Sinopsis

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Y ahí me encontraba yo, en una camilla la cual desde este momento es mi nueva cama.
El hospital es mi nueva casa, y esta habitación de un hospital es mi nueva habitación.

—Joven Jungkook, tienes visita. —Me sonríe la enfermera y se marcha.

Por aquella puerta entra mi hermano, Jeon Jae, este no se mantenía con el mismo aspecto de hace unos días, digo, era muy colorido, sonriente y muy gracioso.

Pero al entrar por aquella puerta, la atravesó otra persona, una persona fría, seria y muy desanimada.

—Jungkook, ¿Como te encuentras? Mira, nuestros padres no pudieron venir, tienen una  gran depresión, y no digo que sea por tu culpa, ash... mira, ellos estarán bien, yo los cuidaré, ¿Como estas tú? —Repito que su personalidad no es la misma, nunca había visto a Jae de esta manera. —¿Jeon? —Este se acerco a la camilla en la cual me encontraba sin poder moverme, y me toma de las manos, las apreta fuerte mientras agacha la cabeza.
   
—Estoy bien, cuida a nuestros
padres, ¿Si? —Me costaba hablar, no podía, me faltaban las fuerzas.

—Te lo prometo. —Sonríe y me revuelve el cabello en un gesto amistoso.

  —Gracias. —Sonrió, me preocupaba más mis padres que mi salud, todos sabíamos que me quedaba tan solo treinta y dos días para morir.

—Tengo una idea, se que te gusta estar en compañía, y estas aquí, muriendo del aburrimiento. —Este reacciona tapando su boca por lo que acaba de decir, se dio cuenta que fue un humor muy negro y yo solo carcajeaba.

—No te preocupes, me dio risa—Reí y este también lo hizo.

—Jeon, tendré que irme, pero vendré luego con una sorpresa que te cambiara lo que te resta de vida.
—Rie y se marcha, ya lo sabia, hace muchos humores negros, pero ya que, era una gran persona.

Y otra vez me encontraba solo, no tenia nada que hacer, y tampoco es como si lo pudiera hacer.

Solo quería que esto acabara más rápido de lo que en realidad pasaría.

Me disponía a cerrar mis ojos para olvidarme un segundo de todo esto, pero fue imposible, la puerta fue abierta bruscamente encontrándome con una chica, la cual no era una enfermera, tenia un ramo de flores y un libro.

Tal vez venia al hospital a visitar a alguien, pero estaba equivocada, esa persona no era yo.

—¡Oh! Lo siento, Eh, me he equivocado de habitación, lo siento.  —Dijo aquello y solo se limito a cerrar la puerta de nuevo, que loca que es aquella.

Bien, ahora nadie podía intervenir mis sueños de nuev...

—Jeon, mira tu almuerzo por fav...
—Y bien que mi hermano sabe como salvarme.

—No se preocupe enfermera, yo se lo daré. —Dijo Jae, el tenia sus trucos bajo sus mangas, y sabia que hoy comería otra cosa distinta a lo que traía la enfermera.

—Pero... —Jae no dejo terminar a la enfermera de hablar, apenas esta había mencionado un "Pero" y ya se encontraba fuera de la habitación.

Reímos cómplices y Jae saca mi verdadera comida, como amaba a este hombre.

—Gracias, no me gusta la comida de acá, es horrible. —Reímos de nuevo.

Por un momento Jae solo me miraba comer, se veía en su mirada que estaba más que triste, no quiero ver a mis padres así.
No aguantaría, no seria fuerte, me dejaría partir.

Lo mejor es que ellos entienden que todo esto no fue culpa mía, solo tuvo que pasar.

—Bien campeón, si que te gusta la comida chatarra, pero ya me voy ya entre de nuevo al trabajo, te veré al rato. —Sonríe y se marcha.

Este se había comido por mi la sopa asquerosa de este hospital, y se lo agradecía.

Siempre esperaba encontrarme mejor, de todas formas no había remedio para mi enfermedad, pero ¿Ya que?

Solo puedo pasarla bien mientras me encuentre aquí en esta tierra.

Encontraré la manera de hacerlo, si no puedo hacerlo, creare un mundo de fantasía en mi mente, y este existirá hasta que me quede mi ultimo suspiro.

Lo que pasa, es que no me quiero despedir de mis familiares, porque les dolerá y me extrañarán mucho.

Pero yo, estaré más que bien a donde valla.

Primero, quiero que ellos se sientan amados por mi, por eso siempre valoro a las pocas o muchas cosas que tengo, disfrute de muchas cosas que por el momento no me arrepiento de haber tenido.

Pero ahora que me encuentro en esta situación, no quiero nada material.

Solo quiero una compañía, quiero un amor distinto al que me brindan mis familiares.

Quiero morir enamorado.

Solo, treinta y dos días, solo es eso.

|Treinta Y Dos Diás| •Jeon Jungkook•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora