Capitulo tres

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La vida es injusta, caprichosa y cruel dirían algunos. Mueve sus hilos para que todo suceda tal cual ella lo quiere, sin importar como repercute en todos sus títeres, mientras ella se divierta los demás que se pudran. Esos eran los pensamientos que Harry Potter tenían en estos momentos en una sala de espera, en la que valga la redundancia esperaba a saber el futuro de su amiga, hermana diría él. La mujer que más lo había apoyado y dado todo por su bienestar, después de su madre, por lo menos hasta hace unos momentos en donde ella también dio su vida por salvar la suya. Eso era lo único que le faltaba a la Gryffindor hacer por su amigo, si bien ya muchas veces a lo largo de su niñez y adolescencia había arriesgado su vida por Harry, ahora ella se había interpuesto justo en el momento en el que un maléfico le iba a dar en la espalda, no le importo morir si con eso le salvaba la vida. Mil veces tonta decía el niño que vivió, Hermione ya había hecho mucho por él, ahora ya lo había hecho todo. Si algo le llegara a pasar el héroe no se lo perdonaría nunca, era la única familia que tenía ahora, si bien los Weasley lo eran de cierto modo, la castaña desde el momento en el que se conocieron y forjaron su amistad lo había hecho sentir querido, sentimiento que nunca había experimentado en sus once años de vida, ella lo había apoyado en todo y nunca pero nunca lo dejó solo, Ron también era su mejor amigo pero tenía su temperamento e inseguridades que en muchas ocasiones lo llevó a abandonarlo, pero Hermi nunca, siempre le fue fiel, siempre confío en él.

Y ahora era momento de hacer lo mismo por ella, Hermione lo necesitaba ahora más que nunca y él se iba a encargar de salvarla sin importar cómo, ella se lo merecía.

- Señor Potter, señor Potter - Una medimaga le sacudía el hombro a Harry para sacarlo de sus pensamientos pues ya lo había llamado reiteradas veces y este no parecía reaccionar.

- Si disculpe, ¿Cómo está Hermione? -

- Ahora dormida señor Potter, pase a la habitación así le pase informe de la situación -

-Si, si ahora mismo - Justo cuando el moreno iba entrando detrás de la muchacha llegaba Ron y Ginny muy agitados.

- ¡Harry! ¿Cómo está Hermione? -

- Silencio Ginny, pasen. La medimaga está por decirme que tiene - Los tres entraron y vieron a su amiga pálida como si estuviese muerta sobre una camilla rodeada por un halo amarillento que parecía echarle chispas sobre la cara.

- Buenas noches, mi nombre es Melody y soy quien está a cargo de la señorita Granger -

- ¿Qué es eso que la rodea? -

- Es hechizo que la mantiene dormida y me avisa su estado, si está en amarillo es porque se encuentra estable por el momento -

- Por favor señorita ya diga que es lo que tiene Hermione -

- Si señor Potter, el maleficio que ella recibió es muy antiguo, se llama Relicta Morte, fue inventado hace cientos de años por un mago que había perdido la cordura y mataba a pequeños magos huérfanos por diversión. Lo que hace es matar a la persona que lo recibió lentamente de la manera más dolorosa posible, este se disemina por el cuerpo a través de la magia empezando por sus extremidades hasta llegar al corazón, es como si marchitará la magia dentro de ellos, la oscureciera. -

- Muy linda la clase de historia y todo, pero nos está queriendo decir que no hay nada que podamos hacer ¿Hermione se va a morir así sin más? - Ginevra Weasley no era una mujer paciente y esta mujer parecía ir con toda la pausa del mundo hablando como si estuviera en un té con las amigas y eso la hacía enfurecer. El hecho de que mirara a su novio como si fuera lo más importante del planeta no ayudaba, su amiga se estaba muriendo y está coqueteando como si nada.

Relicta morteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora