✿ n i n e ✿

11 1 0
                                    


– ¡Taehyung-ah! Despierta ya, por favorcito –Habló el rubio sacudiendo un poco al ya mencionado.

– Jiminie, ¿Qué hora es? ¿Por qué me despiertas? –Musitó Taehyung, con bastante dificultad, tratando de abrir sus ojos, mientras se removía en la cama.

– Tarde, te quedaste dormido –Jimin se sentó en aquella cama, y miró al menor.

– ¿Qué? ¿Cómo es posible? –Taehyung se levantó casi de un salto.

– Mentira, Taetae, solo necesito ayuda con mi tarea de matemáticas, son las dos de la mañana –Park soltó una risita traviesa y levantó su cuaderno.

– ¡Hyung! Caíste muy bajo esta vez –Respondió el contrario e hizo un puchero.

– Fue mi venganza por lo de la gelatina –Aclaró Jimin hundiendo uno de sus deditos en la mejilla del castaño– Pero en serio necesito tu ayuda.

– Ya deja de pensar en tus cosas en clases y presta atención, por favor, Minnie –Opinó Taehyung sentándose en la cama.

– Lo siento, mejoraré –Jimin sacó un poco su lengua y guiñó un ojo.

[ . . . ]

Como era de esperarse ese día para Taehyung había sido toda una travesía despertar a Jimin, pero quien sabe que excusa había usado esta vez, lo que si se podía saber era que no había sido sobre gelatina, no quería tener que hacer tarea que no era suya a las dos de la mañana de nuevo.

– Taehyung, ¿Te gusta mi ropa de hoy? –Preguntó Jimin haciendo pequeñas poses dirigidas al menor.

– Ese color hace que tus mejillas se vean más grandes –Opinó el castaño soltando una risita.

Aigoo, Taehyung, más tarde me ayudarás a quemar toda mi ropa de este color –Musitó Jimin antes de correr escaleras arriba.

Unos cuantos minutos después, el mayor de ambos bajó nuevamente, vestido de un color diferente, esta vez con una camisa suéter azul rey de cuello alto, unos pantalones beige y unos zapatos negros.

– Hyung, la nota de hoy está sobre la mesa, ya tengo que irme, adiós –Le habló el castaño, que salió de la casa bastante apresurado.

Jimin tomó aquella nota y la miró sin leerla, cada día Jungkook lucía más emocionado por recibirla, tal vez Taehyung lo estaba haciendo bien. Tomó su mochila y salió del inmueble, el clima que hace unos días había sido lluvioso, ahora era solo frío, tanto que el adorable rubiecito agradecía tener aquel suéter, tomó la habitual ruta hacia el instituto, y cuando por fin estuvo allí, se apresuró al cubículo perteneciente a Jeon, lo miró un momento, y colocó la nota ahí, soltó un corto suspiro, estuvo a punto de retirarse, pero para su gran sorpresa, una voz lo interrumpió.

– Park Jimin, así que eras tú, la persona que menos esperé–Aquella gruesa voz se le hizo tan conocida que quiso salir corriendo.

Jimin se dio la media vuelta para encontrarse con Min Yoongi con ambas manos metidas en aquella chaqueta color verde oscuro.

– N-No, no es lo que piensa, Hyung –Trató de excusarse el menor, que no podía estar más nervioso.

– Ni siquiera me imaginaba que pudiese gustarte Jungkookie, estoy impactado –Siguió hablando el mayor.

– No, a mí no... –Jimin trataba lo más que podía de arreglar el asunto, pero no dejaba de ser interrumpido por el peliverde.

– No hace falta que lo niegues, te ayudaré con eso, solo ve a mi casa hoy, ¿Sí? Pídele la dirección a Hoseok, tengo que irme ya –Yoongi caminó apresuradamente hacía otra sala.

Y sí, ahí estaba el chico de rubias hebras, paralizado, porque esta situación no podía ser peor, pero, por lo menos podía tener una oportunidad de explicarle todo a Yoongi en su visita.

c w t c hDonde viven las historias. Descúbrelo ahora