-Eso se ve muy pesado... ¿gustas que te ayude?
-Hola... ¿vives en esa casa?- pregunto con su acento chino
-Sí, soy tu vecino... me llamo Jackson Evans- extendió su mano –bienvenido al vecindario
-Un placer, yo me llamo Wang Jian- rápidamente se da cuenta de su error –quise decir, Jian Wang
-papa entra rápido quiero jugar- la pequeña Lina llegaba con sus juguetes en mano -¿Quién es usted señor?
-Lina... saluda primero
-Está bien...- es inclino un poco para saludar a la pequeña –soy el señor Wang, soy tu nuevo vecino- sonríe al percatarse de algo –creo que eres de las edad de mi Xi Ji
-¿Qué es un Xi Ji?- los nombres chinos son desconocidos a los oídos de la niña
-es el nombre de mi segundo hijo- era inevitable para él reír
-¿tienes hijos?- cuestiono el americano
-Sí, dos- erguía de nuevo su espalda –el mayor tiene 11 años y el pequeño pronto cumplirá 9
-Eso es increíble...- no podía creer la coincidencia –yo igual tengo dos hijos de las mismas edades, Lina acaba de cumplir los 9 años hace unos días
-Vaya... ¿Quién lo diría?- se percata de la llegada de su familia –vengan pronto, conozcan a los vecinos
-Lina, trae a tu hermano y tu mama- la niña entra corriendo a su casa
Podemos llamarlo destino o una simple casualidad. Pero cuando algo importante llega a tu vida lo sientes, algo dentro de ti lo sabe. Y algo así pasaba justo en ese momento.
-Nosotros primero, les daremos la bienvenida- proponía la cabeza de la familia estadounidense –ella es mi esposa Elina, ella nuestra hija pequeña Lina de 9 años y él nuestro hijo mayor Liam, tiene 11 años
-Un placer conocerlos, bienvenidos- los adultos estrechaban sus manos
-Nosotros somos la familia Wang, venimos de China- los niños estadounidenses se asombraban por el dato –Ella es mi esposa Dana, es estadounidense- mostraba orgulloso a su esposa –él es nuestro hijo mayor Daniel de 11 años y él es nuestro pequeño Aaron de casi 9 años
-Ahora sé porque el señor Wang habla raro- decía sin vergüenza la pequeña niña
-¡mi papa no habla raro niña!- Aaron salía en defensa de su padre
-Tranquilo hijo... en realidad lo hago- rien –afortunadamente Zhou Ji y tú hablan un perfecto ingles
-¿esos son sus nombres originales?- pregunto Elina
-sí, Daniel es Zhou Ji y Aaron Xi Ji
-¡ahhh! Daniel, Aaron...- obtuvo la atención de los niños asiáticos -¿les gusta el gusta el pastel de chocolate? ¿Les gustaría un poco?- ambos afirmaron –Liam y Lina los llevaran a nuestra casa para comer pastel, los adultos ayudaran en la mudanza... ¿Qué les parece?
-Sería maravilloso... muchas gracias
Así fue como los adultos fueron a la casa de los Wang para ayudar, mientras los infantes disfrutaban de un poco de delicioso chocolate en la casa de los Evans.
-esto es incómodo- pensaba Liam
-Así que... ¿hablan dos idiomas?- muy por el contrario de su hermano, Lina se mostraba muy curiosa por los extranjeros
-Obvio, somos chinos y aprendimos ingles de nuestra madre- contesto con fastidio el menor de los Wang
-¿Van a la escuela en vacaciones?- Daniel cuestionaba
-Sí, pero solo son actividades extras del colegio- Lina como siempre de habladora –mi hermano va a clases de arte y yo de teatro. Las clases comienzan hasta la tercera semana de Agosto
-¿Por qué tu mama y tu tienen ojos azules y tu hermano no?- Aaron miraba fascinado los hermosos ojos de Lina
-porque mi hermano tiene los ojos de papá
-Sé que no soy hermoso como Lina y mamá, ¿tienen que recordármelo hasta en la casa?- se atormentaba mentalmente
-¿Por qué tu hermano no habla?- comenzaba a preocuparse el menor de los recién llegados
-¡haces muchas preguntas hermano!
-¿y porque tu hermano esta tan enojado?
-Es que no quería irse de China, está molesto porque lo obligaron a vivir aquí- se estremecía al sentir la mirada mortal de su hermano mayor
-no tienes por qué enojarte... es divertido vivir aquí- sonríe –seria genial que vayan al mismo colegio que nosotros, irías en el mismo grado que mi hermano
-eso no sería nada bueno para mí, nadie se quiere juntar como la persona de la que todos se burlan- Liam comenzaba a creer que Daniel tampoco sería su amigo
-no creo encontrar nada bueno de vivir aquí- levanta los hombros
-piénsalo, en estados unidos esta Disneyland... ¿Dónde más encontrarías un parque de diversiones tan genial como ese?- se jactaba la niña muy segura de ella a pesar de ver como Daniel contenía su risa
-¿eres boba?- se reía de ella Aaron –hay uno en Japón y hemos ido dos veces ya... ¡tonta!
Los más pequeños comenzaron a pelearse entre sí mientras Daniel reía al ver la divertida escena.
-Su sonrisa...- Liam se concentraba en mirar al mayor de los Wang –es bonita
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The pink love turns black.
RomanceDe pequeño Liam tenía muchos complejos y se sentía muy solo. En el colegio se reían de el por estar gordito y ser "afeminado". Una llegada proveniente de China hará que su vida tenga una serie de cambios. "Mama siempre me dijo que el amor era el sen...