El moreno se encontraba rezongando aquel sábado por la mañana tras haber recibido un llamado por parte de la Fundación Speedwagon que se encargaba de la parte marina, la cuál estudiaba. Estás quejas fueron oídas por su lindo esposo quién se desperezaba yendo por detrás de su marido abrazándolo de manera dulce.
-¿Qué sucede Jotaro? ¿Algo malo?- dijo con voz adormilada largando un bostezo pequeño, aquel gesto no hizo más que enternecer a Kujo que lo abrazo rodeándolo por la cintura, mientras besaba sus cabellos.
-No es nada Noriaki, tú tranquilo, es sólo trabajo- menciono con una sonrisa pequeña, mientras su linda cereza sólo le besaba los labios dulcemente, él quiso llevarlo a algo más intenso pero un golpe en la puerta del matrimonio lo hizo gruñir, sabía quién interrumpía aquel momento.
Jouta pasó con una sonrisa a saludar a su madre con un beso en la mejilla mientras lo abrazaba, mirando de manera retadora a su padre, mientras se acercaba más el cuerpo de Noriaki que sólo suspiro con pesar al ver que ya empezarían desde temprano a pelearse esos dos.
-Mocoso...-gruño mientras tironeaba a su esposo abrazandolo ahora él, Noriaki se estaba enojando y se dieron cuenta los dos Jojo's cuando se zafo del agarre del mayor de estos mientras se iba de la habitación con una cara de tristeza que les hizo sentir mucha culpa a ambos hombres.
-No puedo creer que siempre sigan peleando, no soy un trozo de carne o un objeto, soy tu esposo Jotaro, y soy tu madre Jouta, cuando ambos se lleven bien, me hablan- dijo azotando levemente la puerta enojado mientras bajaba las escaleras marcando el paso lo que indicaba que en realidad estaba cansado de siempre la misma situación.
Padre e hijo se miraron sintiéndose culpables, Jouta se mordió el labio inferior mientras que su Stand, Chermy Green miraba a Star Platinum que estaba en pose pensativa mientras su usuario tenía la vicera de su gorro baja. Jouta se quedó viéndolo hasta que decidió hablar, pidiéndole disculpas a su papá y dándole una idea para hacer sentir mejor a Noriaki.
-Tienes razón moc... Jouta- le extendió la mano a su hijo, viendo que esté la tomaba- perdona por siempre... Tú sabes- no era nada bueno pidiendo disculpas, pero se entendía a donde iba.
Noriaki estaba preparándose un café en la cocina con una expresión de enojo en su rostro, mientras Hierophant Green estaba en alerta en caso de que Jotaro se acercara, enserio no quería hablar con él, con Jouta tampoco, le dolía demasiado que su familia luchará así por él, no podía hacer nada para que su esposo y su hijo se llevarán bien, Jouta era muy celoso y Jotaro posesivo.
Volvió a suspirar hasta que sintió un abrazo, pero no era dirigido a su persona, sino a su Stand, eran Star Platinum y Chermy Green abrazando a Hierophant. Noriaki sintió tanta ternura que sólo pudo sonreír, sin dudas eso era obras de esos dos, no eran buenos con las palabras pero si con las acciones y esto era prueba de ello, sentía el calor de los abrazos y se acerco al sofá donde estaban los dos sonriendole.
-Veo que se llevaron bien, por fin- se sentó en medio recibiendo por sorpresa un beso en cada mejilla provocando que se sonrojara como una cereza, mientras cubría su rostro dando un pequeño chillido de emoción.-¡Chicos!- dijo riendo en carcajadas tiernas, tomando por los mentones a su esposo e hijo dándoles un beso en los labios y mejilla a quién correspodía, como modo de agradecimiento por aquel acto tan dulce.
-¿Me perdonas mamá?/¿Estoy perdonado Noriaki?- dijeron al mismo tiempo recibiendo un asentimiento por parte del pelirosa que empezó a tomar su café lentamente.
-Ahora que estamos los tres, les contaré de que trata la llamada que recibí en la mañana- dijo el mayor empezando a relatar que investigaría y tal, lo único malo, según Jotaro es que debía irse ese mismo fin de semana para volver el siguiente. Kakyoin estaba feliz y Jouta igual, aunque fueran diferentes motivos.
***
Jotaro se despedía de su familia mientras un vehículo de la fundación Speedwagon lo esperaba para llevarlo, mientras miraba a Jouta y hacían un gesto de despedida que a la vez significaba algo que Noriaki no comprendía, esos dos algo planearon y no sabía si sentirse nervioso o feliz, pero a fin de cuentas, tendría muchos días para pasar con su hijo sin que se esté peleando con su esposo.
-Mamá ¿Te parece si vamos dentro?- sonrió de manera dulce Jouta quién tenía actualmente 17 años, provocando un nuevo despertar en el instinto maternal de Kakyoin quién lo abrazo mientras besaba sus mejillas feliz, pensando en lo bien que la pasarían esos días de madre e hijo.
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Tiempo juntos
أدب الهواةJotaro se fue de viaje a causa de su trabajo, lo que causa que Noriaki y Jouta queden solos, quién aprovechará cada minuto con su madre, a quién ama y no quiere compartir con su padre. A su vez, Kakyoin se siente feliz de poder compartir un momento...