana.

-Puto Smoker- dijo para si mismo.

Se dio una ducha rápida y salió corriendo del apartamento.

Cuando llegó al edificio encontró este rodeado de coches de policía, Smoker estaba apoyado contra un coche y al verle le lanzó un chaleco antibalas.

-No decías que ser cadete era un aburrimiento? Pues casi te pierdes la fiesta.

-Que ocurre?

-Dos bandas callejeras han decidido tomar el edificio como su campo de batalla, no estamos seguros de si hay civiles dentro, pero no podemos arriesgarnos.

-Y donde esta las fuerzas especiales para estos casos?

-Al parecer están todas en una redada en los muelles, así que no nos queda otra

Una explosión se escuchó en el edificio.

-No mas chachara hay que entrar.

Poniéndose el chaleco antibalas el peliverde siguió a su sargento dentro del edificio. Otros equipos habían ya entrado por las entradas laterales y se disponían a parar el tiroteo.

-Despejado.- dijo cuando de repente alguien le tiró al suelo y disparó- pero que cojones?

Un pelinegro que podría hacerse pasar por un adolescente le tendió la mano.

-Deberías tener más cuidado, jijijiji.

-Gracias?- Zoro miró a donde el pequeño había disparado, un pandillero yacía en el suelo inconsciente, o muerto, no estaba seguro. El joven corrió delante de él, su chaleco rezaba detective.- Como?- se pregunto.

-Vienes?- dijo el joven mirando hacia atrás.

Los dos subieron codo con codo planta tras planta noqueando a todo aquel que encontraban.

-Todo despejado- dijo el pelinegro por el walkie.

-Perfecto Luffy, comprueba que no quedan rehenes en el edificio y vuelve.

-Roger.

El pelinegro subió hasta el último piso seguido por el peliverde.

-No nos hemos presentado, Monkey D Luffy, un placer- el joven le tendió la mano.

-Roronoa Zoro.-dijo apretando la mano del otro con fuerza.

Luffy se apartó de Zoro y puso su mano sobre la pistola en su cartuchera.

-Creo que no estamos solos.

Sigilosamente fue avanzando hasta dar con la causa de sus sospechas. Detrás de una pila de cajas un rubio se encontraba atado en el suelo. Las ropas rasgadas y cientos de moratones adornaban su piel.

-Sanji?- el peliverde se acercó al joven- que cojones haces aquí?

-Joder yo esperando que una chica guapa me rescatase y tienes que aparecer tu marimo de mierda.

-Os conoceis?

-Es una larga historia- respondieron los dos al unísono.

-Bueno me desatas?

-Que te jodan rubia.

Luffy se acercó al rubio y le desató con cuidado, Sanji intentó levantarse pero al hacerlo casi cae si no fuese por los reflejos del peliverde que lo cogieron antes de dar contra el suelo.

-Parece que alguien no puede andar.

-Que gracioso...

Zoro cogió al rubio como un saco de patatas colocandoselo al hombro, mientras este se quejaba.

-Todos vuelta a base, la operación se da por acabada.- se escuchó por el walkie.

Los jóvenes se pusieron de camino para dejar el edificio.

Después de llegar a las puerta el pelinegro desapareció de su vista y el peliverde llevo al rubio a la ambulancia.

-Te tendremos que tomar declaración.

-Si si, ya se como funciona esto.

-Pensaba que habías dejado de meterse en estos líos.

-El trabajo es trabajo, pero hoy no tuve suerte y no pude hacer las fotos sin que me descubrieran... Encima se quedaron con mi camara.

-Tss, deberías volver a dedicarte a hacer fotos a las famosas, aunque... cuantas órdenes de alejamiento van ya?

Una mirada asesina atravesó al peliverde.

-Las famosas son aburridas y estos casos son más entretenidos.

-Hasta que te maten.

-Eso nunca ocurrirá.

..............................

-Me voy ya

-Buen trabajo Roronoa, pero la próxima vez contesta el puto teléfono a la primera

-Si, señor.

Zoro se dirigió a la salida, un rubio fumaba apoyado contra la pared de la comisaría.

-Aun aquí, fotografucho?

-Tss, lo dice el novato de la pasma. Cuando eras un pandillero eras más interesante.

-Bueno la gente madura.

-Eso crees?

El peliverde se encogió de hombros y se dispuso a marchar.

-Espera.

-Qué quieres ahora?

-Puedo dormir en tu casa?

-Por que te debería dejar?

-Digamos que como vuelva con estas pintas el viejo me va meter una paliza peor que la que ya me han dado.

Zoro siguió caminando, cuando vio que el rubio no lo seguía miro hacia atrás y con una mirada le dejó claro que le estaba esperando. Sanji le siguió a duras penas, las heridas aún estaban demasiado frescas.

Vuelve a la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora